Las escuelas de Boston no usarán más este mapa (prejuiciado e inexacto) de la Tierra
Para los alumnos de las escuelas públicas de Boston la representación del mundo ya no es la misma, y en realidad sería más precisa y real, y menos prejuiciada en términos culturales, que en el pasado. Al menos en los mapas.
La tierra es redonda y por ello representar su superficie en el espacio plano de un mapa tradicional tiene en general un grado de imprecisión y requiere proyectar las siluetas de continentes y océanos de cierto modo. Por siglos, literalmente, la técnica de proyección de Gerardus Mercator (usada por primera vez en su mapa de 1569) ha trazado al mundo de modo que las áreas cercanas a los polos lucen mucho más grandes de lo que realmente son. Este efecto es resultado de mostrar a los paralelos y meridianos de forma recta y con ángulos constantes, lo que resulta útil para la navegación.
Pero dado que la proyección de Mercator distorsiona y hace crecer las áreas cercanas a los polos, y a que en el Hemisferio Norte existe más masa continental que en el sur, la percepción que por siglos se ha tenido de la forma de los continentes y de las naciones del mundo no es precisa y tiende a mostrar a las regiones de Norteamérica , Europa y el norte de Asia sustancialmente más grandes de lo que son, y a las de Sudamérica, África, el sur de Asia y Oceanía más pequeñas.
Por ejemplo, en un mapa de proyección de Mercator, que ha sido usado intensamente en escuelas, libros y medios de comunicación, la isla de Groenlandia aparece de un tamaño similar a China y mucho más grande que México. En realidad, China es varias veces más extensa que Groenlandia, y México es de un área similar a esa isla.
La Península Escandinava también luce enorme en los mapas de proyección de Mercator, pero en realidad es de cerca de la mitad del tamaño de México. Y África, cuya área es casi el doble que la de Rusia, luce más pequeña que ese país en esos mapas.
Esa percepción no solo distorsiona los tamaños sino que incide en una visión del mundo en el que las naciones del norte, en general más desarrolladas que las del sur, tienen una primacía que se relaciona con otras hegemonías económicas, políticas, raciales y militares.
Pero las escuelas públicas de Boston han optado por mostrar una visión diferente y, como se comenta en el sitio web de ese distrito escolar, han comenzado con una muestra de mapas del mundo que utilizan la proyección de Peters (o de Gall-Peters), que al contrario que la de Mercator no sobrerrepresenta las áreas cercanas a los polos sino que busca que áreas iguales en el planeta tengan también áreas iguales en el mapa.
El resultado implica, en relación a los mapas tradicionales, un cierto “aplanamiento” de las áreas cercanas a los polos, lo que en comparación con un mapa de proyección de Mercator da la impresión de que el hemisferio norte, en su parte más septentrional, estuviera comprimido, o como si fuera visto desde una posición más al sur en un globo y por ello luciera más apretado.
Pero para muchas personas esta proyección, que como todas las que pretenden mostrar el área de una esfera en un espacio plano tiene sus inexactitudes, en más apropiada que la de Mercator y mitiga los prejuicios creados en torno al tamaño (y la valoración) de los continentes, sobre todo los del sur.
Por ello, las escuelas de Boston comenzarán a usar mapas de proyección de Peters como su material de referencia en sus clases de geografía y estudios sociales, algo que ya sucede de modo amplio en la Gran Bretaña. Pero el de Boston sería el primer distrito escolar en Estados Unidos en usar ese tipo de mapas.
Según la Radio Pública Internacional, las escuelas públicas de Boston han optado por este tipo de mapas porque muestran las áreas y ubicaciones de los países, continentes y océanos de modo más preciso, son más incluyentes en términos culturales y evitan la noción de “superioridad del norte”.
De acuerdo a la estación radial local WBUR, las autoridades escolares en Boston consideran que el uso de mapas de proyección Gall-Peters ayuda a “descolonizar” el curriculum escolar y hace sentir a los alumnos que no son de raza blanca (el 68% del estudiantado en ese distrito) que no se encuentran desplazados.
Así, The Guardian recoge reacciones de alumnos que han emitido un “wow” y exclamaciones como “mira África, es más grande” al ver los nuevos mapas.
Esa conversación y las reflexiones que esos mapas desatan en los jóvenes estudiantes son tan inmensas como el mayor de los continentes.