Madrid, dividida por el COVID

Madrid, 19 sep (EFE) .- Las nuevas restricciones que entrarán en vigor este lunes para tratar de frenar el crecimiento del coronavirus en Madrid han puesto en evidencia las desigualdades existentes, especialmente en el sur de la capital y la región, donde se concentra el 25% del total de los contagios.

Casi un millón de personas verán la semana que viene restringida su movilidad y para asegurarse de que las medidas se cumplan la policía llevará a cabo controles aleatorios, aunque las autoridades madrileñas son conscientes de que el control "absoluto" es imposible.

Las zonas donde se aplicarán las nuevas medidas han presentado en los últimos 14 días una incidencia acumulada de más de mil casos por cada 100.000 habitantes, un altísimo índice de contagios por coronavirus que muchos de los afectados es producto de la "ineficacia" de las instituciones y del "abandono" que habitualmente sufren.

Algunos de los distritos madrileños que serán confinados el lunes, como Puente de Vallecas, Usera o Carabanchel, tienen en común la pobreza y la precariedad, pues son los territorios con menor renta de la capital, viviendas de peor calidad y menor tamaño y un bajo porcentaje de titulados superiores.

En estas zonas también se concentra la población nacida fuera de España, aún más vulnerable.

MEDIDAS "CLASISTAS" Y "SEGREGADORAS"

Las nuevas medidas llegan después de varias semanas en que Madrid registra el mayor número de contagios de toda España, con cifras que triplican las de otras zonas del país y un aumento de la presión hospitalaria preocupante, con el 64% de las UCI de los hospitales ocupadas por enfermos de COVID.

Los últimos datos oficiales publicados este viernes la sitúan a Madrid a la cabeza de las regiones españolas más afectadas por el virus, con 1.553 nuevos casos registrados desde ayer, y como una de las capitales más afectadas por la pandemia en el mundo.

Poco después de hacerse públicas las restricciones a la movilidad, un centenar de personas convocadas por las redes sociales se manifestaron en el centro de la capital español para denunciar unas medidas que consideran "clasistas" y "segregadoras". Entre los manifestantes estaban varias asociaciones de vecinos de los distritos y barrios del sur.

Este sábado, ochenta organizaciones sociales y más de 300 personas, entre políticos, cargos públicos, intelectuales y activistas, pidieron la dimisión de la presidenta regional madrileña, la conservadora Isabel Díaz Ayuso, por haber atribuido, el pasado martes en el Parlamento autonómico, los contagios por coronavirus en el sur de Madrid "al modo de vida que tiene nuestra inmigración".

En el manifiesto los firmantes recuerdan que miles de migrantes han estado "trabajando en los hospitales, pasillos, recintos sanitarios y servicios esenciales ayudando a reducir los efectos de la pandemia".

"También hemos estado en el transporte de mercancías, cuidado de personas mayores, organizando y participando en los espacios de solidaridad vecinal y autorganización antirracista. Aportamos a contener la pandemia y a construir este país. No somos ni pobrecitos ni delincuentes, somos aporte vivo y constante”, señala el escrito.

MADRILEÑOS DE PRIMERA Y DE SEGUNDA

Ante esta polémica el alcalde de Madrid, el también conservador José Luis Martínez-Almeida, empleó sus redes sociales para asegurar que no existen "madrileños de primera y de segunda".

En estos momentos duros, aseguró, "tenemos que estar unidos los del sur, norte, oeste y este, aquí no hay madrileños de primera ni de segunda, de una zona o de otra sino un conjunto de madrileños que tenemos que luchar por nuestro futuro, apostar por vencer cuanto antes a esta pandemia".

"No estamos para controversias o para broncas, estamos para que todos juntos lo superemos lo antes posible", escribió el regidor madrileño en su cuenta de Twitter.

CRITERIOS ESTRÍCTAMENTE SANITARIOS

En medio de esta controversia, las principales sociedades científicas españolas que representan a 170.000 médicos pidieron hoy a los responsables políticos que basen su gestión de la pandemia en criterios "estrictamente sanitarios" y calificaron la situación actual de "muy preocupante".

Lo hicieron en un manifiesto firmado por 55 sociedades científicas que se dieron a conocer este sábado en la clausura del I Congreso Nacional COVID19 celebrado esta semana en Madrid.

Las sociedades científicas que lo firman -y que representan a un total de 171.356 profesionales sanitarios- ven imprescindible la "lealtad y colaboración entre partidos políticos e instituciones" y apelan a su responsabilidad "para alcanzar un clima de diálogo y consenso que permita adoptar las mejores decisiones y estrategias en la gestión de la pandemia".

Alida Juliani

(c) Agencia EFE