La debacle de las casas construidas por la fundación de Brad Pitt en Nueva Orleans tras el paso del huracán Katrina

Lo que parecía una historia de generosidad y desinterés promete un desenlace muy amargo en Nueva Orleans. Varios residentes de Lower Ninth Ward, una de las zonas más afectadas por el paso del huracán Katrina, han demandado a la organización caritativa fundada por el actor Brad Pitt por entregarles viviendas construidas con innumerables defectos.

Luego del paso del devastador huracán, la fundación Make It Right (que curiosamente significa ‘Hacerlo bien’), fundada por la estrella de Hollywood en 2007, construyó un grupo de viviendas para estimular a quienes habían evacuado la ciudad a que regresaran y retomaran sus vidas en un nuevo entorno.

Make It Right (MIR) se planteó edificar 150 viviendas, con un diseño acorde, en área asequible y concebidas para un consumo de energía respetuoso con el planeta. Casi 10 años después del lanzamiento de la iniciativa, la fundación aseguraba que había invertido unos 26.8 millones de dólares en la edificación de las primeras 109 casas que les han sido vendidas a familias de clase trabajadora, la mayoría de raza negra, por un valor de 130.000 dólares cada una.

Pero al parecer estas construcciones que supuestamente eran seguras contra inundaciones y con un diseño futurista no estaban bien concebidas ni fueron erigidas con los materiales adecuados. De hecho, la fundación tuvo conocimiento de ello, aunque no se lo informó a los nuevos inquilinos como se debía.

Es por ello que esta demanda colectiva, que ha sido presentada en el Tribunal del Distrito Civil de la Parroquia de Orleans, señala a Make It Right como responsable de prácticas comerciales desleales, fraude e incumplimiento de contrato.

“Aunque los ciudadanos de Lower Ninth Ward les están agradecidos a Brad Pitt, se vieron obligados a presentar esta demanda porque la fundación Make It Right construyó viviendas de calidad inferior, que se deterioran a un ritmo acelerado, mientras que los propietarios arrastran con hipotecas de propiedades que han perdido calidad”, informó en un comunicado, Ron Austin, el abogado que lleva el caso por la parte demandante.

“Hemos presentado una solicitud para que Make it Right lo haga bien”, concluyó, en un claro juego de palabras.

De acuerdo con la demanda, MIR ya está al tanto de las quejas sobre la calidad de los materiales de construcción, así como sobre el diseño de las viviendas, muchas de las cuales ya han tenido que pasar por periodos de reparación.

Los testimonios de vecinos afectados

“Yo la llamo mi carroza del Mardi Gras”, así describe una de las perjudicadas en este caso, Kamaria Allen, a su casa, cuyo techo se ha hundido y ahora está cubierto de moho y hongos.

Menos de un año después de haberse mudado, Allen dice que comenzó a tener dolores de cabeza y que se sentía cansada todo el tiempo; un dictamen de su médico de agosto de 2012 lo certifica.

Pero la indignación de propietarios como Kamaria Allen no se calma con palabras. Obligada a abandonar su casa, esta mujer se instaló en 2012 con sus padres, en otra residencia de las concebidas por Make it Right, no muy lejos de la suya. Pero en esta tampoco es que les vaya muy bien. Aquí la madera en el porche y en la rampa para la silla de ruedas ya se está pudriendo, mientras un inspector pagado por ella misma certificó de la presencia de moho y de una ventilación inadecuada.

Las consecuencias ya se han hecho notar. Su padre, de 63 años, tuvo que renunciar a su trabajo después de que una misteriosa enfermedad le provocara temblores casi constantes en las manos. Su madre, de 65 años, tiene problemas para respirar y sufre infecciones respiratorias frecuentes, y su hermano, de 20 años, ha sido hospitalizado varias veces por problemas como temblores musculares, trastornos del habla, problemas respiratorios y pérdida de la memoria. Ellos creen que todo está relacionado con el moho.

Según Brittany West, quien se mudó en 2011 a una de estas casas construidas erróneamente con el techo plano -fatal por la cantidad de lluvia que cae en estas regiones-, el origen de sus migrañas está en el moho que ha cundido en su hogar. Cada vez que llamó a Make It Right para quejarse, unos empleados vinieron, tomaron fotos y notas, y nada más.

