Los Diablos, bomberos mexicanos que crean y apagan incendios en Estados Unidos

A despecho de los xenófobos y de los que anhelan una frontera cerrada e impregnable, un grupo de candentes trabajadores mexicanos cruza con frecuencia el Río Bravo (Río Grande para los estadounidenses) para trabajar en Estados Unidos y volver después a sus casas en México.

Todos ellos realmente juegan con fuego.

Se trata de Los Diablos, un grupo de bomberos mexicanos que trabaja contratado por el Servicio Nacional de Parques de Estados Unidos para combatir incendios forestales en el Parque Nacional Big Bend, en Texas, y también para provocar fuegos controlados que permiten mantener a raya cierta flora que frena el cauce natural del Río, reduce su caudal y altera el ecosistema local.

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Bomberos mexicanos de Los Diablos y sus contrapartes estadounidenses coordinan un incendio controlado de caña invasiva en la ribera del fronterizo Río Bravo/Grande. (Captura de video/The Atlantic)

Esta última actividad es crucial pues el agua del Río Bravo es clave para la sobrevivencia de cientos de miles de personas y de sus actividades agropecuarias en el área fronteriza de México y Texas.

En ello, Los Diablos serían una bendición.

Un documental en video de The Atlantic acompaña a Los Diablos y a sus colegas estadounidenses y registra una de sus labores de quema controlada. En la ribera del Bravo/Grande crece una caña gigante (Arundo donax, una especie considerada invasiva traída a Norteamérica en el siglo 19) que llega a ocupar amplias extensiones, reduce con ello el cauce del río y altera la flora y fauna del lugar. Para eliminar y restaurar el ecosistema, Los Diablos realizan incendios controlados de esa caña, prendiendo fuego a segmentos en ambos lados del río, para eliminar esa planta, devolver al cauce fluvial espacio vital y propiciar que las especies nativas ocupen el sitio.

Los Diablos, literalmente, incendian ambos lados de la frontera entre México y Estados Unidos, cuidando desde luego que el fuego cumpla su cometido y no se desboque y afecte otras áreas.

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Un segmento del Río Bravo (Grande) entre Estados Unidos y México en el área del Parque Nacional Big Bend, en Texas, y del estado de Chihuahua. (AP)

Estos bomberos mexicanos –llamados Los Diablos, según algunos, porque prometieron que si les daban el empleo trabajarían como demonios o, según otros, por el simple hecho de que se dedican a crear y apagar infiernos– colaboran con el Servicio de Parques Nacionales, el Departamento de Seguridad Nacional y la Patrulla Fronteriza y sus integrantes están autorizados para cruzar desde México a Estados Unidos para realizar sus labores.

El grupo existe desde 1990 y ha ido creciendo en número desde entonces. Una treintena de personas son parte de él y sus servicios, aunque frecuentes en el área del Parque Nacional Big Bend (ubicado en donde confluyen Texas y los estados mexicanos de Chihuahua y Coahuila), también ha contribuido a tareas de bomberos forestales en otras partes de Estados Unidos.

De acuerdo a un reportaje de The New York Times, los integrantes de Los Diablos son campesinos y obreros provenientes de poblados fronterizos mexicanos, como San Vicente y Boquillas, que han recibido entrenamiento de parte del Servicio Nacional de Parques de Estados Unidos y protegen las áreas de la ribera del río Bravo en colaboración con personal del gobierno estadounidense y con profesionales de grupos ambientalistas.

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En un momento de reposo, los bomberos del grupo Los Diablos disfrutan de una comida en la frontera de México y EEUU. (Captura de video/The Atlantic)

Pues aunque su materia de trabajo es el fuego, su objetivo también es ambientalista: proteger el cauce del río todo como sea posible para preservar su flora y fauna y, sobre todo, para que su vital caudal de agua fluya armoniosamente. La labor de Los Diablos muestra, además, que en vastas zonas de la frontera en realidad el territorio de México y de Estados Unidos es inseparable, a veces incluso indistinguible, y para el beneficio de uno y de otro es necesario el trabajo conjunto.

Además, Los Diablos también participan en labores contra incendios, como se les reconoce en la página de Facebook del Parque Nacional Big Bend. En febrero pasado, por ejemplo, Los Diablos fueron parte del equipo de bomberos que combatió un gran incendio que arrasó cas 1,800 acres en ese parque.

La coordinación y camaradería de Los Diablos con sus colegas estadounidenses y los especialistas de ambos países que laboran hombro con hombro constituyen, como comenta el reportaje del Times, una especie de “hermandad del fuego”.

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