Zaghari-Ratcliffe, en libertad pero citada de nuevo ante la justicia en Irán

Teherán, 7 mar (EFE).- La británica-iraní Nazanin Zaghari-Ratcliffe, cuyo caso enfrenta a Londres y Teheran, fue puesta este domingo en libertad tras finalizar su condena de cinco años de cárcel por supuesto espionaje en Irán, pero su situación sigue siendo delicada ya que afronta un nuevo proceso judicial.

La mujer, empleada de la Fundación Thomson Reuters y detenida en 2016 durante una visita familiar a Teherán, cumplía su condena desde hace un año en arresto domiciliario en la casa de sus padres en la capital iraní.

Hoy se levantó la restricción de movimiento impuesta en un radio superior a 300 metros, según informó su abogado, Hoyat Kermani, y se le retiró la tobillera con la que estaba controlada de modo telemático.

Su marido, Richard Ratcliffe, dijo a la agencia nacional británica PA que "Nazanin es realmente feliz" y ha aprovechado su primera tarde en libertad para visitar a su abuela y a la familia de otro de los detenidos con doble nacionalidad británica-iraní.

"Ambas cosas no ha podido hacerlas durante muchos meses", destacó el marido, quien se mostró no obstante "precavido" porque considera que su esposa "sigue en peligro".

NUEVO CASO A LA VISTA

Aunque ha quedado hoy en libertad, no está claro que pueda abandonar Irán y ya tiene fecha para una nueva cita con la justicia persa que amenaza con retrasar su regreso al Reino Unido.

El letrado explicó a la agencia oficial IRNA que la fecha para examinar el segundo caso contra su cliente ha sido fijada por el Tribunal Revolucionario Islámico para el próximo 14 de marzo.

También Tulip Siddiq, la diputada de la circunscripción en Londres donde vive la familia Ratcliffe, indicó en Twitter que el acontecimiento de hoy "menos positivo" es que Nazanin "ha sido citada nuevamente ante el tribunal el próximo domingo".

Los cargos que se le imputan a Zaghari-Ratcliffe en este nuevo caso son llevar a cabo actividades de propaganda contra el régimen teocrático de Irán, tal y como se notificó el pasado septiembre, una acusación que el Gobierno británico calificó de "indefendible e inaceptable".

Es acusada, entre otros cargos, de participar en un mitin frente a la Embajada de Irán en Londres en 2009, con motivo de las protestas del Movimiento Verde en Irán, y dar una entrevista a la televisión BBC en farsi, denostada porTeherán, un canal con el que también fue vinculada en el primer proceso judicial por reclutar y capacitar a periodistas.

El caso de esta mujer, que estaba en arresto domiciliario gracias a un permiso otorgado a más de 100.000 presos para evitar la propagación de la covid-19 por las cárceles en Irán, es muy mediático y ha movilizado al Gobierno británico y a Amnistía Internacional.

LONDRES EXIGE LIBERTAD PERMANENTE

El ministro británico de Exteriores, Dominic Raab, consideró que la mujer y su familia han sido sometidas a "un calvario cruel e intolerable" que aún continúa con el nuevo proceso.

Raab dio la bienvenida a la liberación de Zaghari-Ratcliffe tras cumplir su condena a cinco años, pero instó a las autoridades iraníes a su liberación total.

"Debe ser liberada permanentemente para que pueda regresar a su familia en el Reino Unido. Seguiremos haciendo todo lo que podamos para conseguirlo", apostilló.

El Gobierno británico, la Fundación Thomson Reuters y la propia Zaghari-Ratcliffe siempre han negado los delitos contra la seguridad del Estado por los que fue sentenciada a cinco años de prisión, y desestiman asimismo la nueva acusación.

La diputada Siddiq lamentó que "la noticia de hoy sobre Nazanin es agridulce para todos aquellos que han luchado tanto por su libertad" y recordó que la mujer "necesita que le devuelvan el pasaporte británico y un vuelo de regreso al Reino Unido".

JUEGOS POLÍTICOS

Nazanin se ha visto envuelta en la conflictiva relación entre Londres y Teherán, que tiene detenidos a decenas de extranjeros o iraníes con doble nacionalidad acusados en general de espionaje para presionar a otros países y lograr concesiones o canjes de presos.

Se ha especulado de hecho con que su detención está vinculada con una deuda que tiene el Reino Unido con Irán desde hace más de cuarenta años, cuando el sha Mohamad Reza Pahlaví compró 1.500 tanques por valor de 400 millones de libras esterlinas que nunca fueron entregados.

"Me parece que han hecho un bloqueo cuando han quitado a otro, y nosotros claramente nos quedamos en medio de este juego de ajedrez del gobierno (iraní)", denunció Richard Ratcliffe.

En la misma línea, Amnistía Internacional (AI) condenó en un tuit que "este es otro ejemplo más de las autoridades iraníes jugando a juegos políticos crueles con la vida de Nazanin".

"El Gobierno del Reino Unido no debe tomarse esto a la ligera", advirtió AI.

Marina Villén

(c) Agencia EFE