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La heroica y compasiva acción de una maestra al desarmar a una niña que había disparado dentro de su escuela

El heroísmo y la compasión de una maestra de matemáticas evitaron que un perturbador incidente con un arma de fuego en su escuela se convirtiera en una tragedia mayúscula.

La profesora de matemáticas Krista Gneiting se encontraba con sus alumnos en su salón de clase en una escuela en la localidad de Rigby, Idaho, cuando una niña de sexto grado comenzó a disparar allí con un arma de fuego. (Captura de video / ABC News)
La profesora de matemáticas Krista Gneiting se encontraba con sus alumnos en su salón de clase en una escuela en la localidad de Rigby, Idaho, cuando una niña de sexto grado comenzó a disparar allí con un arma de fuego. (Captura de video / ABC News)

Los tiroteos en escuelas estadounidenses son incidentes que, de modo desolador, se repiten una y otra vez, dejando un saldo terrible de fallecidos y heridos, y traumatizando fuertemente a los sobrevivientes, sus familias y sus comunidades.

Los agresores, en ocasiones, se quitan la vida luego de cometer sus crímenes o son abatidos por la policía. Y en algunos casos son capturados con vida y sometidos a proceso conforme a la ley.

El pasado 6 de mayo, una niña de sexto grado de primaria llevó una pistola a su escuela en Idaho y abrió fuego contra tres personas, dos en el interior y una en el exterior del plantel, informó la agencia AP. Al tratarse de una menor su identidad no ha sido revelada.

Dos estudiantes y el guardián de la escuela resultaron heridos por la niña, y afortunadamente recibieron los disparos en las extremidades y sus lesiones no resultaron letales.

Pero la situación pudo ser mucho más terrible. De acuerdo a la televisora ABC News, la profesora de matemáticas Krista Gneiting se encontraba con sus alumnos en su salón de clase en una escuela en la localidad de Rigby, Idaho, cuando escuchó un disparo. Se asomó al exterior y vio que el guardia de la escuela yacía en el suelo y luego oyó dos tiros más.

Alguien había irrumpido a su escuela y disparaba con un arma de fuego.

La escuela intermedia Rigby, en la localidad del mismo nombre en Idaho, EEUU. (AP Photo/Natalie Behring)
La escuela intermedia Rigby, en la localidad del mismo nombre en Idaho, EEUU. (AP Photo/Natalie Behring)

“Entonces les dije a mis alumnos: vamos a tener que irnos, vamos a correr hacia el high school [una escuela contigua], ustedes van a correr rápido, no volteen a ver atrás y es ahora el momento de levantarse e irse”, dijo Gneiting a la citada televisora al recordar esos tensos momentos.

Los estudiantes de Gneiting pudieron así escapar del peligro y ella comenzó a ayudar a uno de los menores heridos cuando vio a la niña de sexto grado con la pistola.

“Ella era una pequeña niña y mi cerebro no pudo comprenderlo… Solo supe cuando vi la pistola que tenía que hacerme con ella”, indicó la maestra.

Así, con enorme valentía, Gneiting le dijo al estudiante herido que no se moviera y ella se acercó a la niña armada. “¿Tú estás disparando?”, le preguntó la maestra y luego se acercó a la menor, puso su mano en el brazo de la niña hasta que pudo tomar el arma con su mano.

“Lentamente le quité la pistola de la mano, y ella me dejó hacerlo. No me la entregó pero no se resistió”, contó Gneiting.

Entonces, luego de esa muestra de valor (aunque solo era una niña, la tiradora ya había disparado contra tres personas), Gneiting mostró también una singular compasión. Tras desarmar a la niña, la maestra le dio un abrazo y la consoló en tanto llegaba la policía.

Gneiting contó luego que la niña, después de cierto tiempo, comenzó a hablarle y le dijo que se sentía muy infeliz. “Yo seguí abrazándola, dándole afecto y tratando de hacerle saber que íbamos a superar esto juntas”. La niña, así, se calmó y cuando llegó la policía aceptó sin resistirse que le pusieran las esposas y la subieran al auto patrulla.

La comunidad de Rigby ha reconocido a Gneiting por su valor y su compasión, pues con sus acciones evitó que más personas resultaran heridas, e incluso murieran, si la menor hubiese continuado disparando. La propia Gneiting pudo haber sido una víctima, pero fue su acción afectuosa y compasiva lo que evitó mayores desgracias.

Gneiting considera que el caso de la niña debería ser abordado como una cuestión de salud mental y darle la atención correspondiente.

Así, la maestra espera que se pueda perdonar a la niña y se le preste ayuda, indicó ABC News, para que ella, que aún es muy joven, tenga la oportunidad de reencauzar su vida y deje de ser un peligro para otros y para ella misma.