Lanzador de los Marlins asegura el invicto de una Venezuela que sigue a ritmo trepidante en el Clásico

Jesús Luzardo ya perdió la cuenta de cuantas veces soñó jugar con el uniforme de Venezuela. Esa visión no pudo ser más real y feliz, cuando este miércoles el lanzador de los Marlins lideró a la selección de su país a un triunfo que selló de manera invicta (4-0) su paso por la fase de grupos.

A pesar de que la clasificación a cuartos de finales estaba garantizada desde el martes con el triunfo dominicano 10-0 sobre Israel, Venezuela no sacó el pie del acelerador y pasó por encima de esa misma selección con una victoria 5-1, delante de 18,277 aficionados que se dieron cita en el loanDepot park.

Ciertamente, los sudamericanos no tenían presión ninguna para este encuentro de puro trámite, pero Luzardo entró al montículo como si se tratara de un choque de Serie Mundial que también debe dejar un dulce sabor de boca en los peces que le contemplaron desde su cuartel primaveral en Jupiter.

“Para mí se trató de un momento especial, porque desde mucho tiempo quería hacer esto’’, expresó Luzardo. “Cada vez que lanzaba tenía tres mensajes: de mi papá, de mi mamá y de mi abuelo. Mi abuelo ya no está, pero él siempre me decía que algún día iba a representar a Venezuela. Sé que él está aquí conmigo’’.

Luzardo continuó el suplicio de los israelitas que no marcaron carrera en sus últimos tres choques hasta la séptima entrada de este desafío y se van con una única victoria sobre Nicaragua, en una llave demasiada cruel por la potencia de sus integrantes, al punto que un grande se quedará fuera esta noche.

Si en la pasada temporada de Mayores, Luzardo resultó uno de los pocos puntos luminosos de Miami, sin duda esta apertura de cero carrera con apenas cuatro hits permitidos, cinco ponches y un boleto habrá de confirmarles a los Marlins que no hay motivo alguno de preocupación con el zurdo que tuvo a muchos invitados, incluyendo a sus padres, en las gradas.

“Al principio fue difícil controlar las emociones y como ustedes vieron di una base por bolas’’, agregó el lanzador. “Pero luego con la ayuda de Salvador Pérez me controlé y todo fue mejor. Esta es una experiencia que recordaré por siempre’’.

El tercera base de Venezuela Eduardo Escobar (10) es recibido por sus compañeros de equipo tras pegar un jonrón ante Israel, en el cuarto inning del partido del Grupo D del Clásico Mundial de Béisbol, celebrado el 15 de marzo de 2023 en Miami. David Santiago/dsantiago@miamiherald.com
El tercera base de Venezuela Eduardo Escobar (10) es recibido por sus compañeros de equipo tras pegar un jonrón ante Israel, en el cuarto inning del partido del Grupo D del Clásico Mundial de Béisbol, celebrado el 15 de marzo de 2023 en Miami. David Santiago/dsantiago@miamiherald.com

Venezuela, por su parte, tampoco debe preocuparse porque su ofensiva demostró una vez más que se encuentra aceitada y lista para generar fuego graneado en la siguiente ronda de este Clásico, sea quien sea su próximo rival en busca de las semifinales.

El equipo del manager Omar López contó con un ataque bastante balanceado como es usual, pero que siempre parece contar con un héroe distinto para cada jornada, como lo fue en esta ocasión Eugenio Suárez con una tarde de cuadrangular, imparable y tres remolcadas.

Así las cosas, Venezuela se va a un merecido descanso en espera de saber quién le acompañará a la siguiente fase entre una Dominicana y un Puerto Rico que más tarde sostendrán un choque de vida o muerte y para el cual se espera un lleno total en la casa de los Marlins.

Que también es la casa de Jesús Luzardo.