Los campeones de ajedrez pueden quemar hasta 6.000 calorías diarias en los torneos

La mayoría de las personas creen que un intenso ejercicio físico, acompañado de una dieta estrictamente saludable es la única forma de “quemar calorías” y, por tanto, la vía más rápida para perder peso. Pero un experto en neurología ha arrojado nuevas luces sobre el tema.

Campeón mundial de ajedrez Magnus Carlsen, derecha, y el italiano-estadounidense Fabiano Caruana. 28 de noviembre de 2018. (Foto AP / Frank Augstein)
Campeón mundial de ajedrez Magnus Carlsen, derecha, y el italiano-estadounidense Fabiano Caruana. 28 de noviembre de 2018. (Foto AP / Frank Augstein)

Robert Sapolsky, profesor de ciencias biológicas y neurocirugía en la Universidad de Stanford, asegura que los jugadores élite de ajedrez pueden perder una cantidad considerable de peso mientras compiten.

En torneos intensos de varios días, un Gran Maestro de ajedrez puede quemar hasta 6.000 calorías diarias, tres veces más de lo que una persona promedio consume en 24 horas, dijo el académico a la cadena ESPN a mediados de mes.

Algunos de los jugadores descubren casi inmediatamente que perdieron peso después de una partida.

“A veces me he pesado después de los torneos y he visto que la pesa cae por debajo de 120, y ahí es cuando me asusto un poco”, dijo al mismo medio Fabiano Caruana, el jugador de ajedrez número 2 del mundo. Caruana por lo general pesa 135 libras.

Si bien el ajedrez puede verse como un deporte sedentario, se sabe que un entrenamiento mental puede quemar calorías de igual forma. Después de todo, se trata de una unidad de energía que no solo es consumida por el cuerpo, sino también por el cerebro humano.

El cerebro depende en gran medida de la glucosa para llevar a cabo funciones como el pensamiento, la memoria y el aprendizaje. Se estima que las actividades cerebrales representan el 20% de las calorías utilizadas por el organismo.

Aprender a tocar un instrumento durante ocho horas, por ejemplo, podría requerir 320 calorías de ‘poder cerebral’. Para tener una idea, se sabe que una persona de 150 libras podría quemar unas 340 calorías jugando baloncesto 30 minutos.

Sapolsky, que estudia el estrés en primates, se basa en índices de respiración (triplicados durante la competencia), la presión arterial y las contracciones musculares antes, durante y después de los torneos principales.

En tal sentido, sugiere que las respuestas al estrés de los grandes maestros de ajedrez están a la par con lo que experimentan los atletas de élite en otras diciplinas físicas.

“Los grandes maestros mantienen la presión arterial elevada durante horas en el mismo rango de los corredores de maratón”, afirmó.

Todo se combina y produce una pérdida de peso promedio de 2 libras por día, o alrededor de 10-12 libras en el transcurso de un torneo de 10 días en el que cada gran maestro puede jugar cinco o seis veces.

Marcus Raichle, neurólogo de la Universidad de Washington en St. Louis, y Philip Cryer, experto en metabolismo de la misma escuela, coinciden en que se trata de un ciclo “vicioso y destructivo”.

Según explicaron, los grandes maestros están sujetos en cada competencia a un estrés mental constante, lo que hace que su ritmo cardíaco aumente, y obliga a sus cuerpos a producir más energía para, a su vez, producir más oxígeno.

Los ajedrecistas también suelen comer menos durante los torneos, simplemente porque no tienen tiempo o apetito.

“La explicación simple es que cuando piensan en el ajedrez, no piensan en comida”, dijo por su parte Ewan C. McNay, profesor asistente en el programa de neurociencia conductual de la Universidad de Albany.

Pero, para una persona común, pensar o concentrarse intensamente no puede reemplazar la actividad física, ni es una estrategia efectiva para perder peso, advierte el Dr. Raichle. El gasto calórico que se obtiene de las tareas mentales “sería muy modesto”.

Con el tiempo, la persona se distraería o se cansaría al consumir cada vez más glucosa. “Te encontrarías con un efecto de agotamiento en el que no puedes mantener el mismo nivel de rendimiento cognitivo”, destacó.