Los Lençóis Maranhenses, las dunas brasileñas entran en la lista de patrimonio de Unesco

El Parque Nacional de los Lençóis Maranhenses, en el noreste de Brasil, en una imagen del 25 de abril de 2000 (Joël Saget)
El Parque Nacional de los Lençóis Maranhenses, en el noreste de Brasil, en una imagen del 25 de abril de 2000 (Joël Saget)

El Parque Nacional de los Lençóis Maranhenses, conocido por sus interminables dunas y deslumbrantes piscinas naturales en el noreste de Brasil, fue declarado este viernes parte del Patrimonio Mundial por la Unesco.

La decisión se tomó durante la 46ª reunión anual del Comité del Patrimonio Mundial de Naciones Unidas que analiza en Nueva Delhi, capital de la India, las solicitudes de reconocimiento de 28 sitios de distintas partes del mundo.

Ubicado en la costa este del estado de Maranhão, en una zona de transición de los biomas de la Amazonía, Cerrado y Caatinga, el Parque Nacional de los Lençóis Maranhenses (PNLM) es el 24º bien brasileño incluido en la lista.

El PNLM fue creado en junio de 1981 con un área de 156.000 hectáreas, de las cuales 90.000 están conformadas por dunas libres y lagunas interdunares -algunas azules o verdes- que atraen a más de 100.000 turistas cada año.

Según Unesco, es el mayor campo de dunas de Sudamérica.

A mediados de cada año, durante la transición entre las temporadas de lluvia y la seca, entre los imponentes montículos de arena blanca se forman deslumbrantes piscinas naturales de agua dulce.

Los Lençóis Maranhenses son un área protegida "donde el desierto y el mar se encuentran, creando un paisaje único", dijo el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en una carta enviada a la Unesco a principios de 2023 en apoyo a la candidatura.

Considerado uno de los parajes más bellos del gigante latinoamericano, el parque abarca territorio de los municipios de Barreirinhas, Santo Amaro y Primeira Cruz, cuenta con manglares y colinda con el océano Atlántico.

Además de la belleza de sus suelos, que han albergado rodajes de películas de Hollywood, se le considera un refugio para aves migratorias y animales amenazados, como el pájaro "guará" (ibis escarlata), el lobito de río, el tigrillo y el manatí.

Desde su creación, el Comité del Patrimonio Mundial, compuesto por representantes de 21 Estados, ha inscrito en la lista más de 1.200 sitios de al menos 168 países.

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