La Selección Mexicana y una ventaja más que EEUU tiene sobre El Tri y nadie quiere ver

México perdió en la Final de la Nations League contra Estados Unidos en marzo pasado. (Darren Carroll/USSF/Getty Images for USSF)
México perdió en la Final de la Nations League contra Estados Unidos en marzo pasado. (Darren Carroll/USSF/Getty Images for USSF)

México ha tenido que vivir con un fantasma durante los últimos cinco años: no poder vencer a Estados Unidos. El Tri ha construido una maldición que se agranda partido a partido. La paternidad ya no es casualidad. Cuando llegó la primera racha preocupante, en 2021, algunos todavía se esforzaban en hablar de un fenómeno aislado. Decían que simplemente se estaba exagerando: Estados Unidos no podía superar a México sólo por unos partidos.

Hoy es una realidad: tienen una paternidad sobre los verdes que no sólo se expresa en los resultados, sino también en los modos, pues cada partido deja más claro que la diferencia entre ambos equipos es más grande que nunca. Y no parece que ese efecto vaya a pasar pronto. Ya no es repentino, sino una respuesta al proyecto que cada una de las federaciones tiene. Y hay aspectos que todavía no se toman en cuentan en su totalidad y que podrían agrandar la brecha en el futuro inmediato y no se diga a largo plazo.

Luis García, exseleccionado nacional y actual comentarista, lo evaluó así en el podcast El RePortero de Yosgart Gutiérrez: "Hay muchos factores. Estados Unidos tiene una fusión de razas que México no tiene. Lo tiene Bélgica, Brasil, Suiza, Francia. Hay futbolistas con papás de diferentes nacionalidades. Alemania hoy tiene jugadores de raza negra que antes no tenía. La raza mexicana no es tan poderosa físicamente. Si no eres un animal físicamente no tienes chances de competir. En esa parte, México está rezagado. Tiene que ver con un punto geográfico y de una fusión de razas que no tenemos".

Y no sólo es eso. García también destacó que en México no se le da confianza a los jugadores jóvenes, que debutan tarde porque los equipos no tienen paciencia para formarlos y darles oportunidades. "Ponme a hacer 300 veces las cosas más que tú, voy a ser mejor. El futbol mexicano está en modo subsistencia. Muy pocos se volvieron muy ricos y los demás se volvieron muy pobres. Hay una mesa del Rey Arturo que compra lo que quiere, y los otros que deben sobrevivir". Esa desigualdad explica que la mayoría de clubes no tenga en sus prioridades la formación de nuevos talentos.

El futbol mexicano solía ser un destino viable para los jugadores sudamericanos que no podían ir a Europa. Hoy eso ya no es así debido a todos los mercados emergentes que existen: Estados Unidos, Arabia Saudita, Rusia en un momento anterior. De manera inevitable, el futbol mexicano ya no puede quedarse con los jugadores de clase B sino con los de clase C, y eso tiene un impacto directo en el nivel que se observa en el campeonato nacional. A su vez, así se reduce el rendimiento de los jugadores nacionales, que salen poco a Europa y no tienen roce de calidad en el torneo doméstico.

"Aparecieron cinco o seis competidores en ligas que no tenías contemplados (hace unos años). Los (jugadores) B venían a México siempre. Por ahí viene uno, pero todos los demás se van a lugares que les parecen más seductores. De pronto el que viene es el C. Son muchas rebanadas del pastel, pero como conclusión: aquí nos dio mucho miedo hacer un cambio generacional. Tenemos a jugadores que llevan cinco mundiales. Si pasas 25 años en un lugar, estás tapando a alguien de abajo". Igualmente García dio un veredicto que debería ser tranquilizador: estar entre los 16 mejores del mundo, como estuvo México durante 30 años, es un mérito plausible. Quizá El Tri nunca sea potencia. Es una realidad cruda. Como también lo es que Estados Unidos tendrá cada vez más ventajas en la batalla regional.