Madre encarcelada, acusada de acosar al policía de Miami-Dade que mató a su hijo enfermo mental

Hace dos veranos, un policía de Miami-Dade le advirtió a Gamaly Hollis sobre las continuas llamadas para tratar a su hijo enfermo mental, propenso a los arrebatos violentos y a blandir cuchillos y una pistola de aire comprimido ante vecinos recelosos.

“Si tiene algún problema con la forma en la que la Policía trata a su hijo, como el que tuvo la última vez, no nos llame”, le dijo el agente Jaime Pino a Hollis en una conversación grabada por la cámara corporal de otro policía. “No somos trabajadores sociales, somos policías”.

Luego, dijo “Se lo digo yo. Si su hijo me apunta con una pistola de aire comprimido o una de verdad, lo mataré, así que, si tiene algún problema con eso, no nos llame”.

Menos de un año después, ese mismo agente mató a Richard, el hijo de 21 años de Hollis, disparándole seis veces durante un enfrentamiento en el apartamento de la familia en Kendale Lakes.

Luego del tiroteo, Gamaly Hollis, desconsolada, salió a la calle y a las redes sociales para calificar al policía de “asesino”. Incluso se enfrentó a Pino en la escena del crimen. “Asesino”, le dijo. “Mataste a mi hijo”. Hollis fue detenida por acoso con agravantes, resistencia a la autoridad y allanamiento de morada.

El jueves por la mañana, se le pedirá a un juez de Miami-Dade que desestime los cargos. Los abogados de Hollis alegaron que constituye una violación de su derecho, amparado por la Primera Enmienda, a hablar libremente sobre un policía que en su opinión mató a su hijo innecesariamente.

Hollis ya había pasado casi un año en la cárcel después de haber sido declarada culpable de violar la orden de un juez de mantenerse alejada de Pino, quien después fue absuelto de cualquier delito en la muerte del hijo de Hollis. Está previsto que salga de la cárcel por esa condena.

Las madres de otros hijos adultos asesinados por las fuerzas del orden criticaron abiertamente la actuación de la policía, pero, de acuerdo con los abogados de Hollis, ella es la única acusada de acoso: el cargo se redujo a un delito menor y se desestimó el de allanamiento de morada. El delito de acecho conlleva la posibilidad de que Hollis pase casi un año en prisión y el cargo de resistencia a la autoridad conlleva la misma pena.

“Este Tribunal no debe permitir que la Fiscalía Estatal use como arma el estatuto de acoso de la Florida en este caso”, escribió una de las abogadas de Hollis, la defensora pública adjunta Chandra Sim, en una moción para desestimar los cargos. “Permitir el enjuiciamiento de casos como el que nos ocupa es una burla de los objetivos consagrados en nuestra Constitución, el sistema judicial y nuestras leyes”.

La moción añade que “El gobierno está eligiendo procesar a la señora Hollis de mala fe porque ella continúa ejerciendo su derecho de la Primera Enmienda a exponer su mala conducta en curso al público”.

Un historial de llamadas a la policía

Cuando un vecino de los apartamentos Peppermill llamó al 911 la noche del 15 de junio de 2022, los policías de la División Hammocks del la Policía de Miami-Dade conocían bien la dirección, pues habían estado allí varias veces.

Los registros de la Policía Estatal de la Florida (FDLE) muestran que Richard Breed Hollis había sido detenido dos veces anteriormente por cargos de resistencia a la autoridad sin violencia, agresión, agresión a un anciano y agresión a un agente de la ley. Los tres últimos cargos se deben a un incidente ocurrido el 5 de abril de 2021 en el que supuestamente había empujado al suelo a su vecino de 88 años.

La Policía había sido llamada al apartamento dos veces —el 24 de octubre de 2021 y el 14 de diciembre de 2021— luego de recibir reportes de que Richard Hollis había sufrido una sobredosis de pastillas. “Durante ese incidente”, escribieron los fiscales sobre el encuentro del 14 de diciembre de 2021, “se escuchó una lucha en el fondo... El despacho informó que Richard Hollis tenía una enfermedad mental y que había tomado 15 pastillas”.

