Los objetos voladores que llevan internet a lugares remotos y a zonas de desastre

Estos enormes globos de politileno son el corazón del Proyecto Loon, que comenzó sus operaciones en 2011 para llevar internet a las regiones más remotas del planeta. (Captura de Pantalla Loon)
Estos enormes globos de politileno son el corazón del Proyecto Loon, que comenzó sus operaciones en 2011 para llevar internet a las regiones más remotas del planeta. (Captura de Pantalla Loon)

Las inundaciones en Perú de 2017 fueron clave para demostrar si unos globos con forma de medusas gigantes eran capaces de resolver problemas en situaciones de desastre o si se trataba sólo de otra idea descabellada del laboratorio secreto de Google.

La accidentada geografía peruana había quedado anegada con las peores lluvias en una década, que dejaron al menos 70 muertos, 150 viviendas destruidas y 100 puentes colapsados. Era imperativo restablecer la comunicación con las regiones aisladas para evaluar los daños y salvar vidas.

El proyecto experimental Loon entró en escena al liberar siete globos a 20 kilómetros de altura y permitir la conectividad entre decenas de miles de personas afectadas por el cambio climático.

El reto de conectar al mundo

Loon nació de la compañia X de Google, que se dedica a la creación de “nuevas tecnologías radicales para resolver los problemas más difíciles del planeta”.

Uno de esos obstáculos es conseguir una manera sostenible de garantizar internet a la mitad de la población mundial que aún no la tiene. Y su solución es utilizar una red de globos en el cielo para expandir la conectividad, cubrir los lugares sin cobertura y permitir el funcionamiento de los sistemas de comunicación en casos de desastres.

Christopher Schuster, Manager of The Project Loan Lab at Google, works on a flight electronics system for the Loon balloons inside the top secret Google X research lab. (Photo by Brooks Kraft LLC/Corbis via Getty Images)
Christopher Schuster, gerente del Proyecto Loon de Google, trabaja en los sistemas de vuelo electrónico de los globos dentro del laboratorio de investigación super secreto. (Foto Brooks Kraft LLC/Corbis vía Getty Images)

Perú tuvo la visión de permitir el uso de su espacio aéreo para las pruebas de Loons desde 2014. En 2016, un equipo de vuelo logró mantener uno de sus globos volando durante 98 días. Y cuando las precipitaciones tomaron por asalto a Perú entre marzo y abril de 2017, dañando infraestructuras claves para las telecomunicaciones, Loon demostró que podía ofrecer servicios de telefonía e internet donde fuese necesario, sin importar lo que estuviera ocurriendo en la tierra.

Gracias a la alianza con la firma española Telefónica, Loon colocó en red 7 globos en la estratósfera y permitió servicios básicos de internet móvil en las áreas más afectadas. El servicio se expandió a 40.000 km2 del territorio peruano y permitió el uso de 160GB, suficientes para enviar unos 30 millones de mensajes de Whatsapp o 2 millones de emails.

Luego llegó la hora de socorrer a Puerto Rico, luego de que el Huracán María destruyó lo que encontró a su paso y mató a unas 3.000 personas. Toda la red de telecomunicaciones quedó fuera de servicio.

El proyecto Loon lanzó los globos desde Nevada, Estados Unidos, y los envió a Puerto Rico usando algoritmos de aprendizaje automático para conectar a las personas afectadas por el huracán María (Captura de Pantalla Loon)
El proyecto Loon lanzó los globos desde Nevada, Estados Unidos, y los envió a Puerto Rico usando algoritmos de aprendizaje automático para conectar a las personas afectadas por el huracán María (Captura de Pantalla Loon)

La Comisión Federal de Comunicaciones otorgó un permiso especial experimental para que los expertos de Loon se pusieran en acción. Días después, crearon alianzas con AT&T y T-Mobile para ofrecer acceso básico de internet a unos 100 mil puertoriqueños.

A diferencia del caso peruano, los técnicos de Loon tuvieron que comenzar de cero para lograr que las telefónicas enviaran una señal inalámbrica de internet hasta los globos que tuvieron que ser enviados desde distintos lugares de Estados Unidos.

Los globos son capaces de subir 20.000 metros, permanecer en la estratósfera unos 100 días antes de bajar a tierra. Su amplia superficie flexible hecha de polietileno podrían cubrir el espacio de una cancha de tenis.

Sueños en acción

Las capas tectónicas peruanas volvieron a estremecerse a finales de mayo con un terremoto de una magnitud de 8 grados. Y una vez más, los globos de Loon permitieron que las personas de las regiones golpeadas por el desastre natural pudieran usar sus teléfonos móviles 48 horas después.

En este nuevo reto, Loon vinculó 10 globos para ofrecer data pero también de voz a unas 20 mil personas.

El CEO de Loon, Alastair Westgarth, reveló en el blog corporativo que en el momento del terremoto habían negociado durante meses con Telefónica para extender el acceso a internet a zonas aisladas de Perú, específicamente en los lugares más remotos del Amazonas, utilizando sus globos.

La respuesta fue inmediata porque sólo tuvieron que redirigir los globos utilizados para las pruebas con Telefónica a las áreas afectadas. Westgarth aseguró que más globos vienen en camino para conectar el extenso territorio peruano.

"En el último mes esos esfuerzos se han acelerado al punto de que hemos comenzado a instalar infraestructura y a probar de manera intermitente con los globos que llevan el servicio LTE a la región. El progreso es muy alentador".