Leonardo Padura: "hay cubanos que sienten que se les escapa la vida"

Entrevista exclusiva de Yahoo Noticias con el escritor cubano, Premio Princesa de Asturias de las Letras 2015

REUTERS/Stringer
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Tras recibir el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2015 de manos del Rey de España, el escritor Leonardo Padura llegó a Miami con muchas razones para celebrar.

El más popular y difundido internacionalmente de todos los autores cubanos vivos, asistió al estreno en Estados Unidos de Regreso a Ítaca, una película dirigida por el realizador francés Laurent Cantet e inspirada en una de sus novelas. La premiere se hizo a lleno completo en el Coral Gables Art Cinema, donde continuará exhibiéndose hasta el próximo 3 de diciembre.

También presentó sus más recientes títulos en la Feria del Libro de Miami ante un auditorio a lleno completo, y aprovechó para festejar sus 60 años entre amigos y familiares que hoy viven en la diáspora.

Su estancia en Miami coincidió con la crisis migratoria que mantiene a miles de cubanos varados en la frontera entre Costa Rica y Nicaragua. La obra narrativa y periodística de Padura está marcada por historias de esos cubanos que en diferentes momentos del acontecer nacional han decidido abandonar la isla y buscar nuevos horizontes para sus vidas. Cubanos ante el drama de la partida y los conflictos de su identidad en tierra extraña, como el poeta José María Heredia (1803-1839) o Amadeo, el personaje de Regreso a Ítaca.

YN: En Centroamérica se han concentrado más de 5,000 cubanos buscando cruzar las fronteras para llegar a Estados Unidos. ¿Cómo valoras este nuevo éxodo cubano? ¿Es que la sociedad cubana tiene siempre que buscar una solución externa a sus problemas y aspiraciones?

P: Creo que es un reflejo de algo que está viviendo la sociedad cubana, que hay personas que prefieren dejar lo que pudieran tener o lo que tengan y tomar el camino de la emigración como la solución individual a sus problemas y pueden ocurrir acontecimientos tan lamentables como este que está sucediendo en la frontera entre Costa Rica y Nicaragua. Allí se está produciendo no solamente un fenómeno que tiene que ver con la emigración, sino una crisis humanitaria, en el sentido de que esas personas están en unas condiciones precarias, y a pesar de que han recibido alguna ayuda es una situación bastante difícil.

Ojalá que esta crisis que se está produciendo encuentre alguna solución satisfactoria rápida, porque puede ser dilatada, y eso sería mucho peor, porque como quiera que sea, estamos hablando de personas que están viviendo un trance difícil. Espero que haya suficiente cordura de todas las partes involucradas para resolver el problema de estos cubanos que se encuentran en una situación tan complicada.

Yo creo que es evidente que la emigración cubana en estos momentos es mayoritariamente económica, es una emigración que empieza, aunque tiene en los Estados Unidos un beneficio político, es fundamentalmente económica. Desde los años 90 hacia acá ha sido una tendencia que no ha disminuido, al contrario, ha ido creciendo. Con los años de la crisis fue muy puntual pero eso después se ha mantenido y ha habido por momentos puntos que han sido atractivos: España en un momento, Ecuador en otro, México incluso, pero siempre mayoritariamente hacia los Estados Unidos.

YN: El anuncio del restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos no parece haber representado una esperanza, ni ha funcionado como un factor disuasivo para los miles de cubanos que buscan emigrar. ¿A qué atribuyes esto?

P: El tema del restablecimiento de relaciones entre Cuba y los Estados Unidos ciertamente da una esperanza de que haya una mejora en la economía cubana, pero eso todavía está por producirse y va a demorar en producirse, primero porque hay un elemento de carácter legal que sigue funcionando, que es la ley del embargo; segundo, porque habría que ver, una vez derogado el embargo, cómo se establecen esas posibles relaciones comerciales entre empresas norteamericanas y el gobierno o pequeños empresarios cubanos, que son los que existen.

Lo que ha ocurrido hasta ahora ha sido un establecimiento de relaciones diplomáticas y un alivio de la tensión política, pero eso todavía no ha bajado a la vida cotidiana y dista bastante de que baje rápido, y hay gente que se siente que se les escapa la vida y busca esa opción por la vía migratoria, incluso arriesgando la vida y metiéndose en situaciones que pueden ser muy complicadas.

Todavía la situación económica del país sigue siendo muy complicada, la economía familiar sigue siendo muy difícil y la gente trata de buscar una solución individual al problema y bueno, hay una ola migratoria que en estos días ha sido especialmente significativa.

Fotograma de la la película. EFE/Ernesto Mastrascusa/Archivo
Fotograma de la la película. EFE/Ernesto Mastrascusa/Archivo

YN: ¿Cuán fácil es la reinserción de una persona que desee regresar a Cuba, como el personaje de Amadeo en Regreso a Ítaca?

P: Desde hace un par de años para acá es mucho más fácil para los cubanos viajar fuera de Cuba, y para los cubanos que habían emigrado, regresar a Cuba. Los mecanismos para la repatriación se han facilitado y de hecho, ha regresado cierto número de personas. Conozco personas puntuales que lo han hecho, desde aquí de los Estados Unidos, con algún capital para montar pequeños negocios. En otros casos desde España, porque la situación económica española sigue siendo complicada, o de Italia o de Francia.

A diferencia de otras épocas en que existía la figura de las salidas definitivas, esto ahora tiene un carácter diferente, porque aunque hayas decidido irte definitivamente no tienes la misma presión que tenías antes, cuando perdías la casa, el automóvil, en fin. Ahora mucha gente que sale de Cuba prepara la salida con anticipación, vende la casa, vende el automóvil, con eso se financian el viaje. Algunos que regresan tienen la posibilidad de volver con determinados bienes materiales que les hacen más fácil la vida en Cuba, por lo menos durante un tiempo y tal vez algunos, incluso, con algún capital que les permita montar algún pequeño negocio para tratar de arreglarse la vida, o una jubilación.

