Mahmoud Aloul, líder palestino con una trayectoria desde el auge hasta el declive de Fatah

Ramala (Cisjordania), 9 jun (EFE).- Mahmud Aloul, veterano líder palestino y número dos del partido oficialista Fatah, tiene una trayectoria en la formación que se remonta décadas atrás, desde que esta fue casi hegemónica en la causa palestina hasta su declive y pérdida de influencia actual, una realidad que él mismo reconoce.

"Fatah está perdiendo popularidad en la calle", admitió Aloul, de 72 años, en un encuentro esta semana con varios periodistas -entre ellos EFE- en su despacho de la urbe de Ramala, sede administrativa de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), organismo dominado por el propio Fatah y con un autogobierno limitado en Cisjordania ocupada.

La formación, nacionalista y secular, se fundó a fines de la década de los años cincuenta por el histórico y difunto líder palestino Yaser Arafat, quién fue presidente de la ANP hasta su muerte en 2004, cuando tomó el cargo Mahmud Abás. Este último aún copa la presidencia y es líder de Fatah, pese a no haber comicios presidenciales desde 2005 y su baja popularidad, una de las causas que menguó legitimidad al partido.

Aloul fue señalado en el pasado como posible sucesor de Abás, de 87 años. Él niega querer el cargo, opina que apostaría por un nuevo líder "de las generaciones jóvenes" y dice centrarse en otras cuestiones, como que Fatah remonte de su dinámica de capa caída.

"Fatah prometió soluciones al pueblo, pero no hubo soluciones", dice Aloul, que entró en el partido a fines de la década los sesenta, tras ser encarcelado tres años por Israel fue deportado a Jordania. Ahí se convirtió en asesor de Arafat, y fue también comandante del brazo militar de la formación en ese país y posteriormente en Líbano.

Como la mayor parte de la llamada "vieja guardia" de Fatah -de la que él es uno de los últimos máximos exponentes-, más adelante dejó la vía militar para apostar por la política y el diálogo con Israel, lo que derivó en los Acuerdos de Oslo (1993-1995) y la creación de la ANP. Entonces, Aloul regresó a Cisjordania y fue el primer gobernador palestino del distrito de Nablus por unos 10 años.

Sin embargo, admite que el proyecto que Fatah lideró no acabó con la ocupación israelí de territorio palestino ni derivó en un Estado palestino independiente, un problema que achaca en gran medida a Israel y su creciente colonización de Cisjordania y Jerusalén Este.

"Fatah encabezó la estrategia de la paz, pero no lo consiguió y esta es una de las razones por las que pierde popularidad", remarca.

Hoy, según analistas, el partido está dañado por años de desgaste en el poder, por corrupción, poca transparencia o modos de gobernar autoritarios a través de la ANP, a lo que se suma su pugna con el grupo islamista Hamás desde hace 15 años. Este le arrebató el control de Gaza en 2007 y desde entonces no se han reconciliado.

Los sondeos publicados cada tres meses por el Centro Palestino para la Investigación Política revelan como esta tendencia se acentúa. Su informe de marzo identificó como el apoyo a la solución de dos Estados o la confianza a la ANP declinan, mientras aumenta la demanda de que Abás renuncie a su cargo entre la opinión pública.

También crece el respaldo a los nuevos grupos armados palestinos del norte de Cisjordania -donde la ANP va perdiendo control-, que actúan de forma autónoma a las facciones tradicionales que en el pasado Fatah encabezó. Pero este dejó de ser un referente entre las nuevas generaciones, lo que demuestra "las crecientes diferencias entre la vieja guardia y los jóvenes", dice Aloul.

Según las encuestas, si actualmente se presentara a comicios parlamentarios, Fatah se impondría a Hamás por la mínima, pero solo obtendría el 35% de los votos, en comparación con el 89% de 1996.

En 2021, Aloul encabezó la lista de Fatah en la carrera para los comicios legislativos que convocó Abás, pero el mismo presidente los canceló un mes antes de su celebración. En caso de haberse votado, las encuestas señalaban que Hamás se habría impuesto a un Fatah afectado por divisiones internas.

El partido sufrió dos escisiones. Más allá de la candidatura de Aloul había otras dos listas que se presentaban por separado. Una de ellas era la de Naser Qidwa -ex ministro de Exteriores palestino y sobrino de Arafat- y la del ex alto cargo de la ANP Mohamed Dahlan, residente en Emiratos Árabes Unidos y con mala relación con Abás.

En un inicio, hubo esperanzas de que parte de la división se pudiera remediar, pero Aloul asegura que está cuestión "no está sobre la mesa", otro asunto que debilita la unidad de un partido que quiere recuperar potencial pero se desangra lentamente.

(c) Agencia EFE