El Madrid se merecía una Champions … en París. La polémica sobre el triunfo en la final

Ya han pasado dos días y todavía retumban los ecos de la victoria del Real Madrid ante el Liverpool para conquistar la 14ta Champions League y no es para menos.

No solo por la proeza del Madrid de haber derrotado a los mejores equipos del continente, con tres remontadas en el Santiago Bernabéu al PSG, Chelsea y Manchester City, sino por haber sabido ganar una final 1-0 ante un coloso como el Liverpool.

Lo curioso es que muchos admiten su coraje, su suerte, su no darse por vencido, su ADN, pero casi nadie destaca lo bien que el equipo blanco jugó al fútbol en todos los partidos de esta Liga de Campeones 2021-2022 en la cual son justos ganadores.

Y si Thibaut Courtois, hoy el mejor portero del mundo, hizo grandes paradas, lo cual significa que un jugador rival estuvo sublime; no estuvo solo. Otro jugador como Karim Benzema marcó goles decisivos y es hoy el más firme candidato a ganar el Balón de Oro. Sin embargo, esto es solo la punta del iceberg, lo que se ve.

Qué decir de un Vinicius Jr al que todavía está buscando su compatriota Fernandinho, y Fede Valverde dos puñales que ajusticiaron a los Reds en París, junto a Rodrygo con quien el Man City aún tiene pesadillas.

Y claro que nada se hubiera conseguido sin la mejor sala de máquinas del mundo formada por Luka Modric, Casemiro y Tony Kroos, más la ayuda del joven Eduardo Camavinga y del propio Valverde. Esos sí juegan al fútbol, los otros corren más.

Nadie pronosticó que con la salida de Sergio Ramos y Raphael Varane su lugar iba a ser tan brillantemente cubierto por Militao y David Alaba, dos monstruos en la zaga, junto al batallador Dani Carvajal y la roca Ferland Mendy, la delantera del Liverpool puede dar fe de ello. Courtois salvó, pero ni Mo Salagh fue Salah, ni Sadio Mane fue Mane.

El Madrid bajo la magistral dirección de Carlo Ancelotti hizo lo que se necesitaba para ganar cada eliminatoria y sobre todo para ganar la final, usando sus armas tocando, contraatacando e incluso defendiendo, que también se juega bien cuando se defiende.

La dosis de entrega y sacrificio, la comunión entre toda la plantilla y el entrenador, la afición fue muy importante, pero lo que realmente hizo campeón al Madrid fue su fútbol y creer en ello, como creyó Ancelotti, el gran artífice y candidato a Entrenador del Año.

Benzema anotó 15 goles en esta Champions: cinco en la fase de grupos, tres en octavos de final al poderoso PSG; cuatro en cuartos al Chelsea, hasta entonces campeones de Europa, y tres en semifinales al favorito Man City. Eficacia total, a diferencia de los clubes a los que se enfrentó.

Como se puede decir que jugó bien de un equipo que tira 24 veces a puerta y no anota una. Se puede hablar de ímpetu, de ganas, de actitud; pero es mejor el que tira cuatro y anota uno, que al final es lo que importa.

Sin contar que el VAR anuló un gol que debió valer cuando Konate, el mejor del Liverpool, despeja un balón a la llegada de Valverde que rebota en Fabinho y va a parar a los pies de Benzema que anota estando adelantado, pero habilitado por la acción.

Por cierto se puede ver la defensa de feria del Liverpool en el gol de Vinicius, que gran gol del muchacho del que se decía que “no veía puerta”.. De verdad que después de esto hay que revisar algunos conceptos.

Al final ganó el que más lo mereció, el Real Madrid de las grandes remontadas, de las grandes gestas, nada menos que en París, en una ciudad idílica, en la Ciudad de la Luz, en la ciudad de los sueños, tan es así que despertaron pensando en la 15.