La increíble historia de cómo una madre recuperó a su hija secuestrada después de 18 años

Celeste Nurse tenía apenas 18 años cuando dio a luz a su primera hija en la sudafricana Ciudad del Cabo. El parto se realizó por cesárea el 28 de abril de 1997. Ella y su esposo, Morne, decidieron llamarla Zephany, un nombre bíblico que les parecía hermoso, pero cuyo significado en hebreo “escondida por Dios” pareció marcar el destino de la pequeña.

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Celeste Nurse con Zephany. Foto: CBS

“Se parecía a Simba”, el personaje de El Rey León, por su abundante cabello, rememoró Celeste. “Era tan bonita”. Es un recuerdo que Nurse, ahora con 37 años, compartió en un tribunal sudafricano en presencia de la mujer que secuestró a su hija horas después.

La extraordinaria historia ha llegado a la justicia.. La mujer de 51 años acusada de llevarse a Zephany enfrenta una sentencia mínima de cinco años de cárcel.

Nurse recordó sollozando el momento en que perdió a su bebé.

Tres días después del parto, aturdida por la morfina que le inyectaron para aliviar el dolor, la bebé lloraba sin parar. Una mujer vestida de modo similar a las enfermeras se le acercó y le preguntó si podía cargar a la niña para consolarla. Nurse asintió y se volvió a dormir.

La despertó una enfermera.

-“Mamita, ¿dónde está tu bebé?”, le preguntó.

-“¿Qué quieres decir?”, le respondió la joven madre, todavía aturdida. “La enfermera acaba de estar aquí con mi bebé.”

La madre se percató de lo que había sucedido, se arrancó el suero y corrió despavorida por el hospital buscando a su hija. No la volvería a ver hasta 17 años después.

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Celeste Nurse y su actual pareja llegan al juicio en Ciudad del Cabo. Foto de AP

La policía no tenía ninguna pista, excepto el relato de otra madre, quien contó que una mujer tomó a su bebé y caminó hacia la salida del hospital. Cuando la madre, Shireen Piet, se le enfrentó, ella entregó el bebé y dijo que sólo estaba tratando de “calmar” al niño. Piet no olvidó su rostro.

El caso de la desaparición de Zephany se mantuvo vivo ante la opinión pública sudafricana por la persistencia de sus padres, quienes celebraban cada cumpleaños de la niña y lanzaron frecuentes recordatorios públicos sobre su desaparición.

Hubo varias falsas alarmas: una vecina se les apareció con un recién nacido, una mujer que pidió dinero a cambio de ofrecer información sobre el paradero de la bebé. Pero los padres no se dieron por vencidos.

“Nunca voy a renunciar a la esperanza”, declaró Morne a la prensa en 2010.

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Morne Nurse, al centro, y Celeste Nurse, a su izquierda, llegan al juicio. Foto: AP.

“Puedo sentirlo en mi interior - mi hija está ahí fuera y ella va a volver a casa”. Celeste y Morne tuvieron otros tres hijos, incluida una hembra, Cassidy.

Cuando Cassidy comenzó sus estudios de bachillerato, todos sus amigos le hablaban de su extraordinario parecido con una estudiante de un año superior.

La hija de los Nurse se sintió extrañamente atraída por ella, y se hicieron amigas. Cuando le contó a su padre sobre el parecido físico, este arregló para ir a conocer a la joven en un local de McDonald.

"Fuimos a McDonalds y empecé a hacerle preguntas”, contó el padre al diario británico The Daily Mail. "Le pregunté cuál era su fecha de nacimiento y coincidía con la fecha en que fue secuestrada mi hija”.

La joven sabía que no se parecía a sus padres “y ella me dijo que había pensado en eso una y otra vez. Le pregunté por qué ella pensaba que se parecía a mí y Cassidy. Se rió y dijo que no lo sabía, que se sentía confundida”, recordó.

Morne no quería asustarla, y buscó información en Facebook sobre la familia de la joven. Así halló una imagen de la presunta madre, y la compartió con Piet, quien de inmediato reconoció a la mujer que había tomado a su bebé por unos momentos en el mismo hospital.

En ese momento, ya Celeste y Morne se habían separado. Cada uno tiene ahora otra pareja, pero la pasión por la hija desaparecida los ha mantenido unidos.

Celeste Nurse sale de la corte en febrero del 2015/AP.

En febrero de 2015, pruebas de ADN confirmaron que la joven era de hecho Zephany, la hija de Celeste y Morne. Había crecido a apenas una milla de la casa de su familia biológica. Ese mismo mes, Celeste se reencontró con ella.

La secuestradora -cuya identidad, así como el nombre con que creció Zephany permanece anónima bajo las leyes sudafricanas- dice ser inocente. Niega habérsela llevado del hospital y dice que la niña le fue entregada por una desconocida en una parada de autobús.

De ella se sabe que es costurera, sufrió abusos sexuales en la niñez y luego varios abortos espontáneos. Crió a Zephany con bastante cuidado, tal como ha admitido la propia Celeste Nurse. “Mi hija es bella por dentro y por fuera”, dijo.

Zephany ha estado bajo el cuidado de los servicios sociales sudafricanos, recibiendo terapia, y aprendiendo a integrarse a su familia biológica.