¿Llegarán los casinos a Miami Beach? DeSantis apoya esfuerzo de añadir uno a este icónico hotel

Aunque la legislación que podía haber traído un casino al Fontainebleau Miami Beach parece muerta en la Legislatura este año, el esfuerzo ganó el apoyo público de un aliado poderoso: el gobernador Ron DeSantis.

Históricamente, los acuerdos sobre el juego de azar han sido asuntos espinosos para ser aprobados en la Legislatura. Pero DeSantis ya concretó un acuerdo de juego largamente buscado con la tribu seminole de la Florida y, con tres años restantes en el cargo, ahora está mostrando su apoyo a la legislación que parece hecha a medida para que Jeffrey Soffer abra un casino en su icónico hotel.

La oficina del gobernador dijo que apoyaba los proyectos de ley que habrían permitido a Soffer transferir el permiso de juego de azar del Big Easy Casino en Hallandale Beach al Fontainebleau porque habría llevado un casino “fuera de una comunidad obrera y residencial a un hotel frente al mar centrado en el turismo”.

En un comunicado emitido esta semana, la oficina del gobernador añadió que la propuesta habría convertido “muchas hectáreas de antiguos canódromos y lugares de juego en viviendas y embellecimiento necesarios para el Condado Broward” como resultado del cierre de una “instalación grande.” La declaración fue reportada por primera vez por POLITICO Florida.

Además, la oficina del gobernador dijo que la reubicación del permiso de juego de azar habría “traído más de $120 millones” al sur de la Florida “simplemente trasladando las máquinas tragamonedas existentes a un hotel existente”.

El respaldo de DeSantis a la propuesta esta semana marca la primera vez que el gobernador ha reconocido públicamente su apoyo a lo que los representantes de Soffer han promovido ante los legisladores como el camino para un casino deslumbrante, al estilo de Las Vegas, en el resort frente al mar de Miami Beach.

Aunque líderes legislativos republicanos han dicho que la propuesta no avanzará este año, el respaldo del gobernador pudiera ser un indicio de un futuro enfrentamiento en torno a los casinos en Tallahassee, teniendo en cuenta que el proyecto de ley –patrocinado en la Cámara por un legislador republicano de Miami-Dade– ha provocado la feroz oposición de funcionarios y habitantes de Miami Beach, así como de un grupo de ricos ejecutivos de negocios del sur de la Florida que incluye al multimillonario los fondos de cobertura Ken Griffin.

Oponentes al casino orquestaron la semana pasada una agresiva campaña de cabildeo para aniquilar el proyecto de ley en Tallahassee porque creían que DeSantis estaba presionando discretamente a los líderes legislativos republicanos para que sacaran adelante el proyecto de ley.

El proyecto de ley estaba programado para ser escuchado en el Senado esta semana, pero fue retirado de la consideración después de que la presidenta del Senado, Kathleen Passidomo, indicó que no avanzaría en el Senado.

El presidente de la Cámara, Paul Renner, dijo que habló personalmente con el gobernador sobre la legislación del juego de azar. Después de la reunión, dijo que llegaron a un “consenso” de que la Legislatura mantendría su enfoque en el acuerdo multimillonario con la tribu seminole de la Florida que ha permitido a la tribu ofrecer apuestas deportivas móviles en cualquier parte del estado, así como juego de dados y ruleta en sus casinos.

“Ahí es donde todos se sienten cómodos”, dijo Renner, señalando que no había planes para escuchar el proyecto de ley este año.

DeSantis no ha hecho comentarios sobre la decisión de los líderes republicanos de no hacer avanzar los proyectos de ley. Pero su oficina emitió un extenso comunicado esta semana que explica porqué el gobernador estaba a favor de la idea.

Entre las razones, la oficina del gobernador dijo que la propuesta “no habría autorizado ningún nuevo juego de azar o construcción de nuevos casinos”.

La oficina de DeSantis no mencionó explícitamente al Fontainebleau en la declaración. La oficina del gobernador no respondió cuando se le preguntó si Soffer influyó en la postura del gobernador sobre el proyecto de ley.

Soffer dio $1 millón a un superPAC que apoyó la candidatura presidencial de DeSantis, según documentos federales. También se sabe que DeSantis ha viajado en un jet propiedad de Soffer en los últimos años; los arreglos de viaje que DeSantis ha defendido como legales, pero que los críticos han dicho que eran una manera de que intereses especiales tuvieran acceso al gobernador.

Las entidades vinculadas al magnate inmobiliario también vertieron más de $300,000 el año pasado en las PAC que apoyan a legisladores estatales, incluidos nueve republicanos que representan al Condado Miami-Dade.

Habitantes y funcionarios de Miami Beach se oponen desde hace tiempo a la instalación de casinos en la ciudad. En una reunión pública virtual celebrada la semana pasada, el alcalde Steven Meiner dijo que la gente con la que había hablado estaba “uniformemente en contra” de la idea porque traería delincuencia y tráfico.

“Voy a combatir esto en todos los frentes y con todos los medios a mi alcance”, dijo.