El temor de los republicanos ante las elecciones de 2020: ser barridos

Los escándalos que azotan al presidente Donald Trump y las constantes revelaciones sobre prácticas potencialmente impropias y de abuso de poder que han aflorado en el marco de las investigaciones del proceso de destitución que se le sigue en el Congreso han sacudido a la opinión pública, inclinado las encuestas a favor del citado ‘impeachment’ y generando intensa preocupación entre un importante número de republicanos.

Tanta que de acuerdo a analistas de Axios un creciente número de republicanos ha comenzado a expresar en privado su temor de que las elecciones de 2020 se conviertan en un desastre para su partido. Algunos creen que podría darse la “pesadilla” de ser barridos en los comicios federales, perder la presidencia, el Senado y la Cámara de Representantes (que hoy es ya de mayoría demócrata) y con ello abrir la puerta a que los demócratas comiencen a revertir los avances logrados en la agenda conservadora durante la presente administración.

El presidente Donald Trump con el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, otros líderes senatoriales republicanos y el vicepresidente Mike Pence. (Reuters)
El presidente Donald Trump con el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, otros líderes senatoriales republicanos y el vicepresidente Mike Pence. (Reuters)

De acuerdo a Axios, indicadores de esa inquietud son la creciente cantidad de congresistas republicanos en distritos competitivos que han optado por no buscar la reelección, sobre todo en Texas (a lo que se le ha bautizado como el ‘Texodus’) pero también en otros estados. A la fecha van 19 republicanos que han anunciado que no buscarán su reelección en la Cámara baja en 2020.

También, la ventaja demócrata en la recaudación de fondos de campaña y en las encuestas en varias contiendas clave por escaños en el Senado haría temer a los republicanos que su mayoría en el Senado (que ha sido decisiva para impulsar nominaciones de jueces conservadores en la Corte Suprema y lo será si Trump es formalmente acusado en el proceso de ‘impeachment’) podría estar en riesgo.

Dada la alta competencia que se dará en las elecciones del Senado, bastará a los demócratas con retener sus posiciones y arrebatarle cuatro escaños (tres si Trump es vencido) para hacerse de la mayoría.

Según Axios, al menos en tres contiendas senatoriales (Arizona, Iowa y Maine) tres senadores republicanos ya tienen frente a sí focos rojos al situarse detrás de sus retadores demócratas en recaudación de fondos de campaña.

Y a Trump el escenario no les es demasiado auspicioso hasta el momento. Al día de hoy las encuestas recientes a nivel nacional, de acuerdo al compendio de RealClearPolitics, colocan a Trump detrás de los principales aspirantes demócratas (Joe Biden, Elizabeth Warren, Bernie Sanders, e incluso en algunos casos de Pete Buttigieg y Kamala Harris) pero la firmeza que aún se registra en la economía estadounidense es un factor que, históricamente, ha contado a favor de las aspiraciones de reelección de los presidentes. Y más que las cifras nacionales serán los resultados en un puñado de estados lo que inclinará la balanza.

El líder de la minoría republicana en la Cámara baja, Kevin McCarthy,y algunos representantes republicanos integrantes de comités clave. (AP)
El líder de la minoría republicana en la Cámara baja, Kevin McCarthy,y algunos representantes republicanos integrantes de comités clave. (AP)

Es cierto que el lastre del ‘impeachment’ en la posición electoral de Trump parece crecer considerablemente día a día (de allí el temor republicano a la “pesadilla” citada): según la ponderación de sondeos de FiveThirtyEight, el 54.1% desaprueba la gestión de Trump (40.6% la aprueba) y un 48.7% está a favor del proceso de destitución (43.4% está en contra), pero el destino tanto del ‘impeachment’ (del que Trump aún está protegido por la mayoría republicana en el Senado) como de las elecciones 2019 es todavía muy incierto y esas cifras pueden variar en cualquier sentido conforme avancen los procesos electorales y se den, en su caso, nuevas acciones y revelaciones en la investigación para el juicio político.

Así, es aún muy prematuro el aventurar pronósticos sobre el resultado de las elecciones de noviembre de 2020 y Trump cuenta aún con enormes apoyos electorales e ingentes recursos para gastar en su campaña.

De acuerdo a cifras de Open Secrets, hasta el tercer cuarto de 2019 el presidente Trump cuenta con más de 246 millones de dólares en recursos recaudados por su comité de campaña o dinero externo en su apoyo, casi el equivalente a todo lo que Biden, Warren, Sanders, Buttigieg y Harris han recaudado en conjunto hasta ahora (unos 258 millones de dólares). Y a ello hay que añadir el ímpetu sustantivo del núcleo duro de seguidores trumpistas.

Lo cierto es que conforme avanzan los días rumbo a la elección de 2020 y hacia los procedimientos decisivos del proceso de destitución, la suerte de Trump y los republicanos se irá clarificando. Y lo mismo puede decirse de los demócratas, que aún requieren superar sus hondas divisiones externas y presentar un frente unido y fortalecido para encarar a un presidente que, también, prepara todas sus baterías.