La Mona Lisa: robos, cuchilladas, tartazos y otros ataques en el Louvre contra la obra maestra de Da Vinci

La imagen tomada de AFPTV muestra a dos activistas arrojando sopa al cuadro
La imagen tomada de AFPTV muestra a dos activistas arrojando sopa al cuadro "Mona Lisa" (La Gioconda) de Leonardo Da Vinci, en el museo del Louvre en París, en enero. 28 de enero de 2024. (Foto de DAVID CANTINIAUX/AFPTV/AFP vía Getty Images)

La Mona Lisa, el enigmático retrato del siglo XVI del artista italiano Leonardo Da Vinci y una de las obras de arte más famosas del mundo, volvió a ser atacada en el Museo del Louvre de París ante la mirada atónita de decenas de visitantes.

Dos activistas ambientales pasaron por debajo de la barrera de seguridad y lanzaron una sopa oscura contra el cristal que protege la legendaria pintura, que también se le conoce como “La Gioconda”.

Las mujeres que perpetraron el ataque preguntaban a los asistentes: “¿Qué es lo más importante? ¿El arte, o el derecho a una comida sana y sostenible?”, mientras denunciaban las malas condiciones del sistema agrario y los agricultores en Francia.

Otros actos de vandalismo

Los problemas de la Mona Lisa comenzaron en 1911, cuando un ex trabajador del Louvre llamado Vincenzo Peruggia robó la pintura y la mantuvo oculta durante dos años hasta que la vendió a un coleccionista de arte en Florencia.

La Mona Lisa volvió a ser exhibida en el Louvre alrededor de 1914 en París, Francia, luego de que Vincenzo Peruggia perpetrara lo que se ha descrito como el mayor robo de arte del siglo XX. (Foto de ND/Roger Viollet vía Getty Images)
La Mona Lisa volvió a ser exhibida en el Louvre alrededor de 1914 en París, Francia, luego de que Vincenzo Peruggia perpetrara lo que se ha descrito como el mayor robo de arte del siglo XX. (Foto de ND/Roger Viollet vía Getty Images)

Peruggia, quien paradójicamente había ayudado a construir el marco protector del cuadro, no se arrepintió de sus actos y aseguró que La Gioconda nunca debió haber salido de Italia. Al poco tiempo la pieza regresó al Louvre y Peruggia cumplió seis meses de cárcel.

Luego del robo, la Mona Lisa cobró reconocimiento internacional y comenzó a ser visitada a diario por cientos de personas, intrigadas por la que una vez fuera considerada una obra menor de Da Vinci.

Los siguientes ataques ocurrieron en 1956. El primero fue el intento infructuoso de una persona que intentó rasgar el lienzo con una hojilla de afeitar. Luego otro atacante le lanzó ácido durante una exposición itinerante en la localidad francesa de Montauban. Y por último, un hombre boliviano llamado Hugo Unzaga Villegas tiró una piedra contra la obra maestra y dio en el blanco, dañando un poco la pintura.

Aunque los restauradores lograron reparar los daños, a partir de ese año la Mona Lisa es resguardada detrás de una cubierta de vidrio a prueba de balas.

Lo cierto es que el peligro acecha a La Gioconda dentro y fuera de Francia. En 1974, la obra fue trasladada al Museo Nacional de Tokio durante una gira internacional y una mujer llamada Tomoko Yonezu que protestaba en contra del trato del museo a las personas con discapacidad y roció pintura roja sobre la pieza.

La atacante fue declarada culpable y condenada a pagar una multa de 3.000 yenes, pero cumplió con su cometido, porque el Museo Nacional de Tokio programó un día de exhibición exclusivo para que las personas con discapacidad pudieran disfrutar de la obra cómodamente.

La Mona Lisa permaneció imperturbable durante tres décadas hasta que en agosto de 2009, una disgustada mujer rusa lanzó una taza de cerámica contra el vidrio protector. El acto vandálico no formaba parte de una protesta, sino que se trató de un arrebato de furia de la mujer tras enterarse que las autoridades le habían denegado la nacionalidad francesa.

El último ataque a la joya de las colecciones del museo francés ocurrió en el 29 de mayo 2022, cuando un hombre se hizo pasar como una anciana en silla de silla de ruedas para llegar muy cerca del cuadro. Entonces se levantó, intentó romper el vidrio de seguridad, untó tarta sobre el cristal y lanzó rosas en la sala.

Al ser detenido por los guardias del Louvre, el hombre de 36 años gritaba, en francés, había personas que estaban destruyendo la Tierra y que el motivo de su protesta era para que todos pensáramos más en el planeta.

Fuentes: Harper’s Bazaar, BBC, Yahoo Noticias, The Week, The Collector

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