La niña de 7 años avisó que no podía despertar a sus padres y habían muerto de sobredosis

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Cuando la niña de siete años no pudo despertar a sus padres ni el domingo ni el lunes, se vistió sola para ir a la escuela y se lo contó al conductor de su autobús escolar.

El empleado alertó entonces a las autoridades, que encontraron los cuerpos sin vida a Christopher Dilly, de 26 años, y Jessica Lally, de 25, en McKeesport, suburbio de Pittsburg.

En la casa estaban además otros tres niños, uno de cinco años, otro de tres y un bebé de nueve meses.

Los menores fueron evaluados por un médico, que determinó que tenían buen estado de salud, y luego fueron entregados al Departamento de Niños y Familia del condado Allegheny.

La hermana de Lally, Courtney, dijo a la estación de televisión WPXI-TV que durante meses intentó obtener ayuda para los niños e incluso envió fotos de su casa a las autoridades. Calificó a su hermana de “una madre amorosa”, pero lamentó que las “drogas la dominaban”. Jessica Lally era adicta a la heroína.

Courtney Lally dijo que buscará obtener la custodia de sus sobrinos.

Fotos entregadas por ella a la estación mostraron las deplorables condiciones en el interior de la casa donde vivía la familia en otra localidad antes de mudarse a McKeesport.

Las autoridades han advertido de un empeoramiento de la crisis por sobredosis de opiáceos en el condado de Allegheny, con 422 sobredosis mortales el año pasado.

El gobernador de Pennsylvania, Tom Wolf, dijo a los legisladores la semana pasada que el estado se enfrenta a una “epidemia”, llamando a la adicción desenfrenada “una crisis de salud pública que no hemos visto antes”.