La Máquina respira

Arturo Sanguino

CIUDAD DE MÉXICO, marzo 12 (EL UNIVERSAL).- Cruz Azul despertó en casa y, luego del ridículo de la semana pasada, respira, se mete en zona de Liguilla y todo gracias al triunfo por la mínima (1-0) sobre los Pumas.

Gracias a las bondades del campeonato, la victoria catapulta a La Máquina, que ahora deberá buscar ser regular si es que quiere mantenerse en zona de clasificación.

Y Pumas regresa a Ciudad Universitaria sobre piernas tambaleantes, con un técnico que poco a poco pierde credibilidad y que quizá no llegue al próximo fin de semana.

Aunque los tres puntos se los quedó Cruz Azul, eso no oculta que ambos equipos tienen un grave problema: la falta de puntería, la contundencia.

Alonso Escoboza fue el responsable de la única anotación del juego. Uriel Antuna lanzó, con túnel incluido a Ignacio Rivero, quien recortó dentro del área y mandó el balón a segundo poste, donde Escoboza apareció solo y de volea impactó para vencer a Sebastián Sosa (83’).

Todo esto ocurrió con ocho jugadores universitarios en el área. Todos paralizados y sin idea de marca.

El gol tardó en llegar; sin embargo, pudo aparecer antes, el obstáculo era el último y decisivo toque.

En un juego con espacios, La Máquina se cansó de fallar frente al arco de Sebastián Sosa con centros muertos, disparos arriba o a un costado del arco. Carlos Rotondi tuvo las jugadas más claras. Primero con un disparo potente que el arquero de los felinos desvió a tiro de esquina. Posteriormente, en un desborde por la banda de la izquierda, se quedó frente a Sosa e hizo lo más difícil, que el balón pegara en el poste, pese a tener tiempo y espacio para rematar cruzado.

Por parte de Pumas, Ulises Rivas se encargó de perdonar a Jesús Corona en un mano a mano que terminó con el balón por encima de la portería.

Así, Cruz Azul llega a 13 puntos que lo colocan, por ahora, dentro de los primeros ocho de la tabla.

Mientras que Pumas sigue sobreviviendo en una crisis de resultados, hecho que tiene sobre las cuerdas al técnico Rafael Puente, quien se resiste a salir de su zona de confort.