¿Por qué nos llaman la Raza Humana? Alina Rubi | Opinión

Aceptar el término ‘raza humana’ es confirmar que existen otras razas de seres más inteligentes, y que ese vocablo se concibió para diferenciarnos.

No se ha podido comprobar científicamente diferencias entre la raza blanca y negra, ya que lo que existe es diversidad genética en la especie humana. Algunos piensan que el color de la piel evidencia la pertenencia a una determinada raza, algo absurdo porque colores semejantes pueden ser el producto de distintas mezclas y reflejar configuraciones genéticas diferentes.

De forma general los africanos tienen la piel oscura, no obstante, en algunas partes de África algunos tienen una tonalidad más clara. En países como la India, y Australia también viven personas de piel oscura, y en Asia y Europa, los nativos tienen la piel clara.

Los seres humanos hemos invadido todas las latitudes del planeta Tierra, exponiendo nuestra piel a diferentes niveles de radiación, por esa razón, sin anular la elección sexual en defensa de las pieles más claras, nuestra piel se ha aclarado en algunas regiones geográficas por elección natural. La inmigración ha propiciado la mezcla étnica, cada cual, con sus peculiaridades genéticas y particularidades pigmentarias, para dar lugar a variadas representaciones. El color de los seres humanos es el efecto de una complicada cadena de incidentes biológicos y demográficos.

Existe diversidad genética, lo podemos observar en lugares con temperaturas heladas donde la población resiste el frío mejor que otros seres humanos, otros poseen dentaduras que les permiten sustentarse con una dieta meramente carnívora, y no padecer de ninguna enfermedad. En Europa, Arabia y en la India las personas en la vejez mantienen su capacidad de digerir la lactosa, y en el Tíbet la población posee menor concentración de hemoglobina.

Todas esas características no se vinculan al color de la piel, ni los diferentes colores de piel concuerdan con otros rasgos que varían según otros esquemas, y por derivación de otras influencias selectivas.

En el mundo animal clasificamos a los animales por géneros, especies y subespecies. No existen las razas, solamente en los animales domésticos, pero ese es un caso diferente, ya que las mismas se han obtenido artificialmente de determinados atributos y se trata, por ende, de una categoría que no se aplica a los demás.

Realmente no hay conjuntos iguales de variantes que permitan definir grandes grupos humanos a los que podamos denominar razas, por lo que no existen fundamentos para invocar su existencia y argumentar, sobre bases irreales, otras diferencias.

Algunos pueden no darle importancia al tema, pero el racismo es un concepto procedente de la raza, algo que ha traído graves consecuencias. Como ejemplo, tenemos a Jesucristo, y a la iglesia. A través de la historia el pensar que Jesús era blanco ha contribuido a que la iglesia perpetrara los crímenes más terribles, y la alegación dogmática de que nosotros los humanos fuimos creados a imagen y semejanza de Dios ha tenido secuelas, porque Dios siempre es personificado como un hombre blanco, e implícitamente esa idea oculta discriminación.

La imagen tradicional de Cristo origina una separación cognitiva, ya que una persona puede sentir un gran amor hacia Jesús y demostrar simultáneamente poca empatía por una persona negra. Un ejemplo reciente fue el hombre blanco en Kansas que le disparó al adolescente negro de 16 años que tocó su puerta equivocadamente. ¿Ustedes creen que si el niño hubiera sido blanco le hubiera disparado? Ahora den a esta historia al revés, y que hubiera sido un blanco tocando la puerta de una persona negra equivocadamente, y este último le hubiera disparado al blanco.

Desafortunadamente todavía hay quienes opinan que las razas humanas existen, a pesar de que no hay pruebas suficientes, ni bases sólidas para mostrarlas en el ser humano. Se ha comprobado científicamente que las unidades que constituyen la información genética en el ADN humano son idénticas al 99,9%, por ende, todos somos iguales debajo de nuestra piel, y el término raza es dañino, maléfico, peligroso y no aporta ningún beneficio a los HUMANOS.