Los iraquíes votan en las primeras elecciones tras la derrota del Estado Islámico

En la imagen, una mujer iraquí en un centro electoral en Bagdad, el 12 de mayo de 2018. REUTERS/Thaier al-Sudani

Por Maher Chmaytelli y Raya Jalabi

BAGDAD/MOSUL, Irak (Reuters) - Los iraquíes votaban el sábado por primera vez desde la derrota del Estado Islámico el año pasado, con el primer ministro Haider Abadi, aliado de Estados Unidos e Irán, tratando de esquivar a los poderosos grupos chiíes que acercarían al país a Teherán.

Más de 24 millones de iraquíes estaban facultados para votar sobre una población de 37 millones de personas. A los comicios, en los que se renovará el Parlamento, se presentaron más de 7.000 candidatos en las 18 provincias del país, para un total de 329 escaños.

Los iraquíes se mostraban orgullosos por la perspectiva de votar por cuarta vez desde la caída del dictador Sadam Husein, pero también dijeron que tenían escasas esperanzas de que estas elecciones legislativas lograran estabilizar a un país golpeado por conflictos, dificultades económicas y corrupción.

Periodistas de Reuters señalaron que la participación electoral parecía ser baja en varios colegios electorales en Bagdad, así como en Faluya al oeste de la capital y en Basora al sur.

Los ganadores de las elecciones tendrán que lidiar con las consecuencias de la decisión del presidente Donald Trump de retirar a Estados Unidos del tratado nuclear con Irán, una medida que los iraquíes temen que convierta a su país en un escenario de conflicto entre Washington y Teherán.

Abadi, que llegó al poder hace cuatro años después de que el Estado Islámico arrasara con un tercio del país, ha conducido cuidadosamente la relación de Irak con ambos países. Estados Unidos proporcionó apoyo militar al ejército iraquí para derrotar al Estado Islámico, mientras que Irán respaldó a las milicias chiíes que lucharon en el mismo bando.

Pero ahora que la campaña ha terminado, Abadi se enfrenta a la amenaza política de parte de dos principales competidores: su predecesor Nuri al Maliki y el líder del principal grupo paramilitar chií, Hadi al Amiri, que están más cerca que él de Irán.

Los tres principales grupos étnicos y religiosos - la mayoría chií, la minoría suní y los kurdos- han rivalizado durante décadas y las divisiones siguen siendo profundas.

Abadi es considerado el favorito por los analistas, pero la victoria está lejos de darse por asegurada.