La mayor paradoja tras la masacre de Orlando: un gay no puede donar sangre a las víctimas

A pesar de la gravedad de los atentados anti-LGTB perpetrados en Orlando y de la necesidad urgente de donantes, una ley dependiente del FDA (Food and Drugs Administration, Administración de Medicamentos y Alimentos) que data del año 1983 impide a los hombres homosexuales y a las mujeres transexuales donar sangre en Estados Unidos.

Gracias a la presión ejercida por diversos grupos influyentes, en 2015 la ley cambió partcialmente, y en vez de prohibir este tipo de donaciones de por vida, se estableció un periodo de un año de abstinencia para que los hombres que mantengan relaciones sexuales con otros hombres pudieran dar su sangre.

El razonamiento tras esta ley responde a la inclusión de los hombres gays y los transexuales en un grupo de alto riesgo de padecer enfermedades de transmisión sexual como el VIH, sin embargo la ciencia no apoya esta directriz, la cual es considerada discriminatoria. Los oponentes a la prohibición argumentan que no tiene sentido que un hombre heterosexual promiscuo pueda donar sangre, y un hombre gay o bisexual en una relación monógama no.