El 10 de agosto de 2021, Pino fue uno de los pocos agentes enviados al apartamento de Hollis después de la llamada de un vecino. Entrevistada fuera de la vivienda, Gamaly Hollis dijo a los policías que su hijo podría tener una pistola de aire comprimido. Las grabaciones de las cámaras corporales de ese encuentro muestran a un grupo de policías claramente frustrados. En un momento dado, Pino le sugirió a Hollis que dejara de pedirle ayuda a la policía cuando su hijo se comportara mal, diciendo que los policías no son trabajadores sociales.

También le advirtió que, si su hijo iba armado cuando se enfrentara a la policía, “[...] voy a matarlo, así que, si tiene algún problema con eso, no nos llame”.

En un video de una cámara corporal en agosto de 2021, Gamaly Hollis, una madre de Kendale Lakes, habla con la policía de Miami-Dade sobre su hijo Richard, un enfermo mental. En un momento de la conversación, el policía Jaime Pino le advierte que las continuas llamadas para tratar con su hijo, a veces violento, podrían volverse mortales si este blandía un arma. Aproximadamente un año después, Pino le disparó y mató a Richard Hollis durante un enfrentamiento en el apartamento de la familia. Más tarde, Pino fue absuelto del cargo.

Casi un año después, un enfrentamiento entre Pino y Richard Hollis se desarrolló tal y como el policía había predicho.

El 15 de junio de 2022, según declaró Gamaly Hollis a FDLE, su hijo había estado “drogándose... y no había dormido”. Madre e hijo habían discutido porque Gamaly Hollis había “escondido todos los cuchillos de la casa y Richard Hollis buscaba ‘sus armas’”, escribieron los fiscales.

Cuando Gamaly Hollis regresó del trabajo esa noche, su hijo estaba cenando, con “dos grandes cuchillos de cocina sobre la mesa”, escribieron los fiscales. Los dos discutieron, “él se puso agresivo, rompió su teléfono celular y luego la empujó y la golpeó”.

“Richard Hollis le dijo que hoy era el día en el que la policía iba a matarlo”, escribieron los fiscales.

Cuando el policía Carle Blum llegó al apartamento de Hollis a las 8:23 p.m. esa noche, un compañero le advirtió por radio que no entrara sola. Pino, quien ya había estado antes en la casa, le dijo a Blum que Richard Hollis era un “violento 43” —código policial para una persona con enfermedad mental—. “Espere a otras unidades”, le dijo Pino, según una nota de la Fiscalía Estatal de Miami-Dade.

“Se puede oír a su madre suplicándole de fondo” según el memorando que los fiscales escribieron para explicar su decisión de no presentar cargos contra Pino. Se oye a Blum, la primera policía en llegar al lugar, pedirle repetidamente a Hollis que “abra la puerta” del apartamento. En la cámara corporal de Blum se oye a Richard Hollis decirle repetidamente que “saque el [expletivo] de aquí”.

“O abres la puerta o la rompo”, dijo, gritando.

Richard Hollis dijo “Solo para que las cámaras escuchen esto, sé que la sociedad está envenenando a la gente con muchos productos químicos en la comida, en el maíz, el trigo y la soya” y después “Voy a cortarme”.

“Una clara amenaza”

Pino llegó al complejo a las 8:31 p.m. Le informaron que era probable que Hollis estuviera empuñando un cuchillo. En cuestión de segundos, Pino empezó a darle patadas a la puerta del apartamento, según las imágenes de las cámaras corporales. Se le oyó gritar “Suelta el cuchillo”. En las imágenes de la cámara, “se puede ver un cuchillo en la parte inferior del video que sobresale por detrás de la puerta, a pulgadas del oficial Pino”, escribieron los fiscales.

