Las cirugías de las víctimas de la guerra civil siria se hicieron en un hospital turco

Por Will Boggs NUEVA YORK (Reuters Health) - Entre 2011 y 2012, unos 159 pacientes con lesiones de la guerra civil siria pasaron por los quirófanos de un hospital en la vecina Turquía. "Desafortunadamente, casi ninguno de los pacientes fue derivado con información", dijo por correo electrónico el doctor Seckin Akkucuk, de la Facultad de Medicina de la Universidad Mustafá Kemal, Hatay, Turquía. "Rara vez nos notificaban los ingresos múltiples de pacientes heridos. Y, aun así, la información provenía de nuestros servicios de ambulancias", agregó. De los 159 pacientes que atendió el equipo de Akkucuk, 79 ya habían sido operados en Siria y 43 de ellos no necesitaban otra cirugía. Ochenta pacientes tuvieron una primera operación en Turquía y 36 una segunda intervención en el país. El tiempo de traslado promedio desde el campo de batalla fue de 6,28 horas, pero los pacientes con una cirugía previa llegaron al hospital unas 58,11 horas después de la intervención. Seis pacientes reoperados no sufrieron complicaciones, mientras que 12 llegaron con un taponamiento abdominal sin informar y 18 con una lesión visceral profunda o filtraciones anastomóticas con contaminación intraabdominal total, según publican los autores en Journal of the Royal Army Medical Corps. Los procedimientos quirúrgicos más comunes fueron los estomas: 24 pacientes necesitaron una ileostomía/jejunostomía y 23 pacientes, una colostomía y/u otras operaciones. Ocho pacientes operados de los intestinos desarrollaron sepsis, que en cinco casos provocó una falla multiorgánica y la muerte. Murieron dos de las siete mujeres y 21 de los 109 hombres atendidos. Un tercio de los pacientes derivados después de una primera cirugía en Siria murió en Turquía, comparado con el 13,7 por ciento (11/80) de los pacientes con una primera intervención en el hospital turco. "Para evitar muertes, es indispensable una adecuada organización de la atención médica, aunque la guerra ocurra en el barrio", señala el equipo. "Hay que tomar algunas precauciones, como adaptar los hospitales cercanos para acortar los traslados y poder hacer las cirugías necesarias. Hay que convocar a los cirujanos especializados en trauma, equipar el hospital con los fármacos y los suministros adecuados, como así también instalar UTI en los hospitales de las ciudades más cercanas hasta que termine la guerra", agregó. "El control de daños es lo más importante para los pacientes con lesiones graves si se quieren reducir las muertes", dijo Akkucuk. Para cuidar a esos pacientes, explicó que "contamos con quirófanos extras (con 70 u 80 camas y 10 camas de terapia intensiva) y casi 30 profesionales nuevos en ese período. Los costos alcanzaron al 30 por ciento de los ingresos mensuales de la institución (350.000-400.000 dólares)". El cirujano militar Christopher E. White, del Centro Médico del Ejército San Antonio, San Antonio, Texas, comentó vía e-mail que "la mortalidad coincide con una curva de decaimiento de primer orden (como un isótopo radioactivo, pero con el eje x en minutos o segundos)". "Lo más importante de la atención de los caídos en combate es la intervención de un cirujano para detener el sangrado/la contaminación. En un país como Siria (o hasta en el sur de Texas), no existe un sistema de drenaje por vacío. Lo más probable es que la persona herida permanezca demasiado tiempo en el campo de batalla y termine en la cola de la curva de mortalidad", agregó. El equipo no recibió financiamiento externo ni declaró tener conflictos de intereses. FUENTE: J R Army Med Corps, 2015.