Las insólitas facturas que reciben los pacientes en los hospitales de Cuba: ¿El fin de la salud gratuita?

Los pacientes de varios hospitales de la capital cubana han sido sorprendidos recientemente con la entrega de “facturas de cortesía” con los precios de los servicios que reciben, pese a que la atención médica en la isla de gobierno socialista es totalmente gratuita.

La iniciativa previsiblemente ha hecho sonar las alarmas, y quizás a ello se deba un reciente reportaje en el noticiero nacional de televisión, que se trasmite en cadena a todo el país.

Un turista es atendido en Jatibonico, provincia de Sancti Spiritus, tras un accidente en abril de 2016. Foto: AFP.
Un turista es atendido en Jatibonico, provincia de Sancti Spiritus, tras un accidente en abril de 2016. Foto: AFP.

“No es la intención que se vayan a cobrar los servicios… Eso nunca está pensado en el Ministerio de Salud Pública ni por la dirección del país”, aseguró Miosotis Moreno, directora de Economía y Planificación del Ministerio de Salud Pública, MINSAP. “Es solo que las personas sientan el compromiso con los servicios que hoy estamos brindando, cómo lo hacemos, cuáles son los recursos que les cuestan al Ministerio de Salud Pública y al país poderlos brindar”.

El reportaje aparece en el minuto 22.04:

Sin embargo, en un país donde las campañas gubernamentales suelen conducir a un objetivo concreto, muchos se preocupan sobre si este es el inicio del fin de los servicios médicos gratuitos.

Desde hace algunos meses, carteles titulados “Tu servicio de salud es gratuito… pero cuesta”, han aparecido en la entrada de los centros médicos de todo el país.

El difunto Fidel Castro convirtió la atención médica gratuita en uno de los logros de su largo gobierno (1959-2006), y con frecuencia se refería a su país como “potencia médica mundial”.

Durante décadas, Castro envió cooperantes a países más pobres del Tercer Mundo, fundamentalmente a África, pero tras la caída del campo socialista en la década de 1990, los médicos se convirtieron en un rubro exportador y el gobierno comenzó a cobrar elevadas tarifas por enviar contingentes a países como Venezuela, Pakistán y otros.

Al mismo tiempo, la exportación del personal médico y la mínima inversión en mantenimiento de la infraestructura ha dejado en estado muy precario a la mayoría de los centros médicos del país.

El gobernante Raúl Castro, sucesor de su hermano Fidel, ha adoptado una posición mucho más pragmática en relación con la atención sanitaria.

“Los gastos en la esfera social deben estar en consonancia con las posibilidades reales, y ello impone suprimir aquellos de que es posible prescindir, pueden tratarse de actividades beneficiosas y hasta loables, pero simplemente no están al alcance de la economía”, dijo ante el Parlamento en 2009.

El pragmatismo de Raúl Castro pone en dudas la perpetuidad del sistema salud actual, toda vez que el gobernante de 85 años ha insistido, entonces y después, en eliminar gratuidades innecesarias.

Según cifras oficiales de 2015, existen 85 000 médicos en la isla caribeño, lo que equivale a uno por cada 130 personas. Alrededor de 25.000 que se encuentran prestando servicios en el extranjero.