Máxima de Holanda deja a todos boquiabiertos

Después de un tiempo preocupados por Máxima de Holanda, la reina neerlandesa ha vuelto a triunfar. Últimamente las noticias la carismática Máxima siempre hablaban de su mala cara, de su extrema delgadez, o de que había perdido su espléndida sonrisa. Ahora Máxima ha vuelto a dejar a todos boquiabiertos.

En una noche muy especial para Holanda, en el concierto de homenaje a las víctimas de la II Guerra Mundial, Máxima brilló como nadie. La reina llevaba el pelo suelto de una forma muy favorecedora. Lució una melena en ondas suaves, casi surferas. Una melena muy juvenil. El otro gran acierto de la reina fue su atuendo. Máxima eligió un llamativo vestido con adornos dorados. El modelo de su firma fetiche, Natan, logró que una sonriente Máxima aún brillara más. Sus largas piernas, que ahora que la reina ha cogido un poco de peso, se veían bien firmes y moldeadas. El toque final era un remate perfecto: unos zapatos Jimmy Choo dorados y de fino y alto tacón.

La reina Máxima estaba espléndida y apenas necesitó un maquillaje natural para lucir su belleza. De joyas, lo justo. Una pulsera de diamantes y un par de anillos. Nada más.

El público asistente al acto esperaba ansioso la aparición de la reina. Al llegar, Máxima recibió un sinfín de vítores y aplausos. En su brazo un chal por si luego hacía frio. Con una de sus manos sujetaba un pequeño bolso dorado, con la otra no paraba de saludar. La obsequiaron con un ramos de flores lilas y verdes, muy campestre. Máxima no dejó de sonreir ni un momento, se la veía feliz, o muy feliz. Sus súbditos también estaban contentos, o muy contentos. Todos quieren a Máxima así, sonriente, resplandeciente, saludable. Máxima ha vuelto a triunfar.