Los hutíes yemeníes suspenden los ataques con misiles entre esperanzas de paz

En la imagen de archivo, un hutí monta guardia en el tejado de un edificio en Saná, Yemen. REUTERS/Khaled Abdullah/File Photo

Por Aziz El Yaakoubi

DUBAI (Reuters) - Los rebeldes hutíes en Yemen dijeron el lunes que suspenderían los ataques con drones y misiles contra Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y sus aliados yemeníes, en respuesta a una demanda de Naciones Unidas.

El grupo apoyado por Irán, que lleva luchando contra el gobierno respaldado por Arabia Saudí casi cuatro años, también dijo que estaba dispuesto a un alto el fuego si la coalición liderada por los saudíes "quiere la paz".

La decisión de los hutíes de suspender los ataques con misiles podría ser un punto de inflexión en los esfuerzos de paz, ya que pone fin a una amenaza directa para Arabia Saudí. Es, de lejos, la mayor concesión del movimiento desde que abandonó la ciudad portuaria del sur de Adén en 2015.

La presión internacional sobre las partes en conflicto de Yemen ha ido en aumento para que pongan fin a una guerra que ha matado a más de 10.000 personas y ha llevado al país al borde de la inanición.

La decisión del grupo hutí se produjo después de que la coalición ordenara un alto en su ofensiva contra Hodeidah, la principal ciudad portuaria de Yemen, que se ha convertido en el foco de la guerra.

"Anunciamos nuestra iniciativa (...) de suspender los ataques con misiles y aviones no tripulados en los países de agresión", dijo en un comunicado Mohammed Ali al-Hutí, jefe del Comité Revolucionario Supremo de los hutíes.

La decisión se basó en las discusiones con el enviado especial de la ONU, Martin Griffiths, para demostrar "buena fe" y apoyar los esfuerzos de paz, dijo.

Griffiths está tratando de salvar las conversaciones de paz después de que en septiembre fracasara un intento al no presentarse los hutíes. Prevé convocar una nueva ronda antes de fin de año en Suecia para acordar un marco para la paz bajo un gobierno de transición.

(Información adicional de Mohammed Ghobari en Aden, Hesham Hajali en El Cairo; Editado por Angus MacSwan; Traducido por Blanca Rodríguez)