Legistas ven como algo positivo la designación

María Cabadas y Alelhí Salgado

CIUDAD DE MÉXICO, enero 3 (EL UNIVERSAL).- El nombramiento de la ministra Norma Piña como nueva presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) es considerado por abogados como una señal positiva para el Máximo Tribunal, pero al mismo tiempo representa un golpe al actual gobierno y un dique para contener las presiones de los poderes Ejecutivo y Legislativo.

Se profundiza la crisis. "Es una señal clara no sólo hacia López Obrador y también hacia la ministra Yasmín Esquivel, envuelta en un escándalo serio que no ha hecho más que profundizar la crisis. La historia sobre la carta que llegó a la asesora de tesis, la lamentable actuación de la Fiscalía de la Ciudad de México no hacen más que agrandar la crisis y dejar claro que lo relevante es el puesto, el poder, no el fortalecimiento de la institución", señala Catalina Pérez Correa, profesora investigadora del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). Destaca a EL UNIVERSAL en entrevista que la ministra Piña "se enfrentará a los embates y presiones del Presidente, quien frecuentemente ataca al Poder Judicial y a las personas cuando no hacen lo que él quiere".

Un acierto. Para el penalista Juan Velásquez la designación de la ministra Norma Piña fue un acierto que garantizará la autonomía del Máximo Tribunal del país.

"Creo que no habría podido haber una designación más afortunada porque hace que los críticos de la Corte se queden sin argumentos, en tanto que argumentaban que no se elegía a una mujer por misoginia. Ese argumento se acabó", dice.

Considera que la ministra Piña "es una mujer modesta, ajena absolutamente a cuestiones políticas y además cuenta con 35 años de experiencia en ese Poder Judicial de la Federación al que ingresó desde la más baja posición y por su esfuerzo, talento, conocimiento y competencia fue escalando posiciones hasta llegar a la presidencia.

"No tengo duda de que la ministra Piña seguirá actuando con imparcialidad y con estricto apego a la Constitución. Insisto, esta designación ha sido la más afortunada en el ámbito judicial que le ha pasado a este país", dice.

Una decisión histórica. Integrante del Colegio Nacional de Abogados, Tulio Salanueva Brito considera que la elección de Piña Hernández como la primera mujer en presidir la Suprema Corte de Justicia de la Nación es una decisión histórica, pues en gobiernos pasados había un matiz de machismo en este poder.

"Sin duda, sus posicionamientos trascenderán en las decisiones de igualdad y equidad de género que se tomen en el país de ahora en adelante por la representación trascendental que ella ha dado en torno a los derechos de las mujeres de México", asegura.

Subraya que esta decisión no es una derrota ni un revés para los intereses del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sino un tinte para la democracia porque de esta manera se demuestra la autonomía del organismo.