“Nadie me dice qué pasa y yo tengo hijos pequeños”, dijo West.

Preocupada por la salud de su familia, West abandonó la casa en 2015 y se mudó con su hermana a Georgia, donde sus migrañas se le han contenido. Mientras, su casa fue demolida. MIT dijo que reconstruirían otra, pero hasta ahora todo sigue igual.

Viviendas peligrosas y promesas incumplidas

Varios residentes, confirmaron que muchas de las casas concebidas por Make It Right están podridas y hasta resultan peligrosas, pues poseen moho, tienen estructuras colapsadas, y han sido escenarios de incendios eléctricos y de fugas de gas.

Su criterio es que estas viviendas fueron construidas de manera apresurada, con materiales de baja calidad, y que sus diseños no tomaron en cuenta el clima húmedo y lluvioso de Nueva Orleans. Una de ellas hasta ya tuvo que ser demolida.

La demanda presentada en nombre de Lloyd Francis y Jennifer Decuir agrega además que estas residencias han generado problemas en la calidad del aire, debido a su ventilación inadecuada, así como problemas estructurales, de electricidad y de fontanería.

En 2012, un informe de Barclay Assessment Services, una compañía de inspección ambiental contratada por Make It Right, encontró niveles considerables de moho en la casa de Allen, así como índices elevados de basidiosporas en el aire, un producto de hongos que “a menudo se asocian con la pudrición anticipada del moho causada por una condición de humedad crónica”, según el informe.

Antes de presentar esta demanda, los propietarios le habían solicitado a MIR informes sobre las condiciones actuales de estas construcciones, pero luego de la visita de un grupo de especialistas la fundación ignoró sus reclamos y ni siquiera puso al tanto a los propietarios sobre la real envergadura de los problemas.

Esta actitud, según la actual demanda, “priva a los propietarios de manera fraudulenta de su derecho a emprender acciones legales en virtud de la Nueva Ley de Garantía de Hogares de Louisiana”.

Lo llamativo es que entre 2016 y 2018, MIR llevó a cabo varios arreglos en un número determinado de hogares de Lower Ninth Ward, previos a la inspección de los ingenieros y especialistas “presuntamente traídos para presentar un informe sobre el estado de las casas Make It Right”.

“Han sido años de continuas mentiras y promesas incumplidas”, aseguró Allen en una entrevista.

Linda Jackson, residente y fundadora de Lower 9th Ward Homeowners Association, un grupo que aboga por una vivienda asequible, dijo que la mayoría de las viviendas de Make It Right han sido desocupadas.

“Simplemente no están funcionando”, apuntó.

Sin embargo, por lealtad al célebre actor que dio un paso positivo cuando Nueva Orleans estaba pasando por su peor momento, algunos residentes se han mantenido en silencio sobre los problemas de sus viviendas. Otros han sido silenciados mediante acuerdos de confidencialidad que la fundación de Pitt les exigió que firmaran a cambio de arreglos o reparaciones.

En cambio, otros, como Allen y Jackson, se aferran a esta demanda que acusa a Pitt y a Make It Right de incumplimiento de contrato y de fraude al venderles viviendas “defectuosas y construidas de manera impropia”.

Por su parte, la fundación, en nombre del actor, emitió un comunicado. “Comenzamos una extensa revisión de viviendas justo después del décimo aniversario de Katrina -apunta el texto-. Gracias a la dedicación del equipo de MIR, desde principios de 2018 hemos estado coordinando las reparaciones de los hogares con problemas y tengo fe total en nuestro equipo sobre el terreno para que esto se lleve a cabo”.

“Hice una promesa a la gente de Lower Ninth de ayudarlos a reconstruir y es algo que tengo la intención de cumplir”, concluyó.

Lo cierto es que a medida que los problemas empeoraron, Make It Right ha desaparecido como organización. No han construido más casas, no han presentado formularios de impuestos ni han actualizado su página web desde 2015. El cierre de su oficina en Nueva Orleans aparejó además la reducción de la plantilla. Y ahora los residentes de este barrio supuestamente armónico y ecológico ni siquiera son atendidos por teléfono.

“Sé que esta organización no fue creada para hacernos daños -concluye Kamaria Allen-. Pero la realidad es que esto es lo que está pasando. Aunque uno no pretenda hacer algo malo, si esto ocurre debes rendir cuentas”.