Anuncios
Elecciones México 2024:

Cobertura Especial | LO ÚLTIMO

Mientras Letonia acude a las urnas, la población de etnia rusa teme perder su identidad

FOTO DE ARCHIVO: Un cartel de la campaña electoral que muestra a los líderes del partido Armonía en una parada de autobús público en Riga

Por Andrius Sytas

RIGA, 30 sep (Reuters) - Las elecciones parlamentarias del sábado en Letonia podrían agravar la creciente brecha entre la mayoría letona del país y su minoría rusoparlante sobre su lugar en la sociedad, en un contexto de ira nacional generalizada por la invasión de Ucrania por parte del antiguo amo soviético, Moscú.

La guerra, que dura ya siete meses, ha empujado al Gobierno de coalición de centro-derecha del primer ministro Krisjanis Karins a imponer límites al uso del idioma ruso en la vida pública.

La medida en que estos esfuerzos se materialicen está en juego en las elecciones, con temas como el aumento de los costes de la energía y la alta inflación relegados en gran medida a un segundo plano en un escenario de cuestiones de identidad nacional y preocupaciones de seguridad.

"¿Cuál ha sido el problema para que (los rusoparlantes), durante los últimos 30 años, aprendan la lengua del Estado? Si no lo han hecho, no quieren ser miembros de pleno derecho de la sociedad", declaró esta semana a Reuters Rihards Kols, jefe adjunto del partido conservador Alianza Nacional.

Su agrupación, así como su socio de coalición, el partido centrista Nueva Unidad de Karins, se están beneficiando de su enfoque belicista hacia Rusia en el período previo a las elecciones. Los sondeos de opinión muestran que el partido Nueva Unidad sería el más votado, con un apoyo cercano al 20%.

Antes de que Moscú invadiera Ucrania el 24 de febrero en lo que denomina una "operación militar especial", decenas de miles de rusoparlantes en Letonia solían reunirse cada 9 de mayo en torno a un monumento en Riga para conmemorar la victoria soviética en la Segunda Guerra Mundial.

Sus reuniones fueron prohibidas tras la invasión y la estructura de 84 metros en el centro de la capital fue derribada con una excavadora por orden del Gobierno, dominado por letones étnicos y que ahora prefiere enterrar los recuerdos de haber formado parte de la antigua Unión Soviética hasta 1991.

También se han prohibido las emisiones de televisión desde Rusia, que antes veían muchos, el consejo lingüístico estatal ha propuesto cambiar el nombre de una céntrica calle de Riga para conmemorar al poeta ruso Alexander Pushkin, y el Gobierno ha presentado planes para cambiar toda la educación al letón y eliminar rápidamente la enseñanza en ruso.

(Repore de Andrius Sytas; Edición de Frances Kerry. traducido por Tomás Cobos)