Lewiston: una tragedia que ha golpeado con dureza a la comunidad sorda de Maine
Lewiston (EE.UU.), 27 oct (EFE).- Joshua Seal tenía que estar estos días trabajando en el ayuntamiento de Lewiston, haciendo de intérprete de lengua de signos de las ruedas de prensa que las autoridades dan para ofrecer detalles sobre los tiroteos que acabaron con la vida de 18 personas el pasado miércoles.
Tenía que estar en esa sala abarrotada de periodistas, como nunca antes ha estado el ayuntamiento de esta pequeña ciudad de Maine, explicando las novedades sobre el autoconfinamiento al que están llamados más de 100.000 ciudadanos y sobre la búsqueda de Robert Card, el presunto autor de la matanza.
Debía estar en el centro de la noticia, como estuvo durante la pandemia, cuando fue intérprete para el Gobierno de Maine en muchas ruedas de prensa de los Centros Para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), que ofrecían los datos de la covid.
Así lo cuenta a EFE Regan Thibodeau, pues trabajaron juntos aquellos días. Él como intérprete de los hombres, ella de las mujeres.
Lo narra en una entrevista frente al ayuntamiento, donde estos días Thibodeau interpreta para sordos las actualizaciones de la policía. Esta vez no tiene a Seal al lado, pues su antiguo compañero es una de las víctimas de la tragedia que ha conmocionado, una vez más, a Estados Unidos.
"Si Josh estuviera aquí, estaríamos trabajando juntos para asegurarnos de que todos los miembros, colegas, amigos y familiares de nuestra comunidad sorda tengan el mismo acceso y eso fue algo que siempre fue una misión para Josh", explica a EFE, gracias a la ayuda de su intérprete Holly Maniatty.
De los 18 fallecidos en Lewiston por los dos tiroteos producidos en una bolera y en un bar restaurante, al menos cuatro eran sordos, según informaciones aparecidas en medios. Estaban en el Schemengees Bar and Grille, participando en un torneo de cornhole, un juego popular en Norteamérica que consiste en lanzar sacos de tela a un tablero con un agujero.
Allí llegó Card, un militar en la reserva de 40 años con un historial de problemas mentales, sobre las 19.08 horas (23.08 GMT) del miércoles y acribilló a balazos a los presentes con su rifle de asalto AR-15, popular entre los amantes de las armas y también entre los perpetradores de tiroteos, por la brutalidad de las heridas que provoca y su alta letalidad.
En este escenario murieron siete personas (seis hombres y una mujer), entre ellas Seal, padre de cuatro hijos, cuya esposa lamentaba ayer su muerte con un mensaje en la red social Facebook.
"No sólo fue un padre maravilloso, sino también un esposo maravilloso, mi mejor amigo y mi alma gemela. También fue un jefe maravilloso, un intérprete increíble, un gran amigo, un amoroso hijo, hermano, tío y nieto", apuntó Elizabeth Seal.
El texto está acompañado de fotos familiares de Seal con los niños en la playa, comiéndose un helado, en una función de teatro, en una piscina o en un río. Y es precisamente en un río, el Androscoggin, donde se está centrando la búsqueda de Card este viernes.
Junto a un embarcadero de la vecina ciudad de Lisbon se encontró el miércoles su coche. Y este viernes se ha confirmado que dejó una nota en la casa donde posiblemente vivía, allanada por la policía. Según CNN, la nota afirmaba que no lo encontrarían vivo.
Pero a falta de un cuerpo que confirme esta hipótesis, aún remota, Lewiston, Lisbon y otros municipios cercanos continúan en alerta y la población está llamada a "Shelter in place" ("refúgiate donde estés").
Son muchas las preguntas que los habitantes se hacen estos días y es importante que la escasa información que sale de las autoridades les llegue a todos, también a los sordos, una comunidad duramente afectada por la tragedia.
"Esta horrible tragedia ha tenido un efecto enorme en la comunidad sorda, tanto aquí en Maine como en Estados Unidos. En realidad, mi objetivo es esforzarme para asegurarme de que todos reciban la información al mismo tiempo", explica Thibodeau.
Desde el ayuntamiento explican que poner a un intérprete se decidió desde el comienzo y aseguran que no tiene que ver que varios de los fallecidos sean sordos. Thibodeau espera que su presencia en las televisiones de medio mundo marque un antes y un después para las personas con problemas de audición, que también merecen comprender qué está pasando en un momento así.
"Los sordos realmente no deberían tener que luchar para obtener la misma información que todos los demás en momentos así, cuando están viviendo un duelo. Esta tragedia debería hacer pensar que todas las personas merecen y tienen derecho a tener el mismo tipo de acceso a la comunicación que todos los demás", afirma, consciente de que su mensaje estos días es el que Josh ya no podrá dar.
(c) Agencia EFE