La Marcha del Silencio, 50 años de un momento único e irrepetible
Hoy en día, que hay marchas y paros por todo y para todo, vale la pena recordar una insólita manifestación que tuvo lugar hace 50 años en la ciudad de México.
Fue dentro del movimiento estudiantil de 1968.
… Hablamos de la primera y al parecer la única en la historia que se desarrolló en completo silencio.
Eso le dio un tono imponente, además de conmovedor.
Veamos…
Se dice que Raúl Álvarez Garín fue el padre de la idea de que la marcha fuera como fue, hay quien agrega a Gilberto Guevara Niebla; se habla asimismo de que fue Luis González de Alba con su defensa apasionada quien hizo que la creativa modalidad prosperara.
La marcha partió de las inmediaciones del Museo Nacional de Antropología e Historia con destino al zócalo. Su rasgo distintivo fue que los marchistas se abstuvieran por entero de lanzar consignas, excitativas, corear, cantar, pedir a gritos o usar cualquiera de las fórmulas que el movimiento había acuñado para emitir sus proclamas. Para demostrarlo algunos se pusieron cualquier tipo de
cubreboca en señal de su mutismo. Debió ser muy difícil el giro en el comportamiento, pues de ahí en fuera las acciones en la calle venían siendo a toda garganta.
Solo hablaban el brazo en alto con la “v” de venceremos/victoria, las leyendas y los retratos de luchadores sociales mexicanos que portaban.
Cerca de allí, ese día, Gustavo Díaz Ordaz había encabezado la ceremonia conmemorativa de la defensa del castillo de Chapultepec.
Dice la crónica (¿o leyenda?) que cuando la descubierta ya iba llegando a su destino muchos todavía no salían del área del museo (!!!)
Los conteos de participantes –originales y adheridos- van desde 150 mil hasta 250 mil personas.
Esos y otros aspectos que hicieron el carácter único de la marcha lamentablemente poco existen en la memoria gráfica y escrita, pues el arrinconamiento, rechazo y condena que se quiso inculcar en la sociedad hacia los movilizados llegó a los medios, que también confinaron la información. De esa
manera un acto glorioso, muchachero y a la vez solemne, festivo como casi todo antes de la aparición de los represores, quedó tan solo en la memoria de sus actores y espectadores (muchos de estos incorporados al paso de la caravana, contagiados del fervor).
El historiador Alberto del Castillo Troncoso nos recuerda que en contraste con la desinformación y la malinformación, la revista Por qué? publicó un verdadero documento gráfico y textual: 30 tomas representativas de la gran columna acompañadas de un texto de Heberto Castillo con las referencias constitucionales que apoyaban el expresarse como se expresaban alumnos y maestros.
Un contraste más: “En todo momento la marcha en sus distintos aspectos se llevó a cabo en un completo orden, mediante una atinada organización, amén de que se guardó entre los integrantes de la manifestación absoluto silencio; varios portaban telas adhesivas en los labios, así como festones negros en la manga izquierda, color que también apareció en la mayoría de las mantas y pancartas”; solo que si usted cree que lo anterior fue escrito por un simpatizante, se equivoca. Es una parte de lo reportado por la Dirección Federal de Seguridad.
Ya en el zócalo se efectuó un mitin. El último orador fue Eduardo Valle Espinosa – conocido por todos como El búho por su cortedad de vista-, él dijo:
“El silencio en que hemos marchado es nuestro fuerte grito de protesta, este silencio es mucho más elocuente que las palabras violentadas ayer por las bayonetas. Ante el silencio de las autoridades que aparentan no escuchar, esta marcha es la respuesta, el silencio por la cólera contenida que es
producto de la injusticia y la soberbia. Nuestra marcha es la respuesta responsable y la demostración de la razón de nuestra causa”. Y también: “Somos conscientes de que el poder gubernamental puede destruirnos usando sus tanques y sus soldados, pueden masacrar a los estudiantes y al
pueblo, pero nunca, nunca podrán doblegarnos.”
En el video: La manifestación del silencio y palabras de Eduardo Valle Espinosa El búho, con las que culminó el acto.
APUNTE FINAL
-La manifestación demostró que el método de los estudiantes era no violento; sin embargo, como respuesta, en vez de tornar al diálogo sobrevendría –más fuerte aún- la represión.
-Así como se evoca al 2 de octubre como culmen de la violencia estatal, debiera recordarse al 13 de septiembre como expresión máxima de la emoción, cordura, logro del movimiento y de la sociedad que se le unió.
DIJO LUIS GONZÁLEZ DE ALBA
-“Salíamos apenas del bosque, habíamos caminado sólo unas cuadras cuando comenzaron a engrosarse. Todo el Paseo de la Reforma, banquetas, camellones, monumentos y hasta los árboles estaban cubiertos por una multitud que a lo largo de cien metros duplicaba el contingente inicial. Y de aquellas decenas y después cientos de miles sólo se oían los pasos… Pasos, pasos sobre el asfalto, pasos, el ruido de muchos pies marchan, el ruido de miles de pies que avanzan. El silencio era más impresionante que la multitud. Parecía que íbamos pisando toda la verborrea de los políticos, todos sus discursos, siempre los mismos, toda la demagogia, la retórica, el montonal de palabras que los hechos jamás respaldan, el chorro de mentiras; las íbamos barriendo bajo nuestros pies”
DIJO EDUARDO VALLE ESPINOSA EL BÚHO
-“Fue uno de los actos más limpios (y por lo tanto valientes) de la historia de México (…)”
“ (…) me dice muchísima gente que en el Centro Cultural Tlatelolco no hay el menor indicio, la más mínima seña, no hay nada en relación con el evento que es la columna vertebral y que explica el antes y el después del Movimiento del 68: no se conoce en ese memorial la ‘manifestación del silencio’. Yo digo: ‘Oye, Gerardo Estrada (que era el jefe de Difusión Cultural), no la riegues, eso no lo hagas, porque se supone que tú también eras de la dirección del 68. ¿Cómo se te olvidó la ‘manifestación silenciosa’’?”
CONSECUENCIAS INMEDIATAS Y MEDIATAS
-De regreso al punto de partida para abordar sus automóviles, los militantes encontraron un centenar de ellos vandalizados. Se habla de que el ataque llegó al grado de incendiar unidades; también, que hubo llantas desgarradas con bayonetas.
-Nada que ver el evento que hemos detallado con las grotescas y absurdas marchas, en parte sinceras, en parte violentas e irracionales, que cada 2 de octubre se manifiestan dizque para honrar a los caídos. En aquel entonces la sociedad aplaudió y se unió a los manifestantes, hoy les teme y les huye.
CURIOSIDADES
– Un dato inédito de que el evento pudo echarse a perder si se cedía a las provocaciones: en una de ellas, dirigida contra unas jovencitas, Gilberto Guevara Niebla no aguantó y ya se lanzaba sobre los hostigadores cuando su compañero de Ciencias Roberto Rubio Arteaga intervino apartándolo violentamente, apagando así una chispa que pudo incendiar todo lo logrado.
-El primer pliego petitorio que se redactó –cambiado por el que prevaleció en todo el movimiento- pedía en primer término ¡que se acabara con los porros! (¿Entonces, eso fue hace medio siglo u hoy?).
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