Fuera de Cuba conozco el caso de un médico cubano que trabajaba en Barcelona, se jubiló, regresó a Cuba, y con esa jubilación, arregló su casa, vive en Cuba y lo que hace es que periódicamente va a España como en una especie de vacaciones y regresa con determinados bienes materiales que por lo menos temporalmente lo ayudan a vivir. Es mucho más fácil. Es menos dramática la situación en estos momentos.

YN: ¿Puede hablarse de una normalización de la situación migratoria en Cuba?

P: En comparación con los años 60, 70, lo que fue el Mariel, lo que fue la crisis de los balseros, casi que se puede hablar de que se ha normalizado. De todas maneras, siempre las cosas en Cuba hay que verlas y leerlas entrelíneas porque tienen doble perspectiva; además incide en la posibilidad o en el deseo de emigrar de los cubanos la existencia de la Ley de Ajuste Cubano que ahora con el cambio de las regulaciones migratorias de Cuba permite algo que antes nos parecía que era impensable, y es que un cubano llegue a los Estados Unidos, se acoja a la Ley de Ajuste Cubano, al año tenga residencia y beneficios, y al año regrese a Cuba para no perder su vínculo ciudadano con Cuba. Se pasa dos meses en Cuba y puede regresar de nuevo a Estados Unidos, donde tiene la residencia garantizada y en un tiempo determinado puede llegar incluso a la ciudadanía. Eso era impensable hace 10, 15 años, y hoy creo que va a ser una práctica que mientras exista la Ley de Ajuste Cubano va a incrementarse incluso.

YN: ¿Cuál te parece que es el mayor reto que enfrenta la sociedad cubana?

P: El principal reto vuelve a estar en la economía. Yo creo que por delante debe ir la economía, porque creo que la economía de alguna forma lo decide todo, pero la economía se pone en práctica en una sociedad a través de la política, así que creo que habría que ver cómo se armoniza determinas soluciones económicas con determinadas soluciones políticas que se puedan tomar en Cuba.

Si se logra una economía más eficiente, más funcional, eso va a influir en la sociedad y va a ayudar a que haya cambios positivos. En estos momentos hay manifestaciones de marginalismo, a veces incluso de violencia que no existían en otras épocas y muchas veces eso está relacionado con una situación económica de precariedad.

(AFP Photo/Yamil Lage)
(AFP Photo/Yamil Lage)

Los 25 de Mario Conde

YN: La Feria de Guadalajara rendirá homenaje a los 25 años de la creación del personaje de Mario Conde, ese peculiar detective cubano que se asomó primero en el libro Pasado Perfecto (1990) y que te ha acompañado desde entonces. ¿Cómo es la convivencia de un escritor con un personaje tan popular?

P: Es una relación que es un poco paranoica, porque al principio tú decides mucho sobre la vida del personaje, pero llega un punto en que el personaje comienza a independizarse de tus decisiones, y a tener su propio carácter y empieza una dialéctica de negociaciones entre lo que yo necesito como escritor y lo que Conde exige como personaje. Hay cosas que a estas alturas no puedo obligar a Conde a hacer, porque sería inorgánico en el personaje. Hay conocimientos que él tiene y que él no tiene. Por eso, en La Neblina del Ayer yo creo un personaje que es Yoyi el Palomo que es de una generación más joven que Conde y es quien le permite tener a Conde una relación y un conocimiento con un mundo que para Conde no es el que él conoció, en el que él se movió, se hizo la persona que es.

Yo creo que la mayor violencia que ejercí sobre Conde fue mantenerlo durante cuatro novelas como policía cuando evidentemente Conde es muy poco policía, es un tipo que rechaza la violencia, tiene una sensibilidad, es casi que el antipolicía, y yo lo mantuve primero por una razón de lógica, de verosimilitud, en el año 90 no podía escribir una novela policiaca en Cuba con un personaje que investigara un crimen que no fuera policía. Y después porque decidí que esas cuatro novelas ocurrieran en un mismo año y tuvieran una estructura más o menos similar que las hicieran cuatro grandes capítulos de una sola novela, que es una de las formas en que a mí me gustaría que se leyera Las Cuatro Estaciones, como los cuatro capítulos de una novela, y por eso mantuve esa coherencia hasta cuarta, cuando deja la policía.

YN: ¿Recibes muchos pedidos de los lectores en relación con la evolución de Conde? ¿Cuál es la mayor satisfacción que te ha dado el personaje?

P: Varias veces algunos lectores entusiastas fuera de Cuba me dicen, “oye ¿y qué tú crees si Conde viene a Buenos Aires o a Santo Domingo, o a Madrid, o viene a Miami a hacer una investigación?” Y no lo descarto del todo, que en algún momento Conde pueda traspasar la frontera de Cuba, pero si ya hay veces que La Habana le resulta extraña, le cuesta trabajo entender los códigos de La Habana, los códigos de otra ciudad son muy difíciles de entender para una persona que no haya vivido mucho tiempo en ella, y como a mí me pasa lo mismo que a Conde, pues me costaría mucho trabajo poner a Conde a investigar en otro lugar.

Me ha pasado muchas veces y es muy bonito que hay lectores que han convertido al personaje en persona. Me preguntan por él como si fuera una persona a la que yo conozco. Me preguntan cómo está Conde, si se casó o no se casó, el perro de Conde cómo sigue, de la relación de Conde con Tamara, en fin, como si fuera una persona real con una vida real. Eso es definitivamente muy estimulante.