La historia falsa sobre el pene de Hitler que vuelve loco a Internet
Pocos seres tan diabólicos han pisado la Tierra como Adolf Hitler. El responsable del Genocidio judío y de que Europa quedara arrasada es también uno de los hombres más odiados de la Historia. Y también uno de los más fascinantes. Por eso de cuando en cuando aparecen libros con nuevos datos sobre su persona. Y no siempre son ciertos.
El último falso mito sobre el Führer ha sido lanzado por los historiadores Jonathan Mayo y Emma Craigie en su nuevo libro “Hitler’s Last Day: Minute by Minute” (El último día de Hitler: minuto a minuto).
Según ellos, en un párrafo citado por el New York Post, “se cree que el mismo Hitler tenía dos formas de anomalías genitales: un testículo no descendido y una rara condición denominada hipospadias en la que la uretra se abre en la parte posterior del pene”.
Es decir, que Hitler solo tenía un testículo y un micropene. Y por si esto fuera poco, el líder nazi habría orinado toda su vida sentado, según aseguran fuentes médicas consultadas por el diario estadounidense. Pero lo cierto es que los rumores sobre los genitales de Hitler son solo eso, rumores.
Todo empezó hace 60 años, en la Segunda Guerra Mundial. Los soldados británicos inventaron una canción para mofarse del líder que bombardeaba las casas de sus familiares. Y su título no podía ser más explícito: “Hitler solo tiene un huevo”.
Dice la sabiduría popular que todo lo que rima es verdad. Y en este caso fue lo que ocurrió. La canción era tan pegadiza que todo el mundo se creyó que Adolf Hilter solo tenía un testículo. Y como pasa con los rumores, la cosa fue creciendo y creciendo y ya no solo se hablaba de las ‘joyas de la corona nazi’, sino de que el malvado enemigo tenía un pene de tamaño minúsculo y deforme.
Como señala la web de la revista Time, todas estas habladurías eran un mito hasta que en 2008 el tabloide británico The Sun publicó un artículo en el que se hablaba de un supuesto testimonio de Johan Jambor, un médico que trató a Hitler de sus heridas en la Primera Guerra Mundial. En aquella época, el Führer era un soldado raso que quedó gravemente herido. Según declaró Blassius Hanczuch, un amigo del doctor, a The Sun, Jambor le confesó que Hitler perdió un testículo en una explosión y que lo primero que dijo tras ser herido fue “¿Algún día podré tener hijos?”.
A pesar del revuelo que se originó en aquel momento, The Sun jamás presentó ningún documento que corroborara esta historia. Ron Rosenbaum, autor de numerosos libros sobre la vida del genocida alemán, asegura que es cierto que fue herido en la batalla de Somme, pero solo en un muslo, y nunca en el abdomen ni en la entrepierna.
Por el contrario, sí que existe un documento del interrogatorio de Eduard Block, médico personal de Hitler, que en 1943 fue preguntado sobre su salud, y aseguró que sus genitales “eran completamente normales”.