Ni se te ocurra cambiar la fecha de tu iPhone al 1 de enero de 1970

Los iPhone son una maravilla de la tecnología, un portento de diseño y una de las cimas de la ingeniería informática. Por muy fan que se sea de Android, no se puede discutir su importancia en la historia. Pero a pesar de ser un aparato 100 veces más potente que los ordenadores que llevaron al hombre a la luna, tienen un talón de Aquiles de lo más absurdo: si quieres convertir uno de estos aparatos en un ladrillo, simplemente cambia su fecha al 1 de enero de 1970.

Al escribir esa fecha, el iPhone entrará en un bucle que consumirá sus recursos y dejará de funcionar. ¿El motivo de este fallo? Apple no ha explicado nada, pero el YouTuber Tom Scott ha creado un vídeo en el que da una teoría de lo más plausible.

Según Scott, el iPhone considera la hora como un número entero formado por todos los segundos que han pasado desde el 1 de enero de 1970. Y esa fecha en concreto es interpretada por el software del teléfono como 0. El problema, según revela este joven informático, es que al seleccionar esa fecha como la actual hace que el teléfono empiece a mostrar como negativa cualquier fecha anterior, algo que el software no es capaz de interpretar de manera adecuada.

Por ejemplo, un mensaje registrado en el móvil y recibido dos horas antes de la fecha actual del teléfono -que correspondería a las 22:00 del 31 de diciembre de 1969 si se realiza el cambio que vuelve tonto al aparato- sería contabilizada como negativa, algo para lo que no está preparado el iPhone y que le lleva a un loop catastrófico.

Este problema se conoce en el mundo de la informática como el “el problema del año 2038”. Según está descrito en Wikipedia, esta situación “afecta a los programas que usen la representación del tiempo basada en el sistema POSIX, que se basa en contar el número de segundos transcurridos desde el 1 de enero de 1970 a las 00:00:00 (ignorando los segundos intercalares). Las últimas versiones del kernel Linux comienzan a contar desde las 21:00 del 31 de diciembre de 1969”.

(¡No lo hagas!)

La teoría de Scott es similar a la del famoso ‘efecto 2000’ que asustó a los informáticos durante el cambio del milenio. En aquella fecha, muchos temían que los ordenadores dejaran de funcionar al producirse el cambio de año, ya que algunos programadores habían adoptado la costumbre de omitir la centuria en el año para el almacenamiento de fechas, asumiendo que el software solo funcionaría durante los años cuyos nombres comenzaran con 19. Lo anterior tendría como consecuencia que después del 31 de diciembre de 1999, sería el 1 de enero de 1900 en vez del 1 de enero de 2000.

Este bug produciría errores en los programas que utilizaran la fecha del ordenador para realizar cálculos, y esos errores se encadenarían para traer el caos: primero dejarían de funcionar los ordenadores, y luego caerían sistemas como el que controla el alumbrado de las calles, los semáforos y el tráfico aéreo. A pesar de los malos augurios, el efecto 2000 prácticamente no hizo ningún daño porque los programadores se afanaron en anticiparse al problemas.

El error 53

La semana pasada también se hizo pública otra forma de convertir un iPhone en un ladrillo, pero bastante más polémica. Con la última actualización del sistema operativo del teléfono, la 9.2, los usuarios que en algún momento repararon el botón Touch ID de sus iPhone 6 en una tienda que no fuera de Apple han podido comprobar como su móvil dejaba de funcionar para siempre debido al ‘error 53′. Al parecer, Apple castiga así a todos aquellos que decidieron reparar sus móviles en tiendas que no fueran las oficiales.

Todos aquellos que se han llevado esta desagradable sorpresa solo tienen una opción: ir a una tienda Apple, comprar el botón ‘oficial’ de la compañía, reparar el teléfono y así pasar por el aro. Una medida de lo más polémica que en países como Reino Unido o Australia está siendo estudiada por las organizaciones de consumidores por si supone un abuso.