Lampedusa teme un verano difícil amenazado por Sudán

Lampedusa (Italia), 25 abr (EFE).- La diminuta isla italiana de Lampedusa (sur), en pleno Mediterráneo central, teme la inminencia de un verano complicado en el plano migratorio tras la enésima oleada de pateras y agravado por crisis africanas como la de Sudán. Para ello, el Gobierno italiano acelera la creación de un "plan" que palíe un fenómeno que no ha cesado desde hace una década.

Hoy, 25 de abril, es fiesta en toda Italia, ya que se conmemora el Día de la Liberación del nazismo, pero el trabajo y la emergencia no se detienen en Lampedusa, donde en los últimos días han llegado cerca de 3.000 inmigrantes desde Túnez.

La oleada migratoria desde el litoral tunecino terminó por saturar estos días el único centro de acogida del lugar, con una nimia capacidad para 400 personas, cinco veces menos que lo que se requeriría para permitir a todos los llegados dormir bajo techo.

Se trata de un nuevo pico en una estadística en constante aumento pues, en lo que va de año, hasta ayer mismo, han desembarcado en las costas italianas 36.610, cuatro veces más que en el mismo periodo de 2022 (9.089) o de 2021 (8.604), según datos oficiales.

La gran mayoría parte de Túnez (19.247) mientras que otros muchos lo hacen desde la violenta Libia (15.509), de acuerdo con un informe de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

Por eso Lampedusa, una pequeña isla en la que viven menos de seis mil personas de la pesca y del turismo, se ubica en primera fila ante este fenómeno, considerada por los inmigrantes como una puerta a Europa por ser el enclave más meridional de Italia italiano.

La isla fue visitada hoy por el ministro italiano del Interior, Matteo Piantedosi, que anunció la creación "en breve" de un plan para gestionar este problema y que prevé, entre otras cosas, el uso de naves para "vaciar progresivamente" puntos calientes como Lampedusa.

Además, el Gobierno italiano declaró el estado de emergencia migratorio a comienzos de abril para potenciar las expulsiones y ha aprobado la creación de un nuevo puesto de Emergencias en la isla.

Esto porque, según declaró Piantedosi tras supervisar el centro en apenas diez minutos, Italia afronta el reto "grande" de capear unos niveles migratorios "históricos", agravados por cualquier atisbo de inestabilidad en el cercano continente africano.

Así, uno de los temores de Italia es que el actual conflicto interno en Sudán aliente el flujo migratorio desde el Magreb hacia Europa, tal y como confirmó hoy el propio ministro.

"Es un dato temido porque los sudaneses ya son una nacionalidad que se registra en estos desembarcos. Hemos hablado precisamente de esto con los expertos y uno de los eventos temidos es ese", reconoció Piantedosi preguntado por EFE.

En efecto, en los desembarcos en Italia suele haber numerosas personas que escapan de la guerra de Sudán o de su vecino Sudán del Sur, aunque en este año las principales nacionalidades han sido Costa de Marfil, Guinea, Egipto, Pakistán, Bangladés, Siria, Camerún y Mali.

El centro de acogida, situado en un páramo lejos de cualquier atracción turística de la isla, sigue saturado con unos 2.300 inmigrantes, de los que 300 son menores solos, aunque poco a poco decenas de ellos son llevados a la cercana Sicilia en grandes naves.

La situación es "crítica", según explican los voluntarios que trabajan en el interior, por lo que se teme cualquier aumento de las llegadas. Y en esto la crisis en Sudán puede jugar un papel clave.

En este sentido, ACNUR ha advertido de que el conflicto en Sudán, que ya ha causado 459 muertos y 4.079 heridos, podría generar unos 145.000 refugiados sólo en los vecinos Chad y Sudán del Sur.

Desde "Save the Children", que trabaja dentro de las instalaciones de Lampedusa, consideran ese eventual aumento como "una posibilidad" porque "cualquier escenario de guerra, de crisis humanitarias y de pobreza extrema conlleva un movimiento de personas", avisan.

El temor, comentado en voz baja entre los trabajadores voluntarios, también ronda la cabeza de los militares que llevan a cabo día y noche los rescates alrededor de la isla.

La enfermera Marika Borettaz, miembro del Cuerpo Italiano de Socorro de la Orden de Malta (CISOM), presta servicio a bordo de los buques de la Guardia Costera y de la Guardia de Finanza y en declaraciones a EFE confirmó que esa preocupación existe.

"Sí, seguro que habrá un aumento porque ya antes de esta crisis Sudán era uno de los países de los que ya recibíamos más inmigrantes, por lo que a buen seguro habrá un aumento de esta nacionalidad en las llegadas a nuestras cosas", sostuvo.

Gonzalo Sánchez

(c) Agencia EFE