“Me defenderé”, dijo Hollis gritando. “No me importa [palabrota] morir”. Los fiscales escribieron que Hollis estaba “adoptando una postura agresiva, con cuchillos en ambas manos”.

Un minuto después de su llegada, Pino disparó su pistola eléctrica contra Hollis, una vez y luego otra, de acuerdo con los registros. Tan solo unos segundos después, Pino le disparó a Hollis, quien se desplomó en el suelo y dejó caer uno de los cuchillos. El segundo cuchillo se encontró bajo su cuerpo.

Según la autopsia hecha el 16 de junio de 2022, Hollis había recibido seis disparos: dos en la parte superior del brazo derecho, en el lado derecho del abdomen, en el muslo derecho, en el muslo izquierdo y en el dorso de la mano. La causa de la muerte fue herida de bala. Aunque los reportes policiales y el memorando de la Fiscalía Estatal indicaban que Hollis había sido electrocutado, el reporte del forense “no mencionaba ninguna lesión coherente con el contacto o la penetración de las puntas de descarga eléctrica”, escribieron los fiscales.

La autopsia de Hollis reveló la presencia de marihuana y antihistamínicos en su cuerpo sanguíneo.

Los fiscales declinaron presentar cargos contra Pino, que había sido objeto de una investigación de la FDLE, en un “memorando de cierre” fechado el 12 de abril de 2023. Este tipo de investigaciones son habituales tras los tiroteos en los que se ven implicados agentes del orden.

Jaime Pino, policía de Miami-Dade, durante una aparición en un programa de YouTube centrado en las tácticas policiales y las armas. Fue absuelto de cualquier delito en un tiroteo el año pasado de un hombre con una enfermedad mental en Kendale Lakes, pero la madre de ese hombre lanzó una campaña acusándolo de matar innecesariamente a su hijo.
Jaime Pino, policía de Miami-Dade, durante una aparición en un programa de YouTube centrado en las tácticas policiales y las armas. Fue absuelto de cualquier delito en un tiroteo el año pasado de un hombre con una enfermedad mental en Kendale Lakes, pero la madre de ese hombre lanzó una campaña acusándolo de matar innecesariamente a su hijo.

Hollis, escribieron los fiscales, podría haber sido detenido esa noche por agresión con agravantes con un arma mortal, usada contra un agente de la ley. Pino no sacó su pistola sino hasta que llegó a la conclusión de que su pistola paralizante no surtiría efecto y después de que Hollis lo acorralara en la cocina.

“Las declaraciones y acciones de Richard Hollis esa noche representaban una clara amenaza para el policía Pino y Gamaly Hollis”, escribieron los fiscales.

Una madre en duelo busca respuestas

Lo que ocurrió después del tiroteo es objeto de controversia. La Policía dijo que Gamaly Hollis visitó repetidamente la subestación de Hammocks para “enfrentarse” a Pino. Hollis insistió en que visitó la división para solicitar copias de su investigación sobre la muerte de su hijo y para hablar con él.

En la audiencia sobre la solicitud de Pino de una orden judicial de acoso contra Gamaly Hollis, la sargento Stephanie Llamas dijo que Hollis visitó la división varias veces poco después del tiroteo. Normalmente, dijo Llamas, después de que le dijeran que Pino no estaba presente, “se sentaba en el vestíbulo. Echaba un vistazo y se marchaba”.

En una ocasión, sin embargo, Llamas habló con ella en el estacionamiento. Hollis “me dijo que él había asesinado a su hijo y que quería verlo”, dijo Llamas. “Estaba alterada; estaba llorando un poco”.

“No puedes seguir viniendo aquí”, dijo Llamas que le dijo a la madre. “Como que no es sano; no es saludable para ti y no es saludable para el agente Pino”.

