La fulminante mirada de Greta Thunberg a Donald Trump en la ONU

Por Gerardo Fernández-. Greta Thunberg, la adolescente sueca de apenas 16 años que se ha convertido en un símbolo de la lucha contra el cambio climático y por la preservación de nuestro planeta, no esperaba encontrase con el presidente Donald Trump de la manera en que ocurrió.

Activist Greta Thunberg attends a press conference where 16 children from across the world, present their official human rights complaint on the climate crisis to the United Nations Committee on the Rights of the Child at the UNICEF Building on September 23, 2019 in New York City. (Photo by Kena Betancur / AFP)        (Photo credit should read KENA BETANCUR/AFP/Getty Images)
La joven activista sueca, Greta Thunberg, en un panel de la Cumbre de Acción Climática de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el 23 de septiembre de 2019. (Photo by Kena Betancur / AFP) (Photo credit should read KENA BETANCUR/AFP/Getty Images)

Presente en la Cumbre de Acción Climática patrocinada por la Organización de las Naciones Unidas, donde la apasionada activista llamó la atención una vez más sobre los peligros del calentamiento global y el desgaste de los recursos naturales en el mundo, probablemente Thunberg había escuchado que Trump no asistiría a la cita.

Pero el inquilino de la Casa Blanca sí estuvo, aunque apenas 14 minutos, según lo que reseña el portal Mashable.

La comitiva presidencial pasó ante el lugar donde estaba la jovencita sueca. Su rostro, como dieron fe varios medios de prensa, no estuvo para nada animado. Su descontento, si incomodidad, eran latentes.

Donald Trump apareció en el foro muy brevemente, justo antes de las declaraciones del primer ministro indio Narendra Modi. Luego se marchó a un encuentro sobre libertad religiosa, también en la sede de las Naciones Unidas, en el que presentó a su país como un lugar acogedor para las víctimas de persecución religiosa en el mundo; si bien —como lo anticipa una nota de la agencia EFE— no se refirió al discurso antimusulmán que propagó su campaña electoral ni a las políticas de restricción de la llegada de refugiados.

Durante el cruce con el líder estadounidense, el rostro de Greta Thunberg refleja su inconformidad ante los planteamientos del actual presidente del país más poderoso del planeta (y uno de los más contaminantes), quien ha negado en repetidas ocasiones el peligro del cambio climático, al que califica como un “engaño”.

Bajo Trump, la Casa Blanca también ha promovido una agenda despiadadamente antiambiental, facilitando exploraciones y perforaciones petroleras y gasíferas en zonas que el gobierno de Barack Obama había decidido proteger.

Antes de su viaje a Estados Unidos, la activista sueca había dejado en claro que no esperaba reunirse con Trump.

“¿Por qué debería perder el tiempo hablando con él cuando, por supuesto, no me va a escuchar? —se preguntó en una entrevista con CBS—. No le voy a decir nada que ya él no haya escuchado”.

En su discurso de este lunes, Greta Thunberg acusó a los líderes mundiales de no hacer lo suficiente para revertir la crisis climática y les advirtió que serían los jóvenes quienes echarían a andar el cambio, aunque a algunos no les guste.

“Aquí y ahora es donde damos un paso adelante, el cambio viene, les guste o no", dijo.

“Nos están fallando a los jóvenes, pero los jóvenes están entendiendo la magnitud de su traición —apuntó—. Las nuevas generaciones están pendientes de ustedes y si nos fallan nunca se lo perdonaremos”.

“Se están muriendo los ecosistemas, estamos a las puertas de una extinción masiva”, agregó la activista.

Sus palabras partieron de su estado de ánimo personal y se declaró “triste y enfadada” ante lo que observa a diario.

Así, hizo notar que ella no debería estar ante cientos de personas en la ONU hablando en nombre de los jóvenes, sino en el colegio, recibiendo clases. “Me han robado mis sueños —enfatizó—, mi infancia con sus palabras vacías”.

“Cómo se atreven a mirar para otro lado, a venir aquí a decir que están haciendo suficiente, cuando la política y las soluciones necesarias todavía no están a la vista? —expresó— Dicen que nos escuchan, que entienden la urgencia, pero (...) si realmente entendieran la situación no estarían sin hacer nada”.

“No quiero creer que no actúan por maldad”, concluyó con una pizca de ironía.