La NRA le da rifles a ‘Caperucita’ y ‘Hansel y Gretel’ para promover el uso de las armas
Es muy frecuente saber de antiguas historias, cuentos clásicos y de hadas, que son transformadas para amoldarse a la vida contemporánea en libros, TV, películas o videojuegos. En aras de darle cierto enfoque o modernidad a veces se pierden o trastocan partes de los elementos originales de esas narraciones, con resultados diversos.
Y a veces esas modernizaciones y adaptaciones resultan, literalmente, de armas tomar.
La Asociación Nacional del Rifle (NRA por sus siglas en inglés), un poderoso grupo de presión política que apoya la posesión y portación legal de armas y se ha opuesto frontalmente a las propuestas de regularlas o controlarlas en Estados Unidos, ha puesto su grano de arena, o de pólvora, y ha publicado varias historias clásicas para niños para mostrar, a su juicio, la conveniencia de que chicos y grandes anden armados.
Una ilustración de la Caperucita Roja portando su rifle con el que Amelia Hamilton promueve su versión de esa historia clásica. (Twitter/Amelia Hammy)
Se trata de las narraciones ‘Little Red Riding Hood (Has a Gun)’ –‘Caperucita Roja (tiene un arma)’– y Hansel and Gretel (Have Guns) –Hansel y Gretel (tienen armas)’– que combinan, desde luego, los clásicos cuentos de chicos cruzando oscuros bosques, abuelitas en peligro, lobos, brujas y, como aparición estelar, les añaden armas de fuego con singular poder de disuasión en contra de impertinentes y malvados personajes de ficción.
#NRA rewrites fairy tales with guns, less violence https://t.co/kXDtggcu1c #NRAFairyTales #guns #gunrights pic.twitter.com/Rl7KQRpNMR
— The Washington Times (@WashTimes)
Esas nuevas versiones, adaptadas por la bloguera conservadora y escritora de historias infantiles Amelia Hamilton, se publicaron en el sitio web NRA Family, en el que la Asociación Nacional del Rifle promueve la posesión y uso de armas entre las familias para fines de tiro y caza, pero también para defensa personal.
La idea detrás de estas historias sería que los niños, al leer que el malvado lobo no pudo devorar a la Caperucita ni a su abuelita porque ellas portaban un atemorizante rifle y una escopeta, o que Hansel y Gretel lograron gracias a su diestro uso de las armas de fuego cazar una gran presa para dar de comer a su familia en el invierno y, de pasada, salvar a niños de manos de una bruja caníbal, comprenderían, muy en la línea de la NRA, que las armas son su mejor aliado para encarar los retos de la vida.
Red Riding Hood would have been a lot safer if she’d been carrying. Check out my latest @nra https://t.co/5te7xn4Ajo pic.twitter.com/LpTOmrMPwy
— Amelia (@AmeliaHammy)
Esas historias han recibido críticas de parte de los impulsores de mayor regulación y control de armas, de acuerdo a The Washington Post, que cita algunos tuits que satirizan los cuentos de Hamilton y la NRA.
En ellos usuarios aportan sus propias adecuaciones en las que, por ejemplo, Juanito cambia su vaca por una escopeta y luego al tratar de limpiarla mata accidentalmente a su madre; o la del Patito Feo que era tan feo que todos lo molestaban por ello, hasta que se presentó en la charca con una pistola y entonces nadie volvió a llamarlo feo.
#NRAFairyTales: Jack trades the cow for a shotgun. Unintentionally shoots his mother trying to clean it.
— Melissa Duclos (@MelissaDuclos)
Y más en serio, como lo indica la radio pública NPR, el más controversial y para muchos perturbador y falaz postulado de estos cuentos es que poner armas en las manos de niños o jóvenes hace al mundo más seguro.
Pero los defensores de estos nuevos cuentos de hadas y armas dicen que, en realidad, resultan más pacíficos que muchos de los originales, donde con frecuencia corre sangre y hay víctimas inocentes.
Y, a la postre, en los cuentos de Hamilton ni Caperucita ni si abuelita ni Hansel ni Gretel descargan sus armas contra el cruel lobo o la infame bruja, pues la sola portación de rifles y escopetas les bastó, también muy en la línea discursiva de la NRA y el movimiento pro armas, para atemorizar, desalentar y neutralizar al malvado y evitar que cometiera estragos.
Es justo una nueva forma de expresar la punzante y para muchos inaceptable noción de que la proliferación de armas, por ejemplo dentro de salones de clase en escuelas o en los centros de trabajo, sería una forma de detener o aminorar agresiones y tiroteos como las que, trágicamente, han enlutado al país con desoladora frecuencia.
Y muchos no le encuentran la gracia a la Caperucita armada. En Twitter, el usuario & then there’s Maude le soltó a Hamilton que “personas como tú son viles. Promocionar las armas a los niños”, a lo que Hamilton replicó que lo que hace es promover “el uso seguro de las armas”.
El debate al respecto es interminable, y lleva décadas y décadas. Pero el hecho de que esos cuentos infantiles, y en general la acción de la NRA, tienen como premisa que la mayor posesión y portación de armas conduce a mayor seguridad resultan poco auspiciosos. Estados Unidos es el país desarrollado con mayor cantidad de armas en manos de su población, y eso no lo ha hecho el más seguro.
Quizá esa combinación de seguridad y armamentismo solo es posible en los cuentos de hadas. Y se dice que Hamilton ya estaría preparando una versión armada de ‘Los Tres Cochinitos’.
Más en Twitter: @JesúsDelToro