Los insultos racistas de un simpatizante de Trump contra un puertorriqueño que hablaba español con su madre
Casos de desplantes racistas e intolerantes protagonizados por simpatizantes de Donald Trump en contra de personas de minorías en Estados Unidos se han registrado con deplorable frecuencia, si bien varias de ellas han sido registradas en video y denunciadas en las redes sociales y los medios de comunicación masiva.
Un nuevo ejemplo fue la catarata de insultos que un hombre en silla de ruedas, solamente identificado como ‘Mike’, lanzó contra Héctor Torres, de origen puertorriqueño, nacido en Brooklyn y residente en Orlando, por la única razón de que el boricua estaba hablando por teléfono en español con su madre.
Torres esperaba en el aeropuerto de Reno (Nevada) abordar un vuelo con destino a Los Ángeles y aprovechó ese tiempo para hablar telefónicamente en español, la lengua natal de su madre, al parecer nacida en Puerto Rico y que ahora vive en Florida. Entonces, de acuerdo al portal Buzzfeed, ‘Mike’ comenzó a lanzarle frases insultantes y racistas, entre ellas ‘pedazo de mierda’, ‘hijo de puta’ en un arrebato que duró ocho minutos.
Todo porque ‘Mike’ escuchó la conversación telefónica de Torres y su madre y al parecer no pudo soportar que esa charla, que era privada, en voz baja según el propio Torres, y que no lo aludía a él, estuviese siendo realizada en español.
Al principio Torres habría tratado de ignorar al vociferante ‘Mike’, pero cuando el sujeto dijo “Trump va a arreglar esto. Él no entiende que esto son los Estados Unidos de Trump ahora”, Torres no pudo más, colgó con su madre y comenzó a grabar con su celular un video del incidente.
Torres al parecer pensó que ‘Mike’ era un veterano de guerra, por el hecho de que estaba en silla de ruedas y por su comentario de que había “peleado por este país” y señaló que nunca se propuso confrontarse con el sujeto. Pero cuando Torres le comentó, quizá en un afán de lograr empatía, que en su familia también hay personas que sirvieron en las fuerzas armadas e incluso resultaron mutiladas en combate, ‘Mike’ contestó con una nueva sarta de insultos.
Otras personas en el lugar que le pidieron calma también fueron objeto de su ira verbal.
Para documentar el asunto y para protegerse si el asunto fuera a mayores, Torres siguió grabando y preguntándole, a veces con un cierto tono risueño, por qué ‘Mike’ lo insultaba de esa manera. Eso sacó aún más de sus casillas al hombre y su respuesta fueron más insultos.
Luego, Torres le preguntó al sujeto por quién había votado. ‘Mike’ le respondió con nuevas palabras altisonantes que eso no era de su incumbencia e incluso le soltó un manotazo a Torres.
La discusión continuó y cuando Torres le pidió a ‘Mike’ que le explicara directamente por qué estaba haciendo todo eso, recibió como respuesta que porque “estaba hablando ese jodido español aquí donde todos los demás son jodidos estadounidenses angloparlantes”. Es decir, xenofobia y racismo crudos. El hombre incluso en un momento trató de golpear a Torres con una de las muletas que llevaba consigo.
Se desconoce si ‘Mike’ estaba molesto por algo más y canalizó su ira contra el español y Torres, o si en efecto es una suerte de fanático xenófobo. Pero cuando oficiales de seguridad intervinieron y le pidieron que se calmara, ‘Mike’ optó por hacerse la víctima y dijo que era Torres el que “estaba acosándolo a él”.
La prueba documental del video, con todo, fue poderosa, pues de acuerdo a Buzzfeed cuando Torres mostró la grabación a las autoridades, éstas le indicaron que podían arrestar a ‘Mike’. Torres prefirió no presentar ningún cargo.
En una entrevista con Univision Torres dijo que no quería tener problemas con ‘Mike’ y que inicialmente trató de hablar con él. Y comentó que, a su juicio, desde el triunfo de Trump los casos de acoso de sus simpatizantes contra hispanos se han incrementado y que continuó grabando el incidente justo para documentar esa hostilidad.
Torres supone que ‘Mike’ es un veterano que está en silla de ruedas por heridas sufridas durante su servicio, y dijo que por ello se le debe dar un aplauso. Él con todo deplora los insultos y ataques que sufrió sólo por hablar español. Pero lo que dicta el sentido común y puede concluirse del incidente es que los insultos racistas y la actitud intolerante resultan inaceptables vengan de quien vengan.