¿Por qué siempre hay luna llena en Semana Santa?
Aunque la Semana Santa, un periodo de gran significado religioso para la comunidad cristiana, no tiene una fecha fija, casi siempre se celebra entre el 22 de marzo y el 25 de abril. Esta variación no es casual, sino que tiene su origen en un antiguo acuerdo que une lo astronómico con lo religioso. En 2025, por ejemplo, esta festividad comenzó el 13 de abril y terminará el 20 de abril, coincidiendo como siempre con la luna llena de primavera.
Esta sincronía con el ciclo lunar se remonta al año 325 d.C., cuando el Concilio de Nicea estableció que el Domingo de Resurrección debía celebrarse el primer domingo después de la primera luna llena posterior al equinoccio de primavera. Es decir, no depende del calendario solar, sino del lunar, lo que explica por qué cada año cae en una fecha distinta.
El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, seguido del Viernes y el Sábado Santo, que a menudo coinciden con la luna llena o se celebran muy cerca de ella. Este vínculo con la luna no es exclusivo del cristianismo: el judaísmo, por ejemplo, también se basa en el calendario lunar para determinar la Pascua judía. De hecho, en sus orígenes, la Iglesia cristiana quiso que su Pascua coincidiera con la judía, como forma de reflejar los acontecimientos que, según la tradición cristiana, ocurrieron después de la Última Cena y la crucifixión.
Un símbolo clave de las celebraciones religiosas
La elección de la luna como referencia para una festividad tan relevante demuestra hasta qué punto los ciclos naturales han influido en las celebraciones religiosas desde tiempos ancestrales. Y aunque el 19 de abril es la fecha que más veces se repite a lo largo de los siglos, las fechas más tempranas o tardías, el 22 de marzo y el 25 de abril, son extremadamente raras, apareciendo solo unas pocas veces por milenio.
La luna llena sigue siendo un símbolo clave en la Semana Santa, aportando un impacto visual único durante las procesiones y celebraciones religiosas en España y el mundo. Su luz brillante, especialmente durante la noche, crea un contraste impresionante que realza la solemnidad y la belleza de estos actos. En algunas culturas, se considera incluso que la luna llena durante la Pascua es algo positivo.
En definitiva, la Semana Santa es mucho más que una conmemoración religiosa: es también una tradición profundamente conectada con los ritmos del universo.