Los beneficios laborales que se ponen de moda en EEUU: congelación de óvulos, FIV y subrogación

Madre con su bebé (Foto: Getty Images)
Madre con su bebé (Foto: Getty Images)

Un número creciente de empleados en los Estados Unidos aprovecha, ahora más que nunca, la última tendencia de los beneficios labores: la fertilidad asistida. Y, en algunos casos, se incluyen desde la congelación de óvulos y la fertilización in vitro (FIV) hasta la subrogación gestacional.

Se trata de una estrategia de empresas pertenecientes a sectores muy competitivos, que necesitan encontrar nuevas formas de atraer a los mejores talentos y, al mismo tiempo, “aumentar sus credenciales de diversidad, equidad e inclusión (DEI)”, dice un reportaje de CNBC.

Desde 2020, más de las dos quintas partes (42%) de las compañías con más de 20.000 empleados ofrecían cobertura para el tratamiento de FIV, mientras que la cobertura sanitaria de casi una quinta parte (19%) incluía la congelación de óvulos.

Según CNBC, existe “un rápido repunte” desde mediados de la década de 2010, cuando tales beneficios se limitaban casi exclusivamente a los pioneros de Silicon Valley, como Facebook y Apple.

Hoy en día, los empleadores, desde JPMorgan y Microsoft hasta Unilever y Boston Consulting Group ofrecen variaciones del beneficio.

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Embarazo en pareja de dos mujeres (Foto: Getty Images)

Durante el año pasado, Progyny y WINFertility, dos proveedores líderes de servicios de fertilidad, duplicaron sus bases de clientes y ahora ofrecen paquetes en una variedad de industrias que incluyen finanzas, productos farmacéuticos y bienes de consumo.

Con la pandemia, la “Gran Renuncia” y el cambio de prioridades individuales para el empleado, la tendencia de incluir el desarrollo familiar en las coberturas de salud se aceleró enormemente. El objetivo: atraer y retener talento.

Una de cada ocho parejas estadounidenses tiene problemas para concebir y la cantidad de mujeres que eligen congelar sus óvulos está aumentando (un 1000% más en los EEUU entre 2009 y 2016). También subió el número de personas solteras, parejas heterosexuales y parejas del mismo sexo que buscan rutas no tradicionales hacia la paternidad.

El costo de esos tratamientos sigue siendo alto para muchos. El precio típico de un ciclo de congelación de óvulos en los EEUU es de $11 000, con cargos adicionales que incluyen medicamentos hormonales ($5000) y almacenamiento ($2000). El tratamiento de FIV puede costar cerca de $ 24,000.

Para Aja Harbert, de 34 años, una directora de recursos humanos soltera con sede en California, estos costos hicieron que congelar sus óvulos fuera algo simplemente “inalcanzable”. Pero, en 2020, su empleador introdujo un beneficio de por vida de $25,000 para los servicios de gestación y subrogación.

“Sentía la encrucijada de muchas mujeres profesionales: la decisión bajo presión de querer avanzar en tu carrera mientras formas una familia”, dijo Harbert de la firma de inversión B Capital. “Poder aplazar esa decisión es algo que quedó perfecto para mi plan de vida”

Clinic of reproductive medicine. Artificial The process of artificial insemination in IVF clinic. Doctor in blue rubber gloves produce chemical manipulation in the laboratory with a microscope, tubes, nitrogen. Selective focus
Proceso de IVF en una clínica (Foto: Getty Images)

Pero la recompensa también existe para los empleadores. Según un índice de FertilityIQ de 2019-2020, casi dos tercios (61%) de los empleados que recibieron cobertura de fertilidad dijeron que se sentían más leales y comprometidos con la empresa.

El mismo estudio encontró que el 88% de las mujeres que tenían un tratamiento de FIV pagado en su totalidad por su empleador optaron por regresar después de la licencia de maternidad, en comparación con alrededor del 50% de la población regular sin beneficios de fertilidad.

Controversia: entre la ética laboral y la discriminación

También hay que tener en cuenta que los procesos pueden ser muy agotadores “pasan factura” profesionalmente, así como emocional y físicamente, lo que requiere un apoyo adicional al empleado que decida iniciarlos.

Algunas personas pueden pasar hasta más de tres meses con decenas de citas médicas, autoinyecciones diarias de hormonas y dietas restringidas, todo mientras trabajan a tiempo completo.

El boom de los beneficios de fertilidad no está exento de controversia. Los críticos argumentan que esquemas como la FIV y la subrogación pueden hacer que los beneficiarios se sientan endeudados a medida que sus empresas toman mayores riesgos financieros en sus vidas personales.

Tratamientos de aplazamiento del embarazo, como la congelación de óvulos, posiblemente “perpetúan la llamada cultura de posponer la crianza de los hijos en nombre del éxito profesional, sin garantías de ninguno de los dos”, dice la analista de CNBC Karen Gilchrist.

Algunos también hablan de una nueva forma de discriminación, que deja poco espacio para aquellos que eligen no tener hijos o cuyas responsabilidades familiares están dirigidas a otra parte, como hacia el cuidado de personas mayores.

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