Lanzan el helado 'Aleluya' para celebrar la recuperación del Papa
Muchos fieles católicos gritaron "¡Aleluya!" cuando, tras una larga batalla contra su neumonía, el Papa Francisco abandonó el pasado domingo el Hospital Gemelli de Roma después de pasar un mes hospitalizado. Este grito de júbilo se congeló rápidamente, pero no por una recaída en su salud, sino por la creación de un nuevo helado bautizado con esta onomatopeya tan característica de la fe cristiana.
El helado 'Aleluya' es una nueva creación basada en la 'gianduia', una deliciosa mezcla de avellanas tostadas y chocolate puro. El sabor hizo su primera aparición en varios puestos al aire libre en la Piazza Risorgimento, a tan solo cinco minutos a pie del Vaticano. Se trata del aperitivo perfecto ante la inminente celebración del Día Internacional del Helado Artesanal, y supone una excusa para recaudar fondos para personas sin hogar en todo el mundo.
El helado se ha convertido rápidamente en la comidilla de la ciudad de las siete colinas, atrayendo a cientos de peregrinos, turistas y entusiastas del 'gelato' italiano que han hecho cola para probar el nuevo y divino sabor. A partir del lunes, el 'Aleluya' estará disponible en heladerías de toda Europa.
Para muchos aficionados al helado, este nuevo sabor es más que un capricho: se trata de una forma adecuada de conmemorar la recuperación del Papa Francisco, en un momento de inmenso alivio para los católicos de todo el mundo.
"Es una hermosa coincidencia que el Papa Francisco haya vuelto hoy a casa", afirma Ludovico Santasilia, uno de los organizadores de la degustación. "Francisco ha estado siguiendo este proyecto y estoy seguro de que le encantaría el nuevo sabor, ya que sabemos que es un gran aficionado al 'gelato'".
El sabor ha sido creado por el maestro heladero Vincenzo Squatrito, cuya propuesta ganó un concurso europeo de helados. El nombre 'Aleluya' se eligió como homenaje al Año Jubilar de la Iglesia Católica, que el Papa Francisco inauguró en diciembre. Se espera que el Jubileo atraiga a millones de peregrinos a Roma.
El Papa Francisco, de 88 años, es conocido desde hace tiempo por su afición al helado. De hecho, se dice que su sabor favorito es el dulce de leche de su Buenos Aires natal. El Papa también comparte un vínculo especial con Sebastián Padrón, un heladero argentino afincado cerca de los aposentos papales, que realiza entregas regulares del dulce favorito de Bergoglio.
"Estoy seguro de que al Papa también le encanta la idea de que las donaciones recaudadas con esta degustación financien un proyecto para personas sin hogar de todo el mundo", añade Santasilia, destacando el aspecto caritativo del evento.