Leopoldo López y Juan Guaidó llaman a los venezolanos a poner fin a la usurpación desde base militar

El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela y presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, pidió el martes a las Fuerzas Armadas y el pueblo venezolano a salir a las calles “sin retorno” hasta poner fin a la usurpación del mandatario de facto Nicolás Maduro.

Guaidó hizo el llamamiento junto al preso político y fundador del partido Voluntad Popular, Leopoldo López, quien fue liberado de su arresto domiciliario para unirse a esta insurrección cívico-militar. López se encontraba preso desde 2014 por enfrentarse abiertamente a Maduro y llamar a una “salida” democrática.

López explicó que los funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Militar (Sebin) que lo custodiaban en su residencia acataron un decreto de amnistía emitido por Guaidó, quien se proclamó presidente en enero y ha sido reconocido por más de 50 países.

“En este momento me encuentro con las principales unidades militares de nuestra Fuerza Armada dando inicio a la fase final de la Operación Libertad”, dijo Guaidó en mensaje transmitido por redes sociales.

Maduro no se había pronunciado sobre la situación pasadas las 09:00 hora local, pese a que Guaidó le habló a los venezolanos poco antes de las 06:00. En su TL de Twitter se había limitado a replicar los mensajes del ministro de la Defensa Vladimir Padrino López, del Comandante Estratégico Operacional Remigio Ceballos, el presidente de Bolivia Evo Morales.

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El líder revolucionario afirmó que contaba con el apoyo del alto mando militar al tiempo que pidió la máxima movilización popular cuando finalmente se dirigió a los venezolanos por las redes sociales a las 10:07.

Los organizadores de la llamada “Operación Libertad” aseguraron que al menos 20 unidades militares se habrían sumado en la rebelión. Periodistas que se encontraban en el lugar dijeron que los militares que apoyaban a Guaidó a las afueras de La Carlota sumaban unos 70 efectivos a primera hora de la mañana. Pero en la medida en que se aproximaban los ciudadanos, los militares se iban retirando.

Los militares leales a Maduro dispararon bombas lacrimógenas y proyectiles hacia los civiles y militares que se acercaron al distribuidor Altamira, frente a la base militar, para apoyar el llamado de los opositores.

Unas tanquetas trataban de contener a los que protestaban, pero una de ellas terminó atropellando a un grupo de manifestantes.

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Guaidó y López decidieron resguardar a sus simpatizantes de la acción militar y los llamaron a convocarse en la icónica Plaza Altamira, ubicada a pocas cuadras de la base militar.

“Defender” a Maduro en Miraflores

El presidente de la Asamblea Nacional Constituyente y hombre fuerte de la revolución, Diosdado Cabello, llamó a los partidarios del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) a trasladarse al palacio de Miraflores, en el oeste de Caracas, a “defender” a Maduro. “Ahora vamos al contraataque”, dijo.

El presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel José Moreno, pidió a los ciudadanos a mantener la calma y aseguró que los magistrados respetarán la constitución y el marco jurídico del país.

El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, declaró que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana se mantedría leal a Maduro. “Son unos cobardes!! Nos mantendremos firmes en defensa del orden constitucional y de la paz de la República, asistidos como estamos por la ley, la razón y la historia. ¡Leales Siempre, Traidores nunca!”, dijo a través de Twitter.

Por su parte, el ministro del Poder Popular para la Comunicación e Información Jorge Rodríguez, anunció que están “desactivando” un golpe de estado en Venezuela.

Miembros del alto mando militar que habían sido señalados como líderes de la insurrección por redes sociales juraron lealtad al gobierno revolucionario.

Otros miembros del alto mando como el Comandante General del Ejército, Jesús Suárez Chourio, desestimó la rebelión de Guaidó como una “escaramuza” y dijo a su tropa que no cesarían en “defender el legado de Simón Bolívar.

Medios y organizaciones no gubernamentales han señalado que el gobierno de Maduro ha bloqueado las comunicaciones y redes sociales.

La Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) ordenó el cierre de la emisora de señal abierta Radio Caracas Radio (RCR) en su dial 750AM, una de los pocos medios radioeléctricos que permanecían al aire pese a su actitud crítica hacia el gobierno de Maduro.

Otros dirigentes políticos de oposición se han unido al llamado de Guaidó y López en el llamado a la ciudadanía para poner fin a lo que han denominado la “usurpación” de Maduro y su gobierno revolucionario.

El presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, celebró la liberación de López y calificó la situación como un “momento histórico” para la democracia venezolana. El secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, también respaldó los acontecimientos en Caracas.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, ofreció el respaldo de su gobierno en la búsqueda de “libertad y la democracia” del pueblo venezolano.

La portavoz del Gobierno de España, Isabel Celaá, dijo que La Moncloa no apoyará un alzamiento militar. “Deseamos que no se produzca un derramamiento de sangre. Apostamos por unas elecciones libres e inmediatas y un proceso pacífico”, dijo Celaá a la salida de un Consejo de Ministros.

El ministro de Asuntos Exteriores español, Josep Borrell, dijo que los sucesos en Venezuela constituyen el “escenario peor que nos podíamos imaginar” debido a la posibilidad de choques violentos en el país.

La recién electa diputada por el Partido Popular Cayetana Alvarez de Toledo aplaudió la noticia.

El gobierno del presidente argentino Mauricio Macri apoya “el espíritu de libertad” del pueblo venezolano para que “vuelva a imperar la democracia”.

Cuba, el principal aliado de la revolución bolivariana, condenó “el golpe de estado” contra Maduro. El canciller cubano Bruno Rodríguez insistió en que “cesen las agresiones a la paz de nuestra América”.

Mientras que el presidente boliviano Evo Morales pidió unir esfuerzos para “impedir que la violencia cobre vidas inocentes. Sería un nefasto precedente dejar que la intromisión golpista se instale en la región”.