Leyendas olímpicas: Jesse Owens, el hombre que desafió su destino y conquistó la gloria ante Hitler

En una época en la que el régimen nazi promovía la superioridad de la raza aria y en un escenario con enormes tensiones políticas, un atleta estadounidense de 22 años le dio un golpe en la misma cara del dictador Adolfo Hitler que estaba presente en el Estadio Olímpico de Alemania, al derrotar en salto de longitud a su favorito Luz Long y sumar otras tres medallas de oro.

Este hecho ocurrió en 1936 y el héroe norteamericano fue Jesse Owens, que con su proeza rompió el mito de la superioridad racial y envió un mensaje al mundo en contra de la ideología fascista.

Su victoria lo convirtió en una leyenda del deporte mundial. Su legado se mantiene como uno de los grandes momentos en la historia de los Juegos Olímpicos.

Owens nació el 12 de septiembre de 1913 en Oakville, Alabama. Tuvo seis hermanos y tres hermanas cuyo padre había sido un nieto de esclavos.

Siendo niño se trasladó con su familia a Ohio, Cleveland, donde inició su carrera cuando estudiaba en la Escuela Primaria para seguir luego su ascenso en la Universidad Estatal de Ohio.

El momento que lo consolidó como una de las principales figuras del atletismo estadounidense ocurrió en 1935 en Ann Arbor, Michigan, en una competencia universitaria cuando rompió tres marcas mundiales y empató otra en un espacio de tiempo de solo 45 minutos.

Owens asistió a los Juegos Olímpicos de Berlín organizado por Hitler para su propósito de propagar su ideología. Pero contra todos los pronósticos se convirtió en el atleta más destacado al ganar cuatro medallas de oro en los 100 metros, 200 metros, el relevo 4x100 y el salto de longitud, estableciendo varios récords mundiales.

Después de vencer a su principal rival Luz Long que terminó en segundo puesto, el estadounidense y el alemán se abrazaron en un gesto de hermandad, mientras que Hitler abandonaba con mucha furia el estadio olímpico.

Las mejores marcas de Owens en una época cuando existía menos técnica y preparación general para los atletas fueron de 10.3 segundos en 100 metros, 20.7 en 200 metros, 39.8 en relevo 4x100 metros y 26 pies con 5 pulgadas y un cuarto en salto de longitud.

Fue el primer deportista de Estados Unidos en conquistar cuatro títulos en unos mismos Juegos Olímpicos.

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Owens regresó a Estados Unidos siendo recibido como un héroe nacional. Sin embargo, a pesar de su éxito y fama, tuvo que seguir luchando contra la discriminación racial existente en dicha etapa.

Organizó su propia familia al casarse con Minnie Ruth Solomon (1935-1980).

La pareja tuvo tres hijos: Beverly Owens, Gloria Owens y Marlene Owens. En 1976 recibió la Medalla Presidencial de Estados Unidos en manos del entonces presidente Gerald Ford.

En 1980 en homenaje póstumo fue condecorado con la Medalla de Honor del Congreso. Pertenece al Salón de la Fama del Atletismo de Estados Unidos. Murió de cáncer de pulmón el 31 de marzo de 1980 en Tucson, Arizona.

Tenía 66 años. Su historia ha servido de inspiración para varias generaciones que le siguieron. Su hazaña, por lo que representó para el deporte y en la batalla en contra de la discriminación racial, es una historia que nunca debe dejarse de contar.

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Muchos expertos pudieran ubicar al estadounidense Michael Phelps, al jamaiquino Usain Bolt y a varios otros como los mejores atletas olímpicos de la historia, pero ningún deportista personificó a mayor altura los valores del olimpismo ni logró superar en impacto social y político para el mundo como lo hizo Owens, la figura que derrotó al nazismo destruyendo el mito de la supremacía racial.