Las falacias de la más absurda petición de Andrés Manuel López Obrador al Rey de España

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Después de la controversia que ha creado Andrés Manuel López Obrador, y sin ánimo de seguir en la línea de si debió enviar una carta al Rey Felipe VI para que se disculpara por los atropellos durante la conquista de México, solo queremos aportar algunos datos y dejar atrás algunas falacias históricas.

Conquista con la espada y la Cruz

Uno de los comentarios del Presidente se refieren a que durante las batallas y después de ellas, los españoles cometieron actos por los que deberían pedir perdón a lo que ahora llamamos pueblos originarios.

Por ejemplo, mencionó la batalla de Cholula en la que afirmó hubo una masacre. Lo cierto es que Cortés (según los relatos de la época, como el de López Gomara) fue invitado por el mismo Moctezuma a Tlaxcala, a lo cual el capitán extremeño accedió, ahí avanzó con un ejército de indígenas entre Totonacas y Tlaxcaltelcas que sumaban hasta 11 mil. Estas tropas que no eran conquistadas si no que se habían sumado por su odio hacia el imperio, permaneció a las afueras de Tlaxcala.

Despúes de días, los españoles dentro de los palacios, de donde no se movieron, se enteraron que era una trampa para matarlos, eso provocó la batalla en la que se contaron 3 mil bajas. Al final, los señores de la región se rindieron y aceptaron su participación en la treta. Luego entonces fue una lucha entre los señores de la región y las tropas que esperaban afuera de la ciudad.

El mito de los españoles sanguinarios

En los relatos dan cuenta de la preocupación de Hernán Cortés por el derramamiento de sangre. Fuera de la Gran Tenochtitlán, muchos estaban de su parte ¿por qué querría verlos morir? Además, poco le convenía una guerra con ese gran imperio que se cree tenía entonces hasta 15 millones de habitantes, cuando él entró con 400 hombres, 15 jinetes y 7 cañones que fueron al final, los que acabaron con los mexicas.

Otra cuestión de la que se habla poco, es del terror en el ya vivían los que fueran cautivos por los guerreros mexicas. Para algunos historiadores aun no es clara la cantidad de gente que se sacrificaba en las ciudades del imperio, pero los números podrían variar entre 20 y 30 mil cautivos que se inmolaban en los templos.

Dejaron constancia de estos hechos Bernal Díaz del Castillo y Bernardino Sahagún, éste último relató cómo se llevaban a cabo los sacrificios, “después de los hubieran muerto y sacado los corazones, llevábanlos pasito, rodando por las gradas abajo; llegados abajo cortábanles las cabezas y espetábanlas en un palo y los cuerpos llevánbanlos en las casas que llaman Calpul, donde los repartían para comer”.

La ironía de “La noche triste”

En su acostumbrada conferencia matutina también hizo referencia a lo que es conocida como “La noche triste”, en la cual el pequeño ejército español comandado por Hernán Cortés tuvo que huir del lugar para no ser masacrados. Lo que olvida AMLO, es que varios de ellos y sus descendientes fueron los que tres siglos después fundaron lo que hoy conocemos como México.

400 hombres no lo hicieron solos

Después de que Cortés quemara las naves, lo que era un mensaje para sus hombres; todo o nada, o avanzaban y se enfrentaban a los desconocido dejando atrás Cuba, o morirían en el intento. Mostrando un liderazgo único se fue haciendo de aliados a su paso, así que cuando llegó a la capital del imperio mexica ya conocía las debilidades de su oponente. A su llegada supo ganarse a Moctezuma con su destreza política y al mismo tiempo lo fue cercando con las etnias resentidas por los tributos.

Según la historiadora María Elvira Roca Barea, las tribus sometidas por los aztecas vieron con júbilo la desaparición de esa hegemonía del imperio azteca que se sostenía con los tributos y sacrificios humanos.