México comprará piedras y contratará más médicos en controvertido esfuerzo para ayudar a Cuba

Cuba exportará piedras para el Tren Maya de México, el más reciente salvavidas ofrecido por el gobierno de izquierda de Andrés Manuel López Obrador al atribulado país comunista.

El presidente mexicano también prometió liderar una campaña para presionar a Estados Unidos para que elimine el embargo a Cuba durante una visita de alto perfil del líder cubano Miguel Díaz-Canel al estado mexicano de Campeche durante el fin de semana. Las piedras formaran parte del balasto de vía, el lecho sobre el que se asientan las traviesas y los rieles del ferrocarril.

El balasto de vía importado de Cuba cubrirá el 15 por ciento de las más de 900 millas del controvertido proyecto ferroviario, informaron medios estatales cubanos. Las piedras provienen de una mina en la provincia de Cienfuegos, y los trabajadores del puerto comenzaron a cargar las primeras 25.000 toneladas para su envío en enero, informó la Agencia Cubana de Noticias. El proyecto del Tren Maya ha estado bajo escrutinio por su impacto en sitios arqueológicos y áreas naturales protegidas.

Durante la visita de Díaz-Canel, las autoridades mexicanas anunciaron que contratarán a 100 médicos cubanos además de los 610 que ya trabajan en localidades remotas de México. Y López Obrador dijo que encabezará una campaña contra el embargo de Estados Unidos a Cuba.

“Vamos a continuar demandando que se quite el bloqueo a Cuba, que es inhumano”, dijo López Obrador. “Yo ofrezco al Presidente Miguel Díaz-Canel que México va a encabezar un movimiento más activo para que nos unamos todos los países y se defienda la independencia, la soberanía de Cuba”.

Los líderes de ambos países han estrechados sus vínculos durante cinco encuentros desde que ambos asumieron sus cargos en 2018. El sábado, López Obrador entregó a su homólogo cubano la medalla del Águila Azteca, la máxima distinción a los dignatarios extranjeros, un gesto considerado “deplorable” por el partido de oposición PAN. Un grupo de políticos, académicos y activistas de izquierda también escribieron una carta condenando la decisión, escribiendo que “no hay dictaduras de izquierda aceptables” y llamando a Díaz-Canel “un dictador”.

La alianza ha resultado útil para Díaz-Canel en un momento en que el país enfrenta una mayor presión internacional por el encarcelamiento de cientos de manifestantes pacíficos y un panorama económico sombrío.

El gobierno mexicano ya ha chocado con la administración Biden por sus políticas hacia Cuba y las sanciones económicas conocidas como el embargo. El lunes, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, descartó que el tema generaría fricciones con Estados Unidos.

“No es un afán por molestar a Estados Unidos o tener fricciones con Estados Unidos; no es la idea”, dijo. “Tienes una mayoría progresista en América Latina: Brasil, Colombia, Bolivia, México, Chile, Honduras, Cuba y Venezuela, que ahora está en un proceso de negociación. Entonces, decimos que vamos a iniciar diálogos”.

Durante una conferencia de prensa a la que asistieron Díaz-Canel y médicos cubanos que trabajan allí bajo un programa del gobierno cubano que Estados Unidos ha calificado como trata de personas, López-Obrador también criticó la inclusión de Cuba en la lista que mantiene el Departamento de Estado de los países patrocinadores del terrorismo. En ese contexto, el presidente mexicano dijo el gobierno cubano es “profundamente humano”.

Cuba atraviesa la peor crisis económica desde el fin de la Unión Soviética. La visita de Díaz-Canel a México y luego a Belice el domingo tuvo como objetivo ampliar el programa de servicios médicos bajo el cual los médicos cubanos son enviados a países extranjeros, lo que se ha convertido en una importante fuente de ingresos para el gobierno.

Según una demanda contra la Organización Panamericana de la Salud presentada por médicos que desertaron de las misiones oficiales, el gobierno cubano restringe los movimientos de los médicos en el país extranjero y se embolsa la mayor parte de sus salarios.