Quién es Luis Arce, el presidente de Bolivia que paso de ser artífice del “milagro económico” a gobernar en crisis permanente

Luis Arce rodeado de seguidores, ayer, después del levantamiento
Luis Arce rodeado de seguidores, ayer, después del levantamiento - Créditos: @Juan Karita

LA PAZ.- Luis Arce, el actual presidente de Bolivia, enfrenta uno de los momentos más críticos de su mandato en medio de una intensa crisis política y económica y luego de enfrentar ayer lo que denominó como un intento de “golpe de estado” contra su gobierno después de que las fuerzas armadas tomaran la plaza central de La Paz y un vehículo blindado embistiera la entrada del palacio presidencial.

Conocido por su papel en el “milagro boliviano” como ministro de Economía durante la presidencia de Evo Morales, Arce ahora se encuentra en el centro de un torbellino que amenaza con desestabilizar su gobierno.

El presidente boliviano, Luis Arce, a la izquierda, camina con el exmandatario Evo Morales en una marcha en El Alto, Bolivia, el 29 de noviembre de 2021.
El presidente boliviano, Luis Arce, a la izquierda, camina con el exmandatario Evo Morales en una marcha en El Alto, Bolivia, el 29 de noviembre de 2021. - Créditos: @Juan Karita

Arce y Morales, que alguna vez fueron aliados y colegas, se han convertido desde entonces en rivales políticos. Ambos aspiran a ganar la presidencia en las elecciones del próximo año y cada uno lidera una facción del partido político dominante Movimiento al Socialismo (MAS).

El incidente de ayer se suma a la creciente tensión en el país, que ha visto protestas en las calles y el conflicto abierto con Evo Morales, por el control de MAS.

Arce, de 60 años, ha estado en el cargo desde 2020, cuando ganó decisivamente las elecciones tras una polémica votación en 2019, que llevó a violencia social y a la renuncia del entonces presidente socialista, Evo Morales. Las luchas internas del partido han alimentado las protestas, al igual que la escasez de dólares y combustible.

AME6897. LA PAZ (BOLIVIA), 26/06/2024.- Militares permanecen frente a la sede del Gobierno de Bolivia, este miércoles en La Paz (Bolivia). El presidente de Bolivia, Luis Arce, nombró en la sede del Ejecutivo a nuevos comandantes del Ejército boliviano en medio de un movimiento militar que calificó de

Economista pragmático con estudios en Londres, Arce proviene de la izquierda más tradicional boliviana y siempre se ha considerado anti-neoliberal. Durante su carrera, realizó gran parte de su labor en el Banco Central de Bolivia desde 1987 hasta 2006. Posteriormente, fue designado por Morales como ministro de Economía en 2006, dirigiendo la economía del país andino durante más de una década.

Autor del “Milagro boliviano”

Sus partidarios le atribuyen el “milagro” del crecimiento de Bolivia en la década de 2000, que sacó a muchos de la pobreza en una de las naciones más empobrecidas de Sudamérica.

Con Morales como presidente, Arce capitaneó lo que se llamó el “milagro boliviano”, un alto crecimiento económico del país gracias a los ingresos extraordinarios por las exportaciones de gas tras la nacionalización de los hidrocarburos en 2006.

Las reformas liberales de la década de 1990 habían colocado al país como potencia energética y Bolivia pasó de ser un país de ingresos bajos a uno de ingresos medios, según el Banco Mundial. La extrema pobreza cayó al 15%, se construyeron carreteras y teleféricos y las ciudades se expandieron. Pero estos ingresos comenzaron a caer en 2014.

El presidente boliviano Luis Arce asiste a un ritual indígena antes de pronunciar su discurso anual sobre el estado de la nación en el palacio presidencial de La Paz, Bolivia, el 22 de enero de 2024.
El presidente boliviano Luis Arce asiste a un ritual indígena antes de pronunciar su discurso anual sobre el estado de la nación en el palacio presidencial de La Paz, Bolivia, el 22 de enero de 2024. - Créditos: @Juan Karita

Desafíos en la presidencia

Al llegar a la presidencia, en noviembre de 2020, su principal desafío era sacar al país de lo que él mismo tachó como la peor recesión en 40 años debido a los conflictos sociales, políticos y a la pandemia.

La elección de Arce en 2020 pareció traer estabilidad política después de que las elecciones anuladas de 2019 fueran seguidas por la renuncia de Morales, la violencia sangrienta y la presidencia interina de un año de Jeanine Áñez, una congresista de derecha que asumió el poder después de que Morales abandonara el país.

Sin embargo, como presidente, Arce ha luchado por administrar una escasez de dólares que ha afectado a la economía y ha llevado a las agencias calificadoras de riesgo a rebajar la calificación de la deuda de Bolivia hasta llegar a territorio “basura”.

Arce ha enfrentado problemas económicos por la falta de liquidez de dólares, un problema que comenzó a notarse en 2014 pero que se agudizó una década después, cuando ya ocupaba la Presidencia y empezó a usar las reservas nacionales para mantener el tipo de cambio.

La producción de gasolina y diésel que cubrían la mitad del consumo interno en 2014 ahora se importa en un 86% del diésel y el 56% de gasolina, lo que se atribuye a la falta de inversiones en exploración y el agotamiento de los campos.

Mientras tanto, la población se queja de los precios altos de algunos alimentos, que el gobierno atribuye a factores climáticos y al contrabando hacia Perú y Argentina. Las protestas no solo se han agudizado sino que van a continuar, algo que, según expertos, podría poner en jaque la estabilidad política y social y agudizar los problemas económicos.

Protestas en Bolivia
Protestas en Bolivia

En el terreno político, sus problemas comenzaron al perder el control de la Asamblea Legislativa tras la fractura del oficialista MAS cuando Morales anunció en 2023 su intención de postularse de nuevo a la presidencia en las elecciones de 2025. Arce tiene las mismas expectativas y el aval constitucional para buscar la reelección.

En noviembre, Arce pronunció un discurso cargado de críticas a quienes se oponen a su gestión y “sueñan con nuevos golpes de Estado”. No se refirió directamente a ningún político con nombre, pero aseguró que “hay quienes apuestan a la guerra contra el gobierno” y mencionó “sabotajes” de quienes “siembran odio y violencia”.

Luis Arce, conocido por su perfil bajo y su enfoque tecnocrático, se enfrenta ahora a uno de los desafíos más grandes de su carrera política. Desde la plaza central de La Paz hasta las calles de las ciudades bolivianas, su liderazgo es puesto a prueba diariamente en un país que busca estabilidad en medio de la incertidumbre.

Agencias AP y Reuters