La lamentable dinámica machista de Mediotiempo en el juego de la Selección Mexicana
Es cierto que los medios requieren de constantes visitas, clics y permanencia de los lectores. Sobre todo si son digitales. Sin embargo, algunos medios continúan bajo la premisa de los medios sensacionalistas. Sin duda, pero ¿por qué lo viral parece que está tan peleado con hacer contenido que no sea racista, sexista o discrimine de algún modo?
Es el caso de Mediotiempo, un sitio mexicano digital de noticias de deportes, que quiso interactuar con su público al ofrecer “fotos de la becaria” a quien le atinara al pronóstico del partido México-Bermudas. Los comentarios de la publicación eran en su mayoría de hombres, haciendo burla de la supuesta becaria o comentarios ofensivos llenos de perversión.
Mientras algunos medios como canales televisivos, periódicos especializados o secciones completas hacen el esfuerzo de ofrecer una información que no caiga en estereotipos, que sexualice a las mujeres como se ha malacostumbrado a hacer o simplemente que sea de calidad, Mediotiempo omitió todo lo anterior sin dejo alguno en un post en Facebook con flamitas que alcanzaba poco más de los dos mil likes.
Recuerdo cuando @mediotiempo era uno de los mejores medios deportivos.
Lamentable que reproduzcan estereotipos e inciten a la violencia contra las mujeres 👇🏽
Qué triste en lo que se convirtieron. https://t.co/wtMuL6SL6b pic.twitter.com/M7lWidzWPM— Ixchel Cisneros Soltero (@Chelawuera) November 20, 2019
¿Qué está mal con eso?
El 20% de las mujeres en México siente que su reputación es dañada por violencias relacionadas con la tecnología, el 9% vive daño sexual y el 13% invasión de la privacidad, de acuerdo con un informe de la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones. En 12 estados del país, la Ley Olimpia castiga con penas de tres a seis años de cárcel a quienes difundan fotografías o los mal llamados “packs” de mujeres sin su consentimiento. Todavía existe una lucha para que se apruebe en el resto del país esta ley que vulnera a mujeres y puede afectar emocional, psicológica y físicamente su bienestar.
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Otro problema es la figura de los becarios y sobre todo en el gremio editorial. Son, de por sí, figuras vulnerables en la cadena de depredadores en los medios, explotados por un mal salario y con actividades que pocas veces les generan un aprendizaje, más allá de ofrecer meses de experiencia. Los becarios en México son a los primeros que culpan por errores y las becarias, en cambio, son las primeras en ser víctimas de acoso u hostigamiento sexual laboral. ¿Por qué? Porque es el inicio de una carrera laboral, toda promesa parece legítima y los hombres con cargos mayores comprometen las decisiones por tener una posición privilegiada que les da control y poder sobre sus empleados. Es decir, es una relación vertical y pone en una posición vulnerable a quien empieza a formarse profesionalmente.
Aunque la practicante de Mediotiempo en cuestión aclaró que ella había accedido a esta dinámica porque al parecer es normal en esa empresa “exhibir” a sus practicantes, parece que solo destapó un tema tabú del que nadie quiere seguir hablando: el sexismo en los medios y en los medios deportivos.
Las prácticas que existen muchas veces en estos medios son de camaradería y “llevarse pesado”, por lo que las violencias machistas pueden estar más normalizadas de lo que parecería. Poner en una posición a una mujer que acaba de iniciar su carrera profesional es injusto, aún cuando ella esté de acuerdo, porque la presión social y laboral puede ser intimidante. Además, como comentó una colega, si era tan normal su publicación ¿por qué la borraron? ¿Por qué habían comentarios de sus lectores en los que hacían comentarios soeces hacia ella y hacia otras mujeres que se encuentran envueltas involuntariamente en el ámbito del fútbol y deportivo? Entre esos ejemplos estaba la periodista Paola Rojas, otras jugadoras de futbol o modelos y actrices con carreras propias que terminan bajo el único reconocimiento de “la esposa de tal futbolista”, “la actriz conquistada” o “la jugadora sexy en Instagram”.
— MedioTiempo (@mediotiempo) November 20, 2019
No es la primera vez que Mediotiempo incurre en practicas sexistas. Cuando la jugadora seleccionada Sofía Huerta fue agredida sexualmente después de un partido, el sitio de noticias en lugar de hablar de acoso sexual, del sexismo en el futbol femenil o de resaltar la carrera de Sofía, lo único que hicieron fue una galería con fotografías ¡sexys’ de Sofía. Nuevamente, hasta que alguien les señaló el error, eliminaron el contenido.
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Si uno entra a sus secciones, hay toda una columna dedicada a galerías a mujeres, de nuevo, involucradas en el deporte, pero con tono sexista. Cada que quepa duda sobre si se trata de una publicación machista, hay que preguntar ¿harían esto con un hombre futbolista? ¿Por qué no cuando hablan de Roger Federer o de Uriel Antuna no destacan si son guapos, si tienen fotos sexys en Instagram, si son papás o esposos? ¿Por qué no hablar igual de las mujeres deportistas? Sin buscar mucho, hay que ver cuánta representación femenina hay en los diarios deportivos y qué dicen de ellas. En las portadas, nada, ni cuando es el el Mundial Femenil, ni cuando una futbolista come tacos en la calle, como a veces hacen con otros jugadores.
Finalmente, no todo está perdido. Hay más opciones para leer periodismo deportivo de calidad y con perspectiva de género como Apuntes de Rabona, Ellas en el deporte, Campeonas MX, Ella es Crack, Pamboleras, Regate Femenino, Futboleras y más. Sin embargo, urge aplicar perspectiva de género en los contenidos de todos los medios deportivos sin importar si cubren a mujeres únicamente o a todos los deportistas. Hay cursos de periodismo con esta perspectiva gratis en línea, por parte de la agencia de noticias de la Mujer, CIMAC y hasta en Conapred.
Como consumidora de información deportiva también soy exigente y más allá de que me ofenda o no alguna publicación, sé que esta generación de notas perpetúa los estereotipos de género contra mis iguales y sé que nos pone en una posición en la que hemos estado durante siglos: apartadas, como objetos, silenciosas, humilladas, acosadas en las salas de redacción, con brecha salarial y no activas. Perdernos la mitad de las historias en el periodismo es lamentable y urge conocerlas también.