¿Se llevaron su yate los visitantes del Miami Boat Show? Vea cómo se desarrollan esas compras

Una semana después de que terminara el Salón Náutico Internacional Discover Boating 2024 (el Miami Boat Show), el trabajo de David Druey no ha hecho más que empezar.

El presidente regional para la Florida del Centennial Bank tiene solicitudes que analizar, historiales de crédito que verificar y cartas de referencias que revisar.

Durante el salón náutico, el ejecutivo de Fort Lauderdale dijo al Miami Herald que examinó unas 15 solicitudes de financiación y dijo que sí a cuatro de ellas. Pero dentro de seis meses, habrá aceptado siete u ocho.

“Muchos de estos acuerdos no se cierran en el salón náutico, sino después”, dijo Druey. Y “algunas personas se comprometerán con un barco que aún no se ha terminado de construir”.

En medio de la migración al sur de la Florida de docenas de financieros de Nueva York y Chicago en los últimos años, el banco regional Centennial Bank puede parecer un actor poco habitual. Su sociedad de cartera, Home BancShares Inc., tiene su sede en Conway, Arkansas. Centennial, una filial de su propiedad, ofrece servicios bancarios comerciales y minoristas en Arkansas, la Florida y el sur de Alabama.

Durante la Gran Recesión, comenzó a comprar varios bancos en quiebra en la Florida y en la región a lo largo de tres años. En 2018, adquirió Shore Premier Finance de Union Bank & Trust, con sede en Richmond, Virginia, que ofrecía banca marítima. Hoy, eso sirve como el brazo de Centennial para la financiación de embarcaciones.

Es un espacio en el que Centennial busca crecer, que actualmente representa $1,000 millones de sus $45,000 millones en activos bajo administración.

“Queríamos una oportunidad para estar en ese sector”, dijo Druey, que se mudó de Arkansas al sur de la Florida hace casi una década. “En Fort Lauderdale, estamos en la capital mundial de los puertos deportivos y los yates. Así que necesitábamos estar en ese sector de negocios, y no lo estábamos”.

Cada vez son más relevantes. Con unas ocho operaciones del salón náutico de febrero, Centennial prestará entre $6.5 millones y $9 millones. El valor total de los barcos adquiridos: entre $12 millones y $18 millones.

También gestionó otra operación individual justo antes del salón náutico: Centennial prestó a un comprador $12 millones para una embarcación valorada en $20 millones.

“Estoy satisfecho con el salón náutico”, dijo Druey. “En general, el tráfico no ha sido el mismo que en el pasado, pero la gente seria ha estado allí”, señaló.

El salón atrajo a casi 100,000 visitantes.

A continuación, una entrevista con Druey sobre lo que supone comprar un yate y obtener financiación:

¿Ofrecen financiación a particulares o a empresas?

A muy pocas empresas. Normalmente, entidades de un solo activo, como una LLC.

Muchas de las embarcaciones que financiamos cuestan entre $400,000 y $1 millón. Y es un particular o un matrimonio el que compra ese tipo de embarcaciones y las financia a 20 años. La mayoría de nuestras operaciones no están relacionadas con empresas.

¿Cuáles son los pasos para comprar un yate?

El proceso de compra de una embarcación es el mismo que el de comprar un auto o una casa. Cuanto más dinero, más obstáculos hay que superar.

Hay que tener buena solvencia. Se deben tener buenas referencias. Hay que tener la capacidad de pago. La persona debe tener una buena relación entre deudas e ingresos. Las mismas cosas que aplican en un préstamo hipotecario.

¿Cuál es su criterio de deuda-ingresos?

El máximo suele rondar el 40%.

¿Cuál es el perfil financiero típico de alguien a quien le presta?

No creo que haya un perfil típico. Pero yo diría que es un profesional con ingresos disponibles.

Un asalariado o un empresario: probablemente podía haber extendido un cheque si hubiera querido, pero ha optado por financiarlo.

La puntuación crediticia es muy importante porque lo sometemos todo a un sistema de suscripción. Tienen que tener una puntuación crediticia superior a 700.

Financiamos barcos desde $400,000 de valor total hasta $20 millones. Normalmente exigimos al menos un 20% de fondos propios en los barcos más pequeños y entre un 30% y un 35% en los más grandes.

¿Cuál es el nivel salarial más bajo para ser tomado en consideración?

No veo a mucha gente que gane menos de $100,000 que compre una embarcación que nosotros consideraríamos siquiera financiar, solo por el importe del pago. La gente debería tener suficientes ingresos disponibles para poder gastarse entre $1,000 y $1,500 al mes para siempre.

¿Su comprador típico posee viviendas y otras propiedades?

Sí. Esto es un juguete. Estamos hablando de gente que compra juguetes. Son juguetes caros, pero son juguetes. Pudieran comprar un barco, o pudieran comprar un avión. Es solo un juguete.

¿Qué otras señales se observan?

Saldos de crédito: ¿cuál ha sido históricamente su saldo de crédito y cuál es ahora? ¿Vive de las tarjetas de crédito? El tiempo en el trabajo es muy importante. Los saldos crediticios históricos y la permanencia en el puesto de trabajo son dos aspectos realmente importantes que inclinan la balanza.

Si la persona estuvo en una empresa tecnológica como vicepresidente y le ascendieron a presidente en otra empresa tecnológica, entonces es un buen movimiento. Si estaba en una empresa y de repente se va a otra completamente distinta, entonces es una señal de alarma para nosotros. Eso siempre va a ser motivo de preocupación.

¿Cuál es el cliente más sorprendente que ha tenido?

Nada me sorprende. Tenemos una persona que vende bombas de alcantarillado a las ciudades. Les da igual cómo le vaya a la economía. Esa persona es bastante constante. Si alguien se dedica a las ventas, depende de lo que venda y de dónde se encuentre en el ciclo de ventas.

¿Qué les diría a los navegantes que no tienen medios para comprarse un yate?

Les diría que se apunten a un club náutico. Hay todo tipo de clubes náuticos en el sur de la Florida.

Un club náutico básicamente permite pagar una cuota mensual y luego usar un barco de una flota de alquiler a su discreción. Uno se inscribe. Eso le permitirá entrar en la navegación sin el gasto de capital de la financiación.

Lo hace uno durante un año, para ver si le gusta navegar. Y si le gusta la navegación, entonces puede ver si le gustaría comprar un barco. Si no le gusta, lo único que pierde es un año.

¿Es un buen consejo incluso para los que tienen dinero?

Sí. Tienen que ver si les gusta navegar o no. Por desgracia, hay mucha gente que compra barcos y no los usa como pensaba y luego los vende.