Los padres de una niña con cáncer aseguran que el beso del Papa ha hecho que mejore su estado

Los padres de una niña con cáncer aseguran que su hija a mejorado después de que el Papa la besara. A finales de septiembre, el sumo pontífice visitó Estados Unidos, y una de las imágenes más impactantes de su gira fue la que precisamente protagonizó la pequeña Gianna Masciantonio, aupada para que pudiera recibir la bendición papal.

Giana, de tan solo un año de edad, sufre un raro tumor llamado xantogranuloma sistémico, que le fue detectado incluso antes de que naciera. Este problema es inoperable y los doctores apenas le dieron semanas de vida cuando vino al mundo.

Pero de esa mala noticia hace más de un año. “Su vida está siendo un milagro”, confiesan su padre, Joe Masicantonio, a la cadena de televisión ABC News. “Los médicos nos aconsejaron ir a casa con ella y esperar que lo pero sucediera en días”.

En vez de resignarse, lucharon. Para aliviar el sufrimiento de Giana, sus padres pidieron a los médicos que la operaran y drenaran el exceso de liquido que tenía en la cabeza. La intervención duró 11 horas, y en ella los médicos pudieron ver dónde se encontraba el tumor, pero no pudieron extraerlo porque se encuentra en un lugar muy delicado: cualquier mínimo fallo podría hacer que la niña dejara de respirar.

Así que el cuadro médico, animados por los padres, decidió someter a la niña a quimioterapia. En las primeras sesiones, el estado de la pequeña no mejoró.Pero parece que algo cambió a finales de septiembre. Casualidad o no, el tamaño del tumor empezó a menguar justo después del beso de Francisco.

Los padres de Giana, católicos devotos, no se atreven a denominar a esta mejora como ‘un milagro’, porque no quieren robar protagonismo al equipo médico del Hospital Infantil de Filadelfia y al Hospital Infantil de Texas, pero aseguran que el cambio a mejor se produjo tras el encuentro.  

Kristen, la madre de la niña, recuerda que estaba muy nerviosa el día que vio al Papa. El encuentro se produjo durante las jornadas de la familia que tuvieron lugar en la ciudad de Filadelfia, y no fue nada oficial: la muchedumbre simplemente fue pasando a Giana de brazo en brazo hasta que llegó al Papa, que la recogió y besó.

“Lo que sí fue un milagro es que el Papa la pudiera sostener y besar. Fue la forma que tuvo Dios de decirnos que estaba con nosotros, que no estábamos solos en todo este trance”, resume Kristen.

Tanto Kristen como Joe aseguran que van a seguir luchando por su hija, aunque el tumor siga siendo inoperable. “Ella es el bebé más fuerte que he visto en mi vida. Es nuestra inspiración”.

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