Según los procedimientos operativos de la Policía de Miami-Dade Pino debería haber sido marginado mientras los fiscales y la FDLE investigaban el tiroteo, argumentaron los abogados de Hollis en un alegato judicial. “El propósito de la norma es ‘proteger los intereses de la comunidad cuando los empleados puedan haber excedido el ámbito de su autoridad en sus acciones o en su uso de la fuerza y proteger a los empleados que no hayan excedido el ámbito de su autoridad de posibles enfrentamientos con la comunidad’”.

El policía se convirtió en capacitador

Pino no solo no se limitó al trabajo de oficina mientras se investigaba el tiroteo, sino que los archivos muestran que el departamento lo nombró oficial capacitador.

Pino siguió patrullando el vecindario en donde vivía Hollis y se encontró con él el 22 de agosto de 2022. Pino estaba trabajando como refuerzo en el lugar de un delito. Era el primer día de Pino como agente de campo en prácticas y lo acompañaba un agente subalterno. Hollis detuvo su auto cerca de él y bajó la ventanilla.

“Empezó a gritar en español que yo era un asesino, que había matado a su hijo”, dijo Pino en la audiencia en la que se solicitó una orden de alejamiento contra Hollis. Se ordenó a Hollis que se fuera y así lo hizo, pero volvió más tarde, cuando Pino ya se había ido.

Hollis dijo en la audiencia, sin abogado, que se dirigía al cementerio para depositar flores en la tumba de su hijo cuando vio a Pino entre un grupo de agentes.

“Veo al asesino de mi hijo...”, dijo. Hollis dijo que “decidió enfrentarse a él y decirle [cómo se sentía] como madre”.

“Tú mataste a mi hijo”, le dijo Hollis a Pino repetidamente en español, según la cámara corporal del policía Michael J. Curran, presente en la escena.

“Tal vez si hubieras hecho un mejor trabajo no habría habido problemas”, se captó a Pino respondiendo.

El 15 de diciembre de 2022, el teniente de la Oficina de Cumplimiento Profesional Matthew McGarey presentó una queja por descortesía contra Pino por ese intercambio, citando la grabación de la cámara corporal de Curran como prueba de la mala conducta de Pino.

El departamento de policía de Miami-Dade estuvo de acuerdo, según un memorando de cumplimiento profesional del 10 de enero de 2023 en el que se afirmaba que “se observó al policía Jamie Pino siendo descortés con la señora Gamaly Hollis”.

Pino recibió “asesoramiento informal”, de acuerdo con el memorando.

Tras su detención por acoso, Hollis trasladó su misión de su vecindario a las redes sociales. Compartió fotos que obtuvo de las cuentas de Pino de él y su familia. El 7 de noviembre de 2022, Pino recibió una orden judicial de un año, ordenándole a Hollis que se mantuviera alejada de él y dejara de publicar sus fotos en las redes sociales.

Cuando la jueza Luise Krieger-Martin le preguntó por qué publicaba fotos de Pino, Hollis dijo “Para que la gente sepa quién fue el asesino de mi hijo”. Cuando la jueza le preguntó por qué había incluido a su familia, ella dijo “Se estaba riendo [en] mi cara de cómo había matado a mi hijo; se estaba riendo de mí, de cómo mató a mi hijo”.

“Era mi único hijo”, dijo Hollis en la audiencia. Después del tiroteo, testificó, tuvo que “limpiar toda la sangre que [Pino] dejó delante de mí”.

Pero el 8 de abril de 2023, Hollis publicó una foto de la casa de Pino —con su auto marcado de la Policía de Miami-Dade— en su cuenta de Facebook, según muestran los registros. El pie de foto decía simplemente “Adiós”.

Pero fue Hollis quien se fue: fue condenada por violar la orden judicial el 1 de agosto de 2023 y ha estado en la cárcel desde entonces.

Esta historia fue producida con el apoyo financiero de Esserman Family Foundation en asociación con Journalism Funding Partners. Miami Herald mantiene el pleno control editorial de este trabajo.