La explicable cobardía de México para no decir que está en semáforo rojo
No es característica de los políticos decir la verdad y sí es su práctica esconder una mentira con otra mayor. Eso es lo que hemos visto y escuchado los mexicanos en los diez meses que tiene la pandemia del COVID-19 en México. El discurso dominante del presidente López Obrador ha sido engañoso desde el principio y desde luego sus incondicionales lo replican con disciplina.
Empezaron diciendo que no era importante la epidemia, que se perfilaba grave en otras naciones, afirmaron que aquí la superaríamos en los primeros meses del año y hasta señalaron que sería catastrófico que en México hubiera 60 mil muertos. En los siguientes días las defunciones serán 120 mil, el doble y continuarán en 2021.
La pandemia, dijo López Obrador, que le “vino como anillo al dedo” y durante 2020 pudimos atestiguar que ha sido la coartada para tomar los recursos financieros que están a su alcance, con el argumento de que son para combatir el avance del COVID-19.
Cuando los muertos se multiplicaron por la letalidad del coronavirus y el mal equipamiento del Sistema Nacional de Salud, que sorprendió a los hospitales y personal sanitario sin los equipos para detener los contagios, el gobierno del presidente López Obrador tuvo que decretar el confinamiento de la población, el cierre de la planta productiva y del comercio en todo el país. El retroceso de la economía se aceleró debido a la crisis sanitaria.
Para administrar la crisis sanitaria, Hugo López-Gatell, incondicional del presidente, “inventó” el semáforo sanitario que impone restricciones de tránsito a la población, a la planta industrial y a los establecimientos comerciales, que debieron cerrar sus negocios y muchos de ellos no volverán a abrir. En el segundo trimestre de 2020 el país entero estaba en confinamiento, el semáforo en rojo y todos en su domicilio para ponerse a salvo del virus letal.
En medio de la crisis económica y de salud, lo único que ha permanecido constante es el discurso desorientador del presidente López Obrador. “Fue muy importante que en la primera etapa se aplanara la curva, que no creciera tanto el contagio. Esto nos permitió contar con tiempo para reconvertir hospitales, comprar equipos, capacitar a médicos generales para atender a enfermos COVID y así se pudo salir adelante. El resultado es que ningún enfermo se ha quedado sin atención, sin una cama, sin un médico que lo atienda. No fuimos rebasados”. (Aristegui Noticias, 22 de noviembre 2020)
El pasado fin de semana la ocupación hospitalaria, “a nivel nacional, fue de 42%. Sin embargo, en cinco estados ya se rebasó el 50% de la capacidad de camas generales: Ciudad de México (83%), Estado de México (71%), Guanajuato (66%), Durango (60%) e Hidalgo (59%) son los estados con el mayor número de camas ocupadas”, ante el rebrote del coronavirus. (Aristegui Noticias, 14 de diciembre de 2020)
La jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, dice que la capital del país se encuentra en alerta y en emergencia por el aumento de casos de coronavirus. Pide a la población que se quede en casa, decreta el cierre de calles en el Centro Histórico, medidas sanitarias, ordenamiento de los peatones e indica que las tiendas de autoservicio, departamentales, centros y plazas comerciales, deberán disminuir el acceso a sus establecimientos. No obstante, en las calles hay mucha gente sin observar las recomendaciones sanitarias, haciendo sus compras decembrinas.
El presidente López Obrador hizo un llamado a los ciudadanos de la CDMX, les pidió que se cuiden y se mantengan en casa en los próximos días. “Prohibido prohibir y son 10 días, eso es lo que pido a la gente, estos 10 días sobre todo, porque del 14 al 24 de diciembre se llenan las calles.
A pesar de que la pandemia está en proceso de reactivación, los responsables de la salud pública no se atreven a decretar, a decir abiertamente, que estamos de regreso en el semáforo rojo. Hacerlo significa desconcierto social, freno a la economía y para López Obrador, el reconocimiento del fracaso de su gobierno para atender la crisis sanitaria que llevó a México a ser el país con más letalidad en el mundo. No dicen que estamos en Semáforo Rojo. Dicen que estamos en Alerta y Emergencia. Confunden, engañan con su ambigüedad y aprendemos que las palabras matan. En silencio lo atestiguan los 114 mil 298 muertos de